Brexit
Reino Unido recibe 8.600 solicitudes por desempleo menos tras el «Brexit»
La economía británica alcanzó en el segundo trimestre un 4,9% de paro y un 74,5% de ocupación
Los primeros datos macroeconómicos tras el referéndum británico reflejan que todavía es demasiado pronto para que la economía real sufra los efectos del «no» a la Unión Europea. La Oficina Nacional de Estadística (ONS) publicó ayer los datos de ocupación y desempleo referentes al segundo trimestre del año; cifras récord que sitúan el paro a niveles de 2005 y el empleo, en máximos históricos. La tasa de desempleo acumulada entre abril y junio se situó en el 4,9%, con un descenso de 52.000 personas sobre el trimestre anterior y 207.000 en comparación al mismo periodo de 2015.
El total de personas sin trabajo se situó en 1,64 millones, teniendo en cuenta tanto los que se benefician de subsidio como los que no. En la misma línea, la población ocupada alcanzó el 74,5%, hasta alcanzar los 31,8 millones de trabajadores, 172.000 más que en los primeros tres meses del año. Reino Unido ha alcanzado su mayor cifra de empleo desde que se iniciara la serie en 1971. Aunque todavía no existen datos para el mes de julio, primer mes completo posterior al «Brexit», la ONS ha adelantado que las solicitudes de subsidios por desempleo han disminuido en 8.600, frente al ascenso de 900 registrado en junio. Los primeros números hacen presagiar un impacto menor del esperado tras la negativa británica a permanecer en Europa-las previsiones situaban el paro trimestral en el 5%-, a la espera de los datos oficiales. Los salarios también registraron una evolución positiva en los últimos tres meses, con una subida del 2,4% respecto a 2015. El número de personas económicamente inactivas cayó en 58.000, hasta situarse en los 8,8 millones durante el segundo trimestre. Sin embargo, sí que estan disponibles los primeros datos de julio sobre consumo e inflación. El IPC del primer mes completo tras el «Brexit» registró un incremento del 0,6%, una décima por encima del 0,5% de junio y su nivel más alto desde noviembre de 2014. El consumo tampoco parece haber reaccionado a los resultados del referéndum, con una subida del 2,6% en el mes de julio, aunque muestra cierta ralentización respecto a mayo y a junio, ambos con un incremento del 3,6%, según refleja un informe de Barclays.Otro indicativo de que la economía británica mantiene una evolución positiva es el del precio de la vivienda, que se incrementó un 8,7% en el mes de julio respecto a 2015. Las residencias en Reino Unido pasaron de valer 226.500 euros de media a los 246.000 euros, con un incremento de 19.500 euros, según los últimos datos publicados por la ONS. De hecho, es la capital, Londres, la que registra un precio más alto por vivienda, hasta alcanzar los 543.000 euros.
Sin embargo, la libra ha sido la primera en notar los efectos negativos del «Brexit». La moneda británica se ha depreciado un 2% desde el 1 de julio, pasando de 1,32 libras por dólar a principios de mes a 1,29 libras a mediados de agosto. En este sentido, un reciente estudio recoge que la devaluación de la moneda inglesa frente al dólar y al euro, junto a la de otras divisas como la mexicana o la turca, puede favorecer la demanda turística de cara a la temporada estival, ya que el turista tendrá un mayor poder adquisitivo, según los datos facilitados por Ebury. En cambio, otras entidades alertan sobre el peligro a medio plazo que puede suponer la salida de Inglaterra. En concreto, Santander UK, la filial del Banco Santander en Reino Unido, advierte en un reciente informe de tanto el contexto de tipos de interés a la baja como la inestabilidad producida en Europa tras el «Brexit» pueden poner en peligro la ansiada estabilidad bancaria. La entidad anunció que hará nuevos recortes si la economía se resiente.
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