Jubilación
Sólo cuatro países suben las pensiones como pide el PSOE
Francia e Italia revalorizan las prestaciones en función del IPC, pero congelaron su subida dos veces en los últimos cinco años. En Austria han crecido un 7,6% menos que los precios desde el año 2000
Francia e Italia revalorizan las prestaciones en función del IPC, pero congelaron su subida dos veces en los últimos cinco años. En Austria han crecido un 7,6% menos que los precios desde el año 2000.
La propuesta de revalorización de las pensiones al Índice de Precios al Consumo (IPC) que volverán a pedir hoy en el Congreso de los Diputados PSOE y Podemos al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, apenas cuenta con ejemplos en el entorno internacional más cercano a España, pese a que, ayer, el líder socialista Pedro Sánchez presumíera de lo contrario en twitter. De los 28 Estados que conforman la Unión Europea, sólo cuatro las suben exclusivamente «en función del IPC», ya que ni tan siquiera lo hacen «como el IPC». Se trata de Francia, Italia, Hungría y Austria. En el país vecino, el cálculo anual se revaloriza por la estimación del IPC, pero sin regularizaciones posteriores para tener en cuenta el dato real de inflación. Se da la circunstancia, además, de que en Francia las pensiones se congelaron en 2014 y en 2016, y se ha acordado de facto la congelación para 2018.
Desde 2007, los pensionistas galos han visto perder el poder adquisitivo un 0,6%. La Unión Nacional de Sindicatos Autónomos (UNSA) ha calculado, asimismo, que en 2017, la diferencia entre el IPC y las pensiones será de un punto y medio, en detrimento del poder adquisitivo de las pensiones.
Otro de los pocos Estados que utilizan una fórmula similar a la que demandan en España los partidos de izquierdas es Italia. En esta país, sin embargo, la subida de las pensiones se congeló en 2016 y 2017 debido a la situación de deflación. Durante 2012 y 2013 las pensiones máximas –las que tienen un importe seis veces superior a la mínima– también se congelaron. Desde 2007, las pensiones tres veces superiores a la mínima sufren detrimentos en su revalorización. De hecho, algunas se revalorizan al 95% del IPC, y otras al 75%, al 50% e incluso al 45%. En Austria, las pensiones han crecido desde 2000 un 29,1%, mientras que los precios al consumo han aumentado un 36,7%, lo que se traduce en que las pensiones en este periodo han crecido un 7,6% menos que los precios. Esta pérdida de poder adquisitivo fue muy acusada entre 2000 y 2006 –del 6%–. Entre 2007 y 2018 la pérdida ha sido del 1,6%. Finalmente, Hungría revaloriza las pensiones según la estimación del IPC, aunque luego hace una revisión de la estimación en noviembre.
Frente a estos únicos cuatro Estados, el resto aplica otro tipo de fórmulas de revalorización más parecidas a la española, al tener en cuenta la coyuntura económica. Un grupo de países, por ejemplo, las revaloriza en función de los salarios. En este grupo se encuentran Dinamarca, Holanda, Suecia, Reino Unido y Noruega. El primero de estos Estados revaloriza, por ejemplo, la llamada «pensión social» de acuerdo con la evolución de los salarios, pero las llamadas «pensiones complementarias» sólo se revalorizan si exiten recursos suficientes. En Reino Unido, la «pensión estatal básica» se revaloriza tomando el mayor de los incrementos siguientes: el crecimiento de los ingresos medios, el aumento de los salarios, o el 2,5%. Se da la circunstancia de que en este país dichas pensiones son bajas. En 2016, apenas eran de unos 9.000 euros anuales. En Suecia, la pensión contributiva se actualiza con el incremento del ingreso medio, deduciendo 1,6 puntos porcentuales. Las pensiones complementarias se revalorizan según la evolución de los precios para los pensionistas de 65 o menos años. Para los demás, el ajuste sigue los cambios en los ingresos medios, deduciendo 1,6 puntos porcentuales.
Factor de sostenibilidad
Un tercer grupo de países revaloriza las pensiones en función de los precios y los salarios. Es el caso de Estados como Croacia, Finlandia, Polonia, o Grecia. En un cuarto grupo, estaría España, junto a países como Estonia, Grecia, Portugal, España y Alemania. Todos ellos revalorizan en función de los precios, los salarios u otras variables. En Portuga, por ejemplo, se tienen en cuenta el PIB y el Índice de Precios al Consumidor, excluyendo la vivienda. En Alemania, desde la reforma de 2001 se revalorizan de acuerdo con el «valor actual de la pensión». Esta variable se ajusta en función de la evolución de los salarios brutos del año anterior, que se puede ver reducida por el factor de contribución y el factor de sostenibilidad, que mide la relación entre pensionistas y cotizantes, entre otros factores. Los niveles de pensión están sujetos a cláusulas que evitan las reducciones de los niveles existentes de pensión.
Por último, hay un grupo formado por dos Estados que aplican la «revalorización ad hoc», decidida de forma discrecional por el Gobierno o sin una regla fija. Son Lituana e Irlanda.
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