Jubilación

«Nos encantaría una pensión pública potente, pero no se va a dar»

Los expertos que han participado en la mesa de debate «Pensiones», organizada por LA RAZÓN, advierten de la insostenibilidad del sistema y piden una reforma profunda, valiente y a largo plazo

«Nos encantaría una pensión pública potente, pero no se va a dar»
«Nos encantaría una pensión pública potente, pero no se va a dar»larazon

Los expertos que han participado en la mesa de debate «Pensiones», organizada por LA RAZÓN, advierten de la insostenibilidad del sistema y piden una reforma profunda, valiente y a largo plazo

¿Cobraré una pensión pública cuando me jubile? ¿A cuánto ascenderá su cuantía? ¿Tendré que complementarla? ¿Qué plan de pensiones me conviene más? Estas y otras preguntas son las que trataron de responder los expertos que participaron en la mesa de debate «Pensiones», organizada por el diario LA RAZÓN, en la que intervinieron José Carlos Vizárraga, director gerente de Ibercaja Pensión; Juan Candelas, director general de PSN, y Carlos Javier Martínez Felipe, miembro de la Comisión de Previsión Social de Santalucía. Los especialistas coincidieron en que las pensiones son uno de los principales retos a los que se enfrenta no sólo la sociedad española, sino todo el mundo desarrollado. El progresivo envejecimiento de la población, derivado de una mayor esperanza de vida, está llevando al sistema público a una delicada situación – el Fondo de Reserva de la Seguridad Social apenas puede hacer frente ya a dos pagas extraordinarias–. Por este motivo, advirtieron de la insotenibilidad del sistema a largo plazo y de la necesidad de tomar medidas cuanto antes. Por ello, pidieron una implicación directa no sólo del Gobierno, sino de todos los estamentos de la sociedad ( ciudadanos, agentes sociales y empresas) que dé como fruto una reforma del sistema de pensiones a largo plazo, valiente y profunda.

En esta nueva realidad, jugará un papel fundamental la previsión social complentaria. Y es que en el nuevo escenario los españoles necesitaremos irremediablemente complementar nuestra pensión pública con un plan privado para garantizarnos poder vivir dignamente 25 ó 30 años después de jubilarnos, sobre todo teniendo en cuenta el dato facilitado por Juan Candelas de que 70% de los españoles declaran no tener otro ingreso que la pensión pública. En definitiva, se trata, en palabras de Carlos Vizárraga, de sacar el debate de las pensiones de los foros y trasladarlo a los ciudadanos. «A partir de ahí, podríamos comenzar a pensar en cómo solucionar el problema». Sin embargo, no se trata de un debate, ni mucho menos, nuevo. «Llevamos 20 años con el mismo discurso. Es como si los años no hubieran pasado», recordó Carlos Javier Martínez.

Envejecimiento de la población

Pese a ello, los avances no se acaban de concretar, tal y como señaló José Carlos Vizárraga. «No soy muy optimista, sobre todo viendo los avances que el Pacto de Toledo está haciendo en esta materia. Parece que van a tratar de sacar adelante una solución de mínimos, buscando fundamentalmente la suficiencia del sistema, sin abordar una reforma de verdad a largo plazo valiente y profunda, que es lo que se necesita». «Tenemos que reinvindicar la colaboración público-privada. Ya no basta con las soluciones de siempre. Tienen que haber un diálogo sincero, en el que se debata cómo suplir las carencias del sistema público», añadió Candelas

En España, al igual que en otros países de nuestro entorno, se está produciendo un acusado envejecimiento de la población. Una mayor esperanza de vida, motivada por los avances médicos, está alargando en el tiempo el periodo en el que se cobra una pensión. La consecuencia no puede ser otra que recortes. «Nos encantaría una pensión pública potente, pero no se va a dar, y no va a ser posible por una cuestión demográfica. Vamos hacia pensión protegida básica», aseguró Juan Candelas. En esta idea también incidió Martínez. «Anteriormente, la esperanza de vida media se situaba en torno los 70 años. Si se tiene en cuenta que una trabajador se jubilaba a los 65, el Estado tenía que hacer frente al pago de la pensión durante cinco años. Ahora, estamos hablando de 25, e incluso, 30 años. Esto nos lleva inexorablemente hacia unas pensiones mucho más bajas, en las que ‘‘papá’’ Estado sólo podrá garantizar el 40% o 50%», explicó.

No obstante, y pese a los mensajes que se lanzan desde el sector, la gran mayoría de los españoles no tenemos un «plan B» para la jubilación. Y como muestra, un botón: la media de la cuantía de los planes de pensiones se situá en 8.000 euros. Además, la gran mayoría, el 65%, no reciben aportaciones periódicas.

En este sentido, los expertos pidieron que nos fijemos en países que tienen los mismos problemas demográficos que nosotros y que ya están dando respuesta a estas necesidades que surgen de una nueva sociedad. Así, pusieron el sistema británico como un paradigma. «En Reino Unido, la previsión social complentaria representa el 14% de la renta disponible de los hogares. Una cifra muy alejada de España, donde ésta apenas representa el 1,11%», asevera

«Como sociedad avanzada, tenemos la responsabilidad de cuidar a nuestros mayores. Podríamos aprovechar la experiencia de otros países de nuestro entorno», afirmó Juan Candelas.

Para poder adoptar soluciones, la información y el asesoramiento son elementos claves. Y es que, tal y como reveló Martínez, cuatro de cada diez españoles no sabe el plan de pensiones que tiene. Aunque desde las gestoras se está haciendo un esfuerzo muy importante por facilitar todo tipo de datos, los especialistas insistieron en que debe ser el propio Gobierno quien haga llegar de forma masiva esta información a los ciudadanos, y hacerlo cuanto antes. «Sin información no se pueden tomar decisiones. Se debe comunicar cuanto antes la cuantía de la pensión para que el ciudadano pueda calcular con qué cantidad necesitará complementar su prestación pública», indicó Martínez. Asimismo, reivindicó la función social de las gestoras. «Tenemos que ejercer una función social concienciando a la gente de la importancia de la previsión social complementaria. Tenemos que educar a nuestros clientes para que elijan el vehículos más adecuado a su perfil y tomar medidas para que todos podamos llegar a la jubilación y seguir viviendo».

Para poder llevar a cabo este salto en materia de pensiones, los expertos estuvieron de acuerdo en que en que es imprescindible un cambio de mentalidad de los españoles que propicie una mayor cultura financiera. Y es que los españoles somos muy conservadores a la hora de ahorrar. La mayor parte de los euros que atesoramos están concentrados en vivienda, sobre todo, y en depósitos, en segundo lugar. «Seguimos teniendo mentalidad de que nos protejan. Hay que cambiar esta cultura y hacerlo desde la escuela», apuntó Martínez.

Cambio estructural

Pese a esta escasa cultura del ahorro, lo que sí es cierto es que los españoles son conscientes de la nueva realidad. «Según varios estudios, nueve de cada diez personas tienen una preocupación seria por su pensión. El 30% reconoce que su que su situación patrimonial no es suficiente y, entre el 13% y el 20%, confiesa que no tienen ni tranquilidad ni seguridad sobre su vejez», declaró Juan Candelas.

«Se han producido cambios estructurales en la sociedad. No tiene sentido que la jubilación llege a los 65 años o antes. Además, habrá que buscar nuevas fórmulas que permitan compatibilizar seguir trabajando con ser pensionista», manifiestó Vizárraga. Pero el plan de pensiones no es el único instrumento que permite garantizar una pensión de calidad. Existen otros muchos vehículos financieros que pueden conseguirlo, como seguros de ahorro o incluso fondos de inversión. «La clave no está en el instrumento, sino en el fin. Cuando hablamos de ahorro para la jubilación lo focalizamos todo en un plan de pensiones, pero hay otros productos que permiten ahorrar a largo plazo», sostiene Martínez. Vizárraga destaca el salto cualitativo que se ha producido en el sector. «Casi todas la entidades hemos cambiado. Ya no se “colocan”productos, sino que se explican detalladamente sus características, y se tienen en cuenta el perfil de cada cliente a la hora se asesorarle sobre el producto que le interesa más».

Las soluciones, pues, pasarían, en opinión de Candelas, por un compromiso de todos los agentes de la sociedad. «Las pensiones están en conexión con la dependencia y la salud. Se trata de un ‘‘pack’’ que, como sociedad, deberíamos ser capaces de garatizar». Martínez se inclina por la obligatoriedad del sistema. «Habría que ir hacia un sistema complementario obligatorio». A juicio de Abizárraga, lo ideal sería ir hacia sistema cuasiobligatorio de autoadhesión en el que cupieran todas las empresas, independientemente de su tamaño, para complementar las pensiones públicas.