Macron fracasa en su intento de reformar el euro

Los Veintiocho también constatan la falta de avances en las negociaciones del Brexit.

No sólo el liderazgo de Angela Merkel se encuentra en un momento de máxima debilidad por las peleas entre los socios de gobierno. La gran esperanza de Europa, Emmanuel Macron, ve cómo sus deseos de reforma son boicoteados una y otra vez. La crisis migratoria y la virulencia del debate eclipsaron en un segundo plano el que iba a ser uno de los grandes debates de la cumbre: la reforma de la zona euro.

Los halcones, partidarios de la ortodoxia fiscal y con Holanda como cabecilla, se oponen a un presupuesto de estabilización que sirva para garantizar las inversiones en momento de crisis, tal y como pretenden Macron y la Comisión Europea.

Como leve guiño al presidente de la República Francesa, el texto de conclusiones que firmaron los Veintiocho tan sólo recoge una mención a la propuesta franco- germana, sin especificar respecto a la creación de este fondo que causa auténticos sarpullidos en las capitales nórdicas.

Por lo demás, el texto de conclusiones apuesta por que el fondo de rescate europeo se convierta en soporte del fondo de resolución bancaria y también aboga por convertir este fondo de rescate en un FMI a la europea. En cuanto a un fondo de garantía de depósitos común europeo para salir al rescate de los ahorradores en caso de quiebra de una entidad, el texto de ayer se limita a establecer la necesidad de fijar un calendario. Un acuerdo de mínimos que espera ir adquiriendo entidad en la cumbre que se celebrará en diciembre.

El otro de los grandes temas que sacuden el proyecto europeo, el Brexit, también parece varado en alguna parte. Los Veintiocho constataron ayer su «preocupación» ante la falta de acuerdo sobre la solución para Irlanda del Norte y le pidieron a Theresa May propuestas «factibles» y «realistas» sobre la relación futura que Bruselas quiere mantener con sus todavía socios una vez consumado el Brexit. En un principio estaba previsto que la «premiere» británica acudiera a esta cita con una propuesta, pero las divisiones en su gabinete y la falta de claridad sobre el futuro de Irlanda del Norte han ocasionado un nuevo retraso.

Como aviso a navegantes, la última frase de las conclusiones dedicada a este apartado recuerda la necesidad de los Estados miembros e instituciones a prepararse «a todos los niveles y todos los resultados». Ante la falta de avances, nadie descarta una salida desordenada el 29 de marzo de 2019.