Estados Unidos
Otra financiación empresarial
Los nuevos fondos que permiten a las compañías nutrirse de recursos tan sólo representan en España el 0,25% del total de los préstamos.
La restricción crediticia que las empresas han experimentado en los últimos años es una de las razones que explica la proliferación de nuevas fuentes de financiación no bancaria. El tejido empresarial español está conformado fundamentalmente por pymes, por lo que éstas no tienen acceso al mercado de capitales público. Por lo tanto, casi la única vía alternativa a la financiación bancaria son los fondos o sociedades mercantiles que ofrecen créditos o préstamos de forma privada.
Los principales operadores alternativos que han aparecido en España para financiar pequeñas y medianas empresas tienen la estructura de fondos de inversión, cuyo objetivo es financiar a largo plazo empresas. Fondos o sociedades que financien capital circulante son prácticamente inexistentes, a excepción de Bravo Capital.Un informe elaborado por Mario Pérez, analista de Bravo Capital, llama la atención, precisamente, sobre estas nuevas formas de financiación alternativa, y, muy especialmente, sobre los fondos de deuda, que, poco a poco, comienzan a operar en España.
Está previsto que esta novedosa forma de acceder a capital, tradicional en los países anglosajones, ponga a disposición de las pequeñas y medianas empresas españolas alrededor de 2.000 milllones de euros en los próximo 18 meses. No obstante, esta cantidad es pequeña si se compara con el volumen crediticio total. «Estos 2.000 millones de euros de fondos alternativos para pymes suponen aproximadamente sólo el 0,25% del total de préstamos a empresas, que, según datos del Banco de España, ascendieron en 2013 a 800.000 millones de euros», asegura Mario Pérez.
En estos momentos, en España, el 80% de la financiación de las empresas proviene directamente de la banca. Si se excluyen las empresas del Ibex 35, este porcentaje aumenta hasta casi el 99%. Estas cifras contrastan con las de otros países como Estados Unidos, donde tan sólo el 20% de los recursos obtenidos por las sociedades proceden de entidades financieras.
Otras opciones donde las empresas pueden encontrar recursos alternativos a los bancarios son los mercados de capitales públicos, es decir, la emisión de bonos internacionales o los mercados alternativos domésticos como el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) –para recursos propios– o el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF) –para recursos ajenos–. «Sin embargo, estas alternativas no están al alcance de todas las empresas, debido principalmente a su tamaño. También existen sociedades que, aunque por su dimensión y características podrían acceder a los mercados públicos, no les resultan atractivos», indica el analista de Bravo Capital.
Ante esta oportunidad, varios son los fondos de deuda que actualmente están operando en España o tienen previsto iniciar próximamente su actividad financiando a empresas. Sin embargo, en este momento, los más asentados son fondos de gran tamaño. Sus características principales son que financian grandes operaciones –superiores a 30 millones de euros–, de compañías de gran tamaño y a largo plazo. Su financiación supone, además, una participación en la toma de las decisiones de la empresa, algo que no siempre es adecuado para todas las compañías.
Los fondos de menor tamaño, cuyo objetivo es financiar operaciones de entre 5 y 15 millones de euros a largo plazo, y que encajarían con las necesidades financieras de muchas pymes, apenas están iniciando su actividad en nuestro país, por lo que los recursos que pueden ofrecer a las compañías todavía representan un porcentaje muy pequeño (2.000 millones es lo que está previsto que pongan a disposición de las sociedades de menor dimensión)
Una de las pocas opciones ya disponibles para obtener financiación como alternativa a la banca es Bravo Capital, quien además es prácticamente la única alternativa del mercado que actualmente financia capital circulante fuera de la banca. Se trata de una sociedad mercantil, que ofrece diferentes fórmulas de financiación a empresas españolas: corto y largo plazo, estructuras de financiación directa y estructuras de financiacióncomercial como «factoring» o «confirming». No excluye ningún sector y tampoco se centra en operaciones de una determinada cantidad mínima.
► Los principales operadores alternativos para financiar pequeñas y medianas empresas tienen estructura de fondos de inversión.
► Por lo general, los fondos ofrecen recursos a compañías de gran tamaño para financiar operaciones a largo plazo.
► Otras opciones, como el MAB o el MARF, no están al alcance de todas las empresas, por su dimensión y por la compleja documentación exigida.
► Bravo Capital es prácticamene la única alternativa del mercado que financia capital circulante fuera de la banca.
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