España
La mitad de los españoles considera que ha descendido de clase social por la crisis
El 34% de los españoles se considera un “consumidor ahogado” que compra barato por falta de recursos
El 52% de los ciudadanos reconoce que la recesión le ha hecho descender de clase social. Este perfil de población, que un estudio denomina “consumidor ahogado”, es el más castigado por la crisis.
Por más que los grandes números den la razón a aquellos que defienden que España salió hace varios trimestres de la crisis, lo cierto es que los efectos de la recuperación en la economía real están lejos de ser tan positivos como los reflejados a nivel macroeconómico.
La tasa de paro sigue disparada y la crisis ha alumbrado una clase media-baja más numerosa y más empobrecida. El 52% de los ciudadanos reconoce que la recesión le ha hecho descender de clase social, según el estudio Mikroscopia 2016, una macroencuesta de 8.500 entrevistas realizada por MyWord. La consiguiente pérdida de recursos asociada a este empobrecimiento obliga al 34% de la población a comprar marcas más baratas porque, sencillamente, no tienen recursos para aspirar a productos más caros.
Este perfil de población, que el estudio denomina “consumidor ahogado”, es el más castigado por la crisis. El 68% de sus integrantes afirma haber caído de clase social, 24 puntos más que el resto de consumidores. Además, el 56% de sus miembros compara los precios para comprar lo más barato y el 72% adquiere ropa que no sea cara. También busca ahorrar en los servicios del hogar. Tanto, que el 35% de los “consumidores ahogados” admite que no enciende apenas la calefacción porque no tiene recursos para pagar la factura. Es, además, muy crítico con las grandes marcas: un 32% de ellos declara haber sentido rechazo hacia grandes empresas y multinacionales.
Belén Barreiro, directora de MyWord y ex presidente del CIS, considera que el “consumidor ahogado” demuestra que la rampante crisis que ha atravesado España ha alumbrado una nueva sociedad fracturada en dos. “La sociedad postcrisis es dual: en ella convive una sociedad acomodada, confiada y optimista con otra azotada, desconfiada y emocionalmente dañada. Las marcas tienen por delante el reto de atender las demandas de dos Españas muy distintas”, según Barreiro.
✕
Accede a tu cuenta para comentar