La industria española, el borde de la recesión, sufre su mayor caída en seis años

En agosto, la producción se redujo por tercer mes consecutivo, según el índice Markit. Las fábricas llevan cuatro meses destruyendo empleo.

La industria española empieza a emitir señales muy preocupantes. El sector continuó contrayéndose en agosto, debido a la mayor caída de la producción registrada desde mayo de 2013 y a una nueva reducción de los nuevos pedidos, según los datos de índice IHS Markit. Este exceso de capacidad se ha traducido en recortes de empleo e inventarios, según advierte el informe. Y aunque la confianza con respecto a los próximos doce meses mejoró, se mantiene en un nivel históricamente moderado.

El índice se situó en 48.8 en agosto. Aunque registró una ligera mejora respecto a 48.2 registrado en julio, el índice se ha situado por tercer mes consecutivo por debajo del nivel 50.0. Para que un sector esté en crecimiento, debe estar por encima de este punto.

El depresor clave del índice fue, según IHS Markit, una nueva reducción de la producción. Según sus datos, la producción se contrajo por tercer mes consecutivo y al ritmo más fuerte en casi seis años y medio. La caída de la producción se debió en parte a que los fabricantes se mostraron más dispuestos a utilizar los inventarios existentes. Los "stocks"de productos terminados se redujeron a una tasa ligeramente más lenta que la máxima de nueve años y medio registrada en julio, lo que ayudó a las empresas a poner al día las cargas de trabajo. De hecho, los pedidos pendientes de realización se redujeron en agosto a un ritmo un poco más lento que el récord de 75 meses observado en julio. Los fabricantes se enfrentaron de nuevo a otra caída de los nuevos pedidos. La encuesta de agosto mostró la cuarta reducción mensual consecutiva de los nuevos pedidos recibidos.

Dada la continua debilidad de la producción y de los nuevos pedidos recibidos, los fábricas españolas optaron, en término medio, por reducir los niveles de personal en sus plantas. El nivel de empleo se redujo por cuarto mes consecutivo en agosto, aunque al ritmo más débil desde mayo pasado. La preocupación con respecto a la producción futura aumentó la presión a la baja del empleo. Aunque en promedio las empresas esperan que la producción aumente de los niveles actuales en los próximos doce meses, el optimismo se mantuvo entre los más débiles registrados por la encuesta en los últimos seis años y medio.