Finanzas

Los inversores extranjeros reniegan de un Gobierno con apoyo nacionalista

Goldman Sachs advierte de que los planes fiscales de Sánchez afectarán a la inversión extranjera en España y Barclays teme que la economía se retraiga por los independentistas. En Afi reconocen la caída de la inversión en Cataluña

Los inversores extranjeros reniegan de un Gobierno con apoyo nacionalista
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Goldman Sachs advierte de que los planes fiscales de Sánchez afectarán a la inversión extranjera en España y Barclays teme que la economía se retraiga por los independentistas. Los analistas de Afi achacan a la coyuntura internacional la bajada de la inversión en España.

Los grupos internacionales de inversión no las tienen todas consigo. Las encuestas preelectorales sitúan al PSOE como ganador el 10-N, pero la fragilidad de este triunfo, “con un margen escueto y sin mayoría absoluta”, volvería a dificultar la formación de Gobierno y la aprobación de unos nuevos Presupuestos Generales del Estado, lo que “complicaría la evolución positiva de la economía española” y se “resentiría la inversión extranjera”. Así de contundente se ha mostrado en sus predicciones el banco de inversión Goldman Sachs, que prevé que el PSOE seguirá gobernando, aunque la formación de un Ejecutivo estable “llevará tiempo” y deberá recurrir a una política de pactos para salir adelante. Piensa que, a diferencia de los últimos comicios, “Pedro Sánchez podría recibir un voto de confianza y superar la votación de investidura” con el permiso de la oposición y “por la presión popular”, cansada de tantas citas electorales.

Sin embargo, el grupo financiero vería con buenos ojos que las formaciones de derecha y centro derecha -PP, Ciudadanos y VOX- pudieran formar una coalición de Gobierno estable, “algo que sería bien recibido por los mercados, tanto a corto como a medio plazo”, ya que posibilitaría “una senda de reformas de corte conservador”.

Para Goldman, gane quien gane el 10-N, debe tener entre sus prioridades mantener controlado el déficit, aunque advierte de que el ajuste se haría de forma diferente entre un Gobierno de izquierdas y otro de derechas, por lo que espera que Bruselas sea flexible y dé margen al nuevo Ejecutivo, tras haber conseguido salir este año del programa de déficit excesivo y pese “ la incertidumbre política y económica”. También advierte sobre los planes impositivos de Pedro Sánchez, que pretende gravar las transacciones financieras, los servicios digitales y aumentar otros tributos, como a las rentas altas. “Podrían ponerse en riesgo algunas inversiones”.

En la misma línea se ha manifestado la compañía de servicios financieros Barclays, que considera “hostil” para los mercados un Gobierno del PSOE junto a Unidas Podemos y estima que la incertidumbre sería aún mayor si Pedro Sánchez necesitara el apoyo de las formaciones independentistas, lo que “elevaría el temor sobre el futuro de la economía por el elevado riesgo que supondría para el Gobierno algún tipo de cesión a las propuestas nacionalistas”. Por contra, la entidad financiera no cree que el mercado sufra cambios significativos si los resultados electorales vuelven a deparar una situación de fragmentación política y bloqueo institucional, ya que los inversores “se han acostumbrado a esta situación tras cuatro elecciones en cuatro años y no esperan cambios significativos tras estos comicios”. Lo que sí tendría un efecto directo sobre las inversiones en España sería la falta de reformas estructurales por parte del nuevo Gobierno y la toma de decisiones contrarias a la estabilidad económica, como la derogación de la reforma laboral aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy.

Por su parte, los Analistas Financieros Internacionales (AFI) -en su informe sobre la inversión británica en España- no creen que un resultado electoral que no posibilite de inmediato un Gobierno estable vaya a influir en el flujo de inversión extranjera, pese a la caída en el volumen total de los últimos ejercicios, que achacan más a la mayor incertidumbre internacional provocada por el Brexit, la guerra comercial o el enfriamiento de la economía que a la “ausencia de Gobierno, la fragmentación parlamentaria o las sucesivas elecciones”. En la que sí centran sus dudas es en la situación política en Cataluña, tras apreciar, desde 2017, “una reversión de los flujos de inversión” en esa región, que se han redirigido a la Comunidad de Madrid, con una clara tendencia al alza.