Muebles en un piso de alquiler: ¿puedo quitar los del casero?

Vivir de alquiler es la realidad de cada vez más personas en nuestro país y la única alternativa que tienen muchos para encontrar un lugar donde residir sin gastarse gran parte de su salario en la vivienda. Aquellos que eligen esta opción tendrán que asumir que el "aura" del casero permanecerá entre estas cuatro paredes, ya sea por la pintura que eligió para el piso, los electrodomésticos o incluso los muebles. Algunos de estos elementos pueden no estar a gusto del inquilino, por ello, muchos se preguntan si es posible quitar algún mueble del propietario y añadir los suyos propios para que este espacio pueda convertirse en su hogar.

Para poder quitar cualquier mueble de un piso alquilado será necesario contar con la aprobación del propietario. Esta obligación del inquilino aparece recogida en el artículo 23 de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU): "el arrendatario no podrá realizar sin el consentimiento del arrendador, expresado por escrito, obras que modifiquen la configuración de la vivienda o de los accesorios a que se refiere el apartado 2 del artículo 2". Dentro de estos accesorios se encuentra el mobiliario.

Por tanto, para quitar los muebles de la vivienda se tendrá que informar al propietario y ver si se puede llegar a un acuerdo para que estos puedan guardarse, donarse o tirarse. Si el casero permite esta acción, el inquilino deberá solicitar que este permiso se realice por escrito para que quede constancia de por qué los muebles identificados en el inventario ya no están.

"El casero tendrá la decisión final, ya que si el piso se alquila con muebles, si este no quiere quitarlos, no tiene por qué hacerlo", asegura el portal inmobiliario Fotocasa. De esta forma, el inquilino deberá hacerse cargo de los muebles existentes y una vez termine el contrato de alquiler, este deberá devolver el inmueble tal y como se le entregó, con los mismos muebles y en las mismas condiciones.

¿Se pueden tirar los muebles si el casero se niega?

"Si el inmueble ya está alquilado y el inquilino pretende que le quiten muebles, va a depender del pacto que alcancen las partes, pero si no se ponen de acuerdo y el inmueble se alquiló amueblado, el inquilino tendrá que quedarse con los muebles que se inventariaron en el contrato. Ahora bien, el inquilino puede quitar los muebles, previa comunicación al arrendador, guardarlos en un trastero (a su costa) colocar los suyos y cuando termine el arrendamiento, volver a colocarlos", explica el Director General de la Agencia Negociadora del Alguien (ANA), José Ramón Zurdo.

Sin embargo, en el caso de que se reciba una negativa por parte del propietario, el mobiliario se tendrá que mantener en el inmueble y devolverlo tal y como estaban al finalizar el contrato. Desde el portal inmobiliario aseveran que "siempre existe la posibilidad de guardarlos en un lugar a buen recaudo y reponerlos en el piso al finalizar el contrato".