Emprendimiento social
First Drop o cómo ayudar a las startups de impacto en sus primeras etapas
El fondo pretende ayudar a reducir el riesgo en la inversión en este tipo de empresas
Generalmente las empresas se crean para ganar dinero, pero este no tiene por qué ser su único leit motiv. De hecho, cada vez es más frecuente que, a este ánimo de lucro, se le sumen otros objetivos por el bien común. Movimientos como el B Corp y el impulso a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU han puesto encima de la mesa de dirección de las empresas la necesidad de combinar rentabilidad con sostenibilidad. Algo que, además, cada vez demandan más las nuevas generaciones.
En el caso de las startups, podemos decir que las de impacto son aquellas que “por medio de la tecnología resuelven los mayores retos sociales y medioambientales englobados dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, según Manuel Nieto, cofundador de First Drop VC, fondo del ecosistema que funciona como un híbrido entre un VC tradicional y una aceleradora de startups, además de estar focalizado en empresas de impacto (aquellas cuyas soluciones están recogidas por los ODS).
“La característica principal de estas empresas es que no nacen con el objetivo de disminuir los problemas sociales o medioambientales sino de revertir sus efectos nocivos. Entienden que la rentabilidad es fundamental pero también el impacto que generan y por ello, miden tanto los indicadores financieros como los de impacto ya sea la huella de carbono, litros de agua ahorrados o número de personas escolarizadas entre otros”, añade.
Soy de impacto y no lo sé
Según un estudio que se ha llevado a cabo recientemente, el 42% de las startups que se crean en Europa desconocen que tienen una naturaleza de impacto, según DealRoom, lo que las aleja de obtener multitud de ayudas y beneficios que están a su disposición.
Según Nieto, las empresas de impacto reciben más inversión ya que, desde el punto de vista del capital privado, “se está viendo una gran implicación por todos los actores para invertir en las compañías que están alineadas con los valores de las nuevas generaciones”. De hecho, los jóvenes se caracterizan por tener más presente la sostenibilidad en sus decisiones de compra, por lo que, según este experto, “las empresas de impacto están capturando no solo inversión masiva si no, rentabilidades iguales o superiores a las empresas tradicionales”.
Además de la financiación privada en equity, existen más formas para financiar estas compañías de impacto, según explica a La Razón el co fundador de First Drop. “Al tener muchas de ellas un componente de hardware importante, reciben mucha inversión en deuda y además cuentan con un gran número de ayudas tanto nacionales como internacionales para el desarrollo de sus soluciones”, explica. En el caso de nuestro país, existen ayudas para este tipo de empresas como Neotec, ENISA o ayudas locales. Además, a nivel europeo “estas empresas son muy susceptibles” de recibir ayudas como H2020, EIC Accelerator, NetZero o los fondos NextGen.
Preguntado cómo se puede mejorar la financiación de este tipo de startups, dado el informe de DealRoom al que hacíamos referencia, Nieto expone que habría que conseguir más capital catalítico “ya que muchas de estas compañías, principalmente las que tienen un enfoque social, necesitan más tiempo de madurez y por ello, la rentabilidad esperada puede ser menor. Con fórmulas como Capital paciente o Blended Finance podemos hacer que se aumente tanto la inversión en este tipo de compañías como la rentabilidad esperada por los fondos de inversión”.
En este punto, Nieto detalla que First Drop juega “un papel fundamental en este tipo de inversiones, ya que la mayoría de fondos que existen en el mundo y principalmente en España, se dedican a invertir en compañías con una gran madurez. Sin embargo, First Drop invierte en compañías en sus primeras etapas donde no solo el capital es más importante para sobrevivir si no que la rentabilidad para el inversor es muy superior a las fases posteriores”.
Según este fundador, invertir en fases iniciales tiene un cierto riesgo ya que “hay menos tracción del negocio”. Sin embargo, defiende que el modelo que ha creado con First Drop hace que dicho riesgo disminuya, al contar con un equipo formado por emprendedores y un programa de acompañamiento a las empresas “donde los propios inversores del fondo, que son personas que han montado empresas de éxito, ayudan a los nuevos proyectos a crecer”.
Más startups de impacto
Por último, cabe señalar que Manu Nieto vislumbra un futuro en el que habrá muchas más startups de impacto. “Van a nacer de forma masiva durante los próximos años”, vaticina, razonándolo en el hecho de que “las nuevas generaciones no solo quieren ganar dinero, si no hacer cosas para mejorar el mundo y la sociedad donde viven. Por ello la creación de este tipo de empresas es imparable”.
Algo que considera positivo. “Si las startups se dedican a solucionar problemas sociales y medioambientales, cuantas más existan mejor será para el planeta y la sociedad”.
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