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Recuperando empleo

La Razón
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En el año recientemente dejado atrás, la economía registró crecimientos en todos sus trimestres, algo necesario para darle la vuelta a la tendencia del mercado laboral. A la espera de conocer la última Encuesta de Población Activa (EPA) de 2014, que para los economistas es el mejor termómetro del mercado laboral, esperamos que se salde con un cambio de tendencia: creación de empleo neto y subida de las afiliaciones a la Seguridad Social.

Dos noticias francamente buenas, aunque algunos ponen siempre peros. España, antes de la reforma laboral –la cual sigue sin completarse– era una máquina de destruir empleo en el supuesto caso de que llegara una crisis severa y prolongada, algo que desgraciadamente hemos visto. En la actualidad, el descenso del paro o ese cambio de tendencia se ha fraguado sobre empleo precario, cierto.

Es este hecho el que no gusta a nadie. Pero sinceramente, pocos pensaban que con un paro cercano al 25% podríamos crear puestos de trabajo de calidad o destruir desempleo rápidamente. La alta tasa de paro presiona a los salarios a la baja y la incipiente recuperación que está por afianzarse aún lleva a los empresarios a contratar a tiempo parcial o con contratos temporales. Por mucho que disguste, no puede ser de otra forma, más en una economía como la nuestra, de baja especialización, donde sectores como construcción y servicios añaden poco valor añadido por parte de los empleados, donde no gozamos de un sector industrial que llegue e incluso se alce por encima del 25% del PIB.

Pocos señalan que nuestro sistema educativo tiene que ser reformado en profundidad. No son admisibles la tasas de abandono escolar existentes, como tampoco lo es que colegios, centros de formación y universidades muchas veces vivan de espaldas al mercado laboral o la ínfima inversión en I+D de nuestras empresas.

Sin embargo, pocos señalan que se comienza a registrar un tímido repunte de las contrataciones indefinidas, tendencia que debería incrementarse en este 2015. La CEOE comienza a incluir subidas muy leves de los salarios, pero subidas. La desinflación –hoy por hoy no hay deflación, aunque algunos insistan en que existe– hace que trabajadores y pensionistas ganen poder adquisitivo. Esa ganancia contará además con una ligera rebaja de los impuestos directos, así como con un euribor que nuevamente volverá a dar un respiro a las familias hipotecadas, aumentando el dinero disponible para el consumo. 2015 debería ser el año de la recuperación del empleo y también de un empleo de mayor calidad.

*Profesor y coordinador del dpto. de investigación del IEB