Nissan
Nissan cierra la fábrica de camiones de Ávila tras más de 60 años
La compañía fabricará su último camión el 9 de agosto y transformará la planta en un centro de fabricación y distribución de recambios.
La compañía fabricará su último camión el 9 de agosto y transformará la planta en un centro de fabricación y distribución de recambios. Trabajadores y dirección deben cerrar aún un acuerdo sobre el ERTE
Sesenta años después de que el primer camión producido en Ávila saliera de la cadena de montaje, la factoría enseña de la industria abulense bajará sus puertas para no volver a subirlas. La dirección de Nissan ha decidido echar el cierre para llevar a cabo un plan de reestructuración del negocio, que pasa por la transformación de esta fábrica en un centro especializado en la fabricación y distribución de piezas de recambio.
El último de los vehículos industriales saldrá por la puerta el próximo 9 de agosto, después de más de seis décadas en las que ha producido miles de vehículos industriales bajo diferentes denominaciones, desde Fabricación de Automóviles Diésel, S.A. (Fadisa) hasta Nissan Vehículos Industriales, S.A. (Nivisa). Esa será la última jornada en la que los 460 trabajadores que integran la plantilla monten el último vehículo, antes de iniciar el periodo vacacional y de que el próximo septiembre la planta dé el salto hacia un servicio de asistencia de recambios.
La multinacional formada por Renault, Nissan y Mitsubishi en Europa alcanzó dos años atrás un acuerdo con el comité de empresa para salvar la planta con un Plan Industrial que culminará en 2024. De momento, los trabajadores de la fábrica de la capital abulense continuarán con su actividad hasta el viernes de la semana que viene, cuando saldrá al mercado el último camión. Tras el regreso del periodo vacacional, los empleados se incorporarán a la nueva planta de producción y distribución de piezas para la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, en la que en principio mantendrán las mismas condiciones laborales y económicas que tenían en sus antiguos puestos. Sin embargo, algunas sombras se ciernen sobre su futuro-
El comité de empresa y la dirección de Nissan todavía no han cerrado un acuerdo sobre el adelanto de la aplicación del Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) planteado por la compañía. La propuesta de la multinacional planteaba garantizar el cien por cien del salario a todo los empleados, desde septiembre de este año a diciembre de 2023, con una incorporación paulatina de toda la plantilla. La dirección también incluía una paga única de 900 euros para los empleados afectados por el ERTE, una bolsa colectiva para los días 4, 5 y 6 de septiembre y desplazamientos voluntarios a la planta de Valladolid, con una compensación de 400 euros brutos al mes, medidas que fueron rechazadas por los trabajadores por no cumplir el convenio rubricado en 2017, por lo que todo queda pendiente para nuevas conversaciones en septiembre.
En declaraciones a Efe, Nissan consideró del todo "incomprensible"este rechazo, ya que en su opinión "adelantar el ERTE a septiembre no representa penalización alguna para el trabajador", mientras que la representación sindical consideró que dicho adelanto constituía un "incumplimiento"del Plan Industrial. Asimismo, la multinacional indicó que haber llegado a un acuerdo "hubiera permitido lanzar un mensaje a la Alianza de competitividad y disposición de la planta para ser un centro puntero de fabricación de recambios a nivel global".
Así, el 9 de agosto se pasará definitivamente otra página más de la ya precaria historia de la industria nacional.
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