Crisis económica

La UE alerta de que el populismo busca votos utilizando la pobreza

La UE alerta de que el populismo busca votos utilizando la pobreza
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El río revuelto de la crisis económica que azota a toda Europa hace que salgan «pescadores» que se aprovechen de la dramática situación que atraviesan millones de personas. Y no sólo en cuestiones que afectan a su menguada economía, viviendas, etc., sino también esos sectores de la población especialmente vulnerables sirven de «caladeros» de votos para partidos extremos, radicales.

Este hecho ha sido puesto de manifiesto por el Consejo de Europa en un informe del pasado jueves sobre la situación de los derechos humanos en el viejo continente en el año 2012, a cuyo contenido íntegro ha tenido acceso LA RAZÓN. En ese dictamen, el comisario Nils Muižnieks advierte, tras visitar y examinar once países, que derechos fundamentales tales como la no discriminación por cualquier causa, la libertad de expresión e incluso la ineficacia de los sistemas judiciales nacionales «son motivos de especial preocupación» para el Consejo. Esta situación se ha incrementado por los «recortes» que han tenido que llevar a cabo los distintos estados, a los que se insta a que adopten medidas que frenen esos retrocesos en derechos fundamentales.

Pero, además, se advierte del peligro de que esa situación beneficia a grupos y partidos más o menos radicales que buscan votos utilizando la pobreza, cuando no la desesperación, como argumento. El informe del Consejo de Europa lo refleja con una frase muy gráfica: «Los partidos populistas y nacionalistas y los grupos extremistas se han aprovechado de las frustraciones y temores de la gente con fines electorales».

El informe del comisario dedica un apartado concreto a las «consecuencias» para los derechos humano derivadas de la crisis económica y de las medidas de austeridad. Así, se alude de forma específica a los niños, desempleados, familias monoparentales, discapacitados, mujeres maltratadas, ancianos sin jubilación adecuada e inmigrantes como sectores especialmente afectados. El empobrecimiento de los niños y el desempleo juvenil es motivo de especial preocupación para el comisario, ya que pueden tener un «impacto duradero en toda una generación».

Pero también la crisis incide en lo que se refiere a derechos civiles y políticos. Así, por ejemplo, en no pocos de los países visitados esas restricciones presupuestarias han afectado al Poder Judicial, y al acceso a la Justicia, así como a la situación de los presos. En algunos países, la crisis económica también ha provocado también un aumento de la violencia racista y contra los inmigrantes y las minorías.

Mención especial merece para el comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa la situación de los derechos de los niños y de las personas con discapacidad, mermados en parte por la citada crisis económica. Respecto a los niños, se pone de manifesto en el informe cómo la pobreza es «cada vez mayor», lo que provoca el riesgo de que se recurra al trabajo infantil. Y, en cuanto a los discapacitados, el resumen es que su situación «deja mucho que desear». Miles de ellos, afirma el comisario, «son dejados de lado en instituciones en ruinas».

Por otro lado, se llama la atención sobre el hecho de que el derecho a la libertad de expresión deja bastante que desear en muchos estados.

El Bundesbank carga contra el BCE por ayudar a España

El Bundesbank ha insistido al Constitucional alemán en que el BCE excede sus competencias con el programa de compra de bonos de Italia y España diseñado por su presidente, Mario Draghi, violando varios principios de la legislación europea. En un documento del banco central alemán obtenido por el diario germano «Handelsblatt», el Bundesbank hace hincapié en que «no es deber del BCE rescatar a estados en crisis» y rebate punto por punto los argumentos que Draghi esgrimió para justificar la puesta en marcha del mecanismo de intervención en los mercados de deuda. El anuncio de este programa, en septiembre, aminoró las tensiones que arreciaban en los mercados y derivaron en la escalada de las primas de riesgo italiana y española hasta sus máximos.