Impuestos

La reforma fiscal merma los ingresos en 10.523 millones

En 2015, los cambios impositivos redujeron la recaudación en 7.846 millones. Hasta junio, el impacto negativo fue de otros 2.677 millones

Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda
Cristóbal Montoro, ministro de Haciendalarazon

En 2015, los cambios impositivos redujeron la recaudación en 7.846 millones. Hasta junio, el impacto negativo fue de otros 2.677 millones

A la espera de comprobar sus efectos a largo plazo, la reforma fiscal ha puesto, de momento, más dinero en los bolsillos de los españoles y menos en las arcas del Estado. Según los datos de la Agencia Tributaria (AEAT), hasta junio pasado, la reducción de impuestos que entró en vigor en 2015 ha tenido un impacto negativo en la recaudación de 10.523 millones de euros. El grueso de la merma se produjo en 2015, cuando los cambios normativos restaron 7.846 millones, dato que contrasta con el impacto positivo medido en los cinco años anteriores, con un aporte global de 37.624 millones de euros, como destaca la AEAT en su Informe Anual de Recaudación. Hasta junio de este año, el impacto negativo para la recaudación por los cambios legales ha sido de 2.677 millones, como constata el Informe Mensual de Recaudación Tributaria de junio de este año.

Imposición directa

Las medidas que más efecto tuvieron en la recaudación el año pasado fueron las incluidas en la reforma de la imposición directa, con un impacto de 5.984 millones de euros. Como describe la Agencia Tributaria en su informe, el cambio que más restó a la recaudación fue el que afectó al IRPF, con un impacto negativo de 4.813 millones. De esta cantidad, la mayor parte, 3.822 millones, procedió de la rebaja del tipo en las retenciones del trabajo. El resto de partidas tuvo una repercusión menor, ya que 453 millones fueron consecuencia de la disminución del tipo sobre actividades profesionales, 271 millones de las retenciones de capital y 267 millones por las nuevas deducciones anticipadas a familias numerosas y dependientes. Como contrapartida a estos retrocesos, por el IRPF se recibieron ingresos adicionales de 349 millones por retenciones derivadas de la recuperación de la paga extra de 2012 por parte de los empleados públicos, que comenzó a producirse en 2015. Además, la eliminación en 2013 de la deducción por compra de vivienda tuvo un impacto positivo de 90 millones, frente al negativo de 16 millones que supusieron las medidas de apoyo a los emprendedores. Restando estos efectos, el resultado negativo sobre la recaudación de los cambios del IRPF fue de 4.390 millones.

En el Impuesto sobre Sociedades, los cambios normativos tuvieron un impacto negativo de 3.041 millones de euros. El efecto de la reforma se elevó a los 1.089 millones –974 millones en los pagos fraccionados y 115 millones en las retenciones del capital–. También se produjeron los efectos negativos de 1.871 millones en la recaudación de la supresión de la limitación en la posibilidad de deducir los gastos de amortización; de 46 millones en el comienzo en 2015 de la reversión de las cantidades que no pudieron deducirse en 2013 y 2014; y de 29 millones de la reducción en el tipo de las nuevas empresas. Además, la reforma supuso unos menores ingresos en el impuesto sobre la renta de los no residentes (IRNR) por valor de 82 millones.

Fiscalidad al consumo

En el IVA no se registraron grandes cambios, aunque la recaudación sí se vio afectada por algunas modificaciones legales o de gestión. El mayor impacto vino del cambio en la forma de liquidación del IVA de importación. El nuevo régimen que comenzó en 2015 implicó que parte de los ingresos por importaciones que antes se liquidaban en Aduana se recuperaban, unos meses después, a través de menores devoluciones, lo que hizo que estos ingresos se trasladaran a 2016. Por ello se produjo una merma en la recaudación de 2015, por valor de 1.162 millones, que se recuperaron en los primeros meses de 2016. En sentido inverso, la introducción en 2014 del régimen de IVA de caja provocó un traslado de ingresos a 2015 por valor de 65 millones. El único cambio en el gravamen fue la elevación del tipo en algunos productos sanitarios y en operaciones de notarios y registradores para armonizarlo con el resto de la UE, lo que generó ingresos extra por importe de 387 millones.

En la primera mitad de este año, vuelve a ser el IRPF el que mayor impacto negativo tiene en la recaudación, con 2.520 millones. No obstante, como aclara la Agencia Tributaria, estos efectos desaparecerán «a partir de agosto, cuando la comparación se realice con meses en los que estuvo en vigor el decreto que adelantó la reforma». En cuanto al Impuesto de Sociedades, su impacto negativo en la primera mitad de ejercicio fue de 361 millones de euros. Los cambios en los pagos fraccionados supusieron una merma de 1.434 millones de euros. Por el contrario, el nuevo régimen del IVA de importación tuvo un impacto positivo de 1.162 millones. La recuperación de la paga extra también tuvo una aportación positiva de 309 millones.

La CE investigará el pago a proveedores

La Comisión Europea (CE) investigará si las administraciones públicas españolas respetan los plazos de pago de facturas recogidos en las normas europeas de control de la morosidad, que están establecidos en los 30 días naturales. Como respuesta a una pregunta planteada por el eurodiputado de Convergència Ramón Tremosa, Bruselas afirma que no tiene intención de requerir al Gobierno español cambios en ese ámbito, aunque sí comprobará la conformidad de las normas españolas con las europeas. La directiva comunitaria, que entró en vigor en 2013, establece que el pago de las facturas por parte de poderes públicos a empresas que les hayan suministrado bienes o prestado servicios no debe superar los treinta días «salvo acuerdo expreso» recogido en el contrato y «en ningún caso» los sesenta días naturales. Según los últimos datos de Hacienda, las comunidades autónomas tardan una media de 43 días en pagar.