Impuestos
Las cuentas socialistas: el IVA y Sociedades se desplomaron en los años 2008 y 2009
La caída de la tasa que grava el consumo provocó la pérdida de 20.000 millones en esos ejercicios
MADRID- Sin fondos no hay estado del bienestar. Y sin impuestos, no hay fondos con los que financiar los servicios públicos. Con la llegada de la crisis, la recaudación de las Administraciones Públicas comenzó a desplomarse fruto de la menor actividad empresarial y del menor consumo. Pero ajeno a esta sangría, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero no movió un dedo en cuestiones cruciales como el IVA o el impuesto de sociedades.
En el caso de la principal medida que grava el consumo, mientras que en los primeros años de la recesión el PIB nominal –incluida la inflación– pasó de crecimientos del 8% a caídas del 3,7%, en el caso del IVA se pasó de un aumento anual de recaudación del 9% a caídas de los ingresos del 22%, según los datos de Hacienda. En los dos primeros años de crisis –2008 y 2009–, la recaudación por este impuesto cayó un tercio, o, lo que es lo mismo, se perdieron 20.000 millones en dos ejercicios mientras el tipo general se mantenía en el 16%, entre los más bajos de los países de similar tamaño de la UE. No fue hasta junio de 2010, apurado ya por la grave situación, cuando Zapatero lo subió al 18%, sin apurar, ni mucho menos, los márgenes. En septiembre pasado, el Ejecutivo de Mariano Rajoy incrementó de nuevo el tipo hasta el 21%, en línea con el resto de países del entorno para evitar que el descalabro recaudatorio prosiguiera y compensar de ese modo la caída del consumo. Sin esta modificación, el Gobierno calcula que la recaudación por el impuesto seguiría cayendo en términos relativos hasta el 5 por ciento del PIB en 2013.
A pesar de estas subidas, algunos expertos como el servicio de estudios del BBVA defienden la conveniencia de aligerar la carga del IRPF compensándolo con una subida de los tipos superreducido –4%– y reducido –10%–. Ahora, el 57% de la recaudación del IVA se obtiene con estos tipos.
En un país cuya economía sumergida mueve al año en torno a los 200.000 millones, el fraude del IVA también ha constituido un coladero que, según sostiene el Ejecutivo, ha hecho en cierta forma necesario incrementar los tipos de este impuesto. Los esfuerzos para luchar contra el fraude fiscal en general permitieron a Hacienda recaudar el año pasado 11.517 millones de euros, un 10,08% más que en 2012.
La crisis también ha golpeado la recaudación del Impuesto de Sociedades, si bien no ha sido el único motivo. Desde 2004, el Ejecutivo socialista introdujo una serie de ventajas fiscales que, en combinación con las dificultades económicas, provocaron que el tipo efectivo del Impuesto de Sociedades haya caído en el caso de las grandes compañías ocho puntos, del 24,6% en 2004, al 16,5% en 2009, el último ejercicio con memoria disponible. Desde 2008 a 2011, la recaudación por sociedades ha caído un tercio –unos 9.000 millones de euros–, pasando de 27.000 a 16.600 millones.
Para elevar los ingresos por el Impuesto de Sociedades y contrarrestar el efecto de esta legislación aprobada en los años de Gobierno socialista, el Ejecutivo del PP ha ido aprobando una serie de medidas correctoras con el objetivo expresado públicamente de lograr la progresividad fiscal deseada también en este impuesto. La batería de correcciones incluye la eliminación de la libertad de amortización para grandes empresas, la limitación de la deducibilidad, la reducción el 5% al 1% del importe máximo anual deducible del fondo de comercio o la fijación del pago fraccionado mínimo para grandes empresas.
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