Conciliación
Las empresas improvisan el control horario ante la falta de directrices
Miles de pymes dejan para el último día la aplicación de la ley por la desinformación de Trabajo.
Miles de pymes dejan para el último día la aplicación de la ley por la desinformación de Trabajo.
A menos de 24 horas para que entre en vigor el nuevo decreto-ley del Gobierno por el que todas las empresas estarán obligadas a llevar un registro horario de sus trabajadores, muchas compañías que nunca han controlado la jornada de sus empleados han tenido que dejar listo un nuevo sistema para comenzar a fichar a partir de mañana. El caos por la falta de información y la ambigüedad de la normativa ante la infinidad de tipos de empleo que se realizan fuera de un lugar de trabajo determinado han provocado que el desarrollo de un método de control horario se deje para el último momento.
La premura con la que las compañías han tenido que adaptarse a la nueva ley, y la falta de previsión en algunos casos, han afectado especialmente a las pymes, que representan gran parte del tejido empresarial español, ya que el 95% de las compañías tienen menos de 5 trabajadores. La mayoría de ellas han optado por la solución más fácil, un registro manual, pero de forma provisional. «Esperamos que el asesor nos traiga el modelo. El sistema son unas hojas en las que se escribe a mano el día y la hora de entrada, la de salida y si tienes descanso, y luego se firma por el trabajador», explicó a LA RAZÓN, Elvira Lucena, administradora de una empresa de productos para piscina de apenas cuatro trabajadores. Este método, en un primer momento, parece eficaz, pero surge un problema logístico. «Acumularemos papeles hasta que podamos meter un sistema informático», comenta Lucena. No obstante, esta solución no es, ni mucho menos, asequible. De hecho, los precios «ahora están por las nubes», lamenta la administradora del negocio, quien critica que «como todo ha sido muy rápido, no se puede coger la primera oferta porque los sistemas no son baratos y ésta es una empresa pequeña».
Uno de los problemas más habituales, y también una de las lagunas del documento, es el registro horario de los empleados que trabajan fuera de una oficina, como es el caso de los comerciales o transportistas. «De los 15 empleados que trabajan en esta empresa, 8 son comerciales o repartidores, que realizan su jornada laboral fuera de una oficina o un almacén», explica Silvia Cabrera, contable de una distribuidora de licores. Estos trabajadores tendrían que «firmar al salir y al volver de la ruta», lo que, en el caso de los comerciales, les obligaría pasar por el almacén antes de visitar a los clientes. En este caso, una de las soluciones pasaría por que los trabajadores llevaran un dispositivo con geolocalización, pero el precio y los límites de la protección de datos que cruza lo hacen inviable.
Por contra, el sector de los grandes almacenes ha sido el primero en dejar cerrado un acuerdo para el registro de la jornada. Aún así, tanto el sindicato mayoritario de sector, Fetico, como CC OO y UGT, todavía tienen dudas sobre la aplicación de la norma en el caso del teletrabajo, los viajes o las reuniones fuera de la oficina. «Son incógnitas que la norma no aclara y que debemos trabajar profundamente», indicaron desde Fetico. El sindicato ve con buenos ojos el decreto-ley, ya que no es posible que trabajadores a tiempo parcial hagan más horas sin derecho a cobro, lo que supone una estafa al sistema fiscal y laboral del país, según añadió su secretario general, Antonio Pérez.
En ese sentido, pese a las complicaciones que puedan surgir durante los primeros días de control horario, los trabajadores se posicionan a favor de la normativa. «La normativa está bien porque ya hemos echado muchas horas que no nos han pagado», comenta a este diario un mecánico de un taller de Madrid, pero prefiere no entrar a valorar si la obligación de fichar erradicará el fraude de las empresas con las horas extra no remuneradas.
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