China

Rafael Miranda y Bernardo Velázquez: «China va a hacer lo que se le pedía, eliminar las fábricas ineficientes»

Entrevista a Rafael Miranda y Bernardo Velázquez / Presidente y consejero delegado de Acerinox. «No puedes ser competitivo si tu coste energético es un 30% más alto que el chino»

Bernardo Velázquez (i) y Rafael Miranda (d), consejero delegado y presidente de Acerinox, respectivamente, en la sede de la compañía
Bernardo Velázquez (i) y Rafael Miranda (d), consejero delegado y presidente de Acerinox, respectivamente, en la sede de la compañíalarazon

– ¿Qué exposición tiene Acerinox a China?

– Bernardo Velázquez: En el sector del acero inoxidable, China representa el 52% de la producción mundial y todos estamos expuestos. La expansión de la economía generó la apertura de muchas fábricas de acero inoxidable, y ahora hay un exceso de capacidad importante. El año pasado, el país exportó 3 millones de toneladas de acero en un mercado de 42 millones, y creemos que venden al exterior otros tres millones de toneladas de productos terminados fabricados con acero.

– ¿Qué creen que busca el Gobierno con esta nueva política económica?

– B. V.: Están cambiando de un modelo exportador a otro más basado en el consumo interno. En el corto plazo, el impacto de esta medida es negativo, y lo estamos viendo en los precios de las materias primas. No obstante, en el medio y en el largo plazo, la medida nos parece correcta. Están haciendo lo que se les pedía, van a fomentar el alza del consumo real en China y están terminando con las prebendas y con las fábricas ineficientes. En vez de eso, las inversiones en sectores estratégicos obligarán a los compradores a adquirir las capacidades antiguas, ajustarlas y tomar decisiones relacionadas con el impacto medioambiental.

– ¿Cómo afecta la incertidumbre regulatoria sobre los precios de la energía en la industria?

– B. V.: El Gobierno ha tenido un reto importante, acabar con el déficit de tarifa. Es una situación excepcional, pero estamos cargando en la tarifa eléctrica cosas que no tienen nada que ver con el coste de la electricidad. Son decisiones políticas, como las primas a las renovables o el carbón asturiano. Cuando las cosas vayan mejor, será el momento de sacar todas esas cosas de la factura eléctrica y llevarla a los Presupuestos Generales del Estado. Si nosotros, que somos industria base que sirve a otras industrias, no somos competitivos, no lo serán los demás.

– R. M.: Es un problema europeo, una región que tenga costes energéticos un 50% superiores a los de EE UU o un 30% más que los chinos no puede ser competitiva.

– ¿En qué afecta la nueva legislación antidumping europea?

– B. V.: La Asociación Europea de Fabricantes de Acero promovió una acción antidumping contra China y contra Taiwán porque las importaciones se estaban desbocando. Con este movimiento, lo que buscamos es evitar precios dumping en los mercados, una competencia mucho más sana y en condiciones de igualdad.

– R. M.: Hay países en los que no existe mucha visibilidad sobre las condiciones en las que trabaja su industria. Acerinox es partidario de que el comercio mundial sea lo más libre posible.

-¿Qué políticas medioambientales puede desarrollar una empresa industrial?

-B. V.: Hace un año hicimos un estudio interno sobre este asunto en Acerinox, y la conclusión a la que llegamos es que, si queremos apoyar las políticas medioambientales, lo que hay que hacer es fomentar la industria europea y comprar productos europeos. Nuestra empresa está un 30% por debajo de la media de emisiones de CO2 del sector, a nivel europeo. Un barco que viene desde China hacia Europa, quemando combustible, emite un 20% más de lo que Acerinox emite fabricando una tabla de acero inoxidable. Si compras producto asiático, estás comprando algo cuya fabricación y comercialización emite un 50% más de CO2 que el español.

– España ha recuperado el crecimiento y el empleo. ¿Qué papel juega la industria?

– R. M.: Fundamental, y lo hemos visto en España. Esta crisis nos ha demostrado que aquellas regiones del mundo en las que la industria representa un papel importante en la economía, el nivel de paro es inferior a la media y el empleo tiene mejor calidad. No sólo Acerinox, muchas otras instituciones en España han pedido apostar por la industria para fomentar el desarrollo económico. En nuestro país, la industria representa un 16% del PIB contando con la energía, y un 13% sin ella. Debería crecer hasta situarse en el 20%, ése es el objetivo de la UE. Hay que tomar decisiones que lo faciliten, tanto de regulación como de mercado único.

– ¿Cómo puede afectar a esta recuperación económica el avance de los partidos populistas en la zona euro?

– R. M.: Entendemos que es legítima cualquier posición política, pero reivindicamos que lo más importante ahora mismo para España es que siga creciendo, que la senda no se trunque. Para eso, lo que se requiere es estabilidad política, la inestabilidad es un factor determinante que puede afectar a corto y medio plazo al crecimiento. Somos conscientes de la necesidad de realizar los pactos institucionales y políticos que sean necesarios, pero lo único que no se puede truncar es el crecimiento. Hemos visto lo que ha pasado en Grecia. Hay situaciones que son «ensoñaciones de la razón», que pueden ser muy bonitas, pero poco prácticas.

– La evolución de la acción de Acerinox en 2015 está siendo peor de lo previsto. ¿Qué previsión maneja la compañía?

– Rafael Miranda: Lo importante es que la compañía está muy bien situada, sigue mejorando en competitividad y en eficiencia respecto a las demás del sector. Cuando se despeje el horizonte macroeconómico no hay razones por las cuales no pueda subir la cotización de la acción. Los analistas la sitúan en buena posición. Las materias primas nos afectan, y el acero, el níquel y el cobre, por ejemplo, están cayendo por la ralentización de China.

– Hay pocas empresas españolas que sean líderes de su mercado en EE UU, ¿cómo se consigue?

– R. M.: Liderar el mercado estadounidense es el fruto de decisiones tomadas en el pasado. En momentos críticos, decidimos hacer una inversión fuerte en Norteamérica. Lo consideramos un mercado muy interesante, y ahora ha madurado. La política de diversificación geográfica de la compañía ha sido muy exitosa.

-B. V.: No sólo somos de las empresas españolas con menor peso de la economía del país de origen (apenas el 9%), también somos de las menos europeas (por debajo del 35%). La inversión en EE UU se realizó en 1990 y fue una decisión valiente, Acerinox tenía una vocación muy exportadora desde el inicio. Hoy quizá sea la fábrica de aceros inoxidables más competitiva del mundo.

– ¿Qué retos se plantea Acerinox para los próximos cinco años?

– B. V.: Queremos ser la industria más eficiente en Europa, con nuestra fábrica del campo de Gibraltar. Además, en EE UU planeamos realizar una inversión de 120 millones de euros para mantener el liderazgo y potenciar nuestra división de acero con acabado brillante, sobre todo para electrodomésticos. En Suráfrica, apostamos por mantener el apoyo de un país minero que nos permitirá tener disponibilidad de materias primas hacia el resto de áreas. Además, estamos construyendo una fábrica en Malasia.

– ¿Prevén aumentar la retribución al accionista?

– R. M. Si los resultados lo permiten, lo haremos. La compañía no ha dejado de remunerar al accionista en situaciones difíciles y queremos darle una retribución adecuada. Si la economía mundial «tira», una empresa internacionalizada como Acerinox tendrá resultados positivos.