para las empresas

Quienes dicen que el tamaño no importa se equivocan. Al menos, cuando se habla de empresas. Y es que las compañías más grandes tienen un mayor grado de supervivencia porque son más productivas e innovadoras, y están más internacionalizadas. Sin embargo, nuestro tejido empresarial es pequeño comparado con el de otros países de la UE, ya que existe una base muy numerosa de pequeñas empresas con facturaciones inferiores a los 10 millones y las que facturan más de 1.000 millones de euros no llegan a las 200.

De acuerdo a algunos análisis realizados por el Círculo de Empresarios y Fedea, si el tamaño medio de las empresas españolas se acercara al de las alemanas, nuestro nivel de productividad y nuestro PIB se elevarían un 13% y un 15%, respectivamente. Y este aspecto resulta especialmente significativo al enfocarse en las empresas del «middle market», un segmento que puede ser el motor para la transformación del tejido empresarial español.

Es decir, las empresas españolas necesitan aumentar su tamaño. Y, precisamente por ello, CRE100DO acompañará a 100 compañías españolas del «middle market» que facturan entre 50 y 300 millones de euros en su ruta para hacerse grandes. Hasta la fecha, 75 empresas están participando en el programa y en 2019 entrarán a formar parte otras 25.

CRE100DO se trata de un programa-país iniciado por la Fundación Innovación Bankinter, el Icex y el Círculo de Empresarios que quiere transformar el tejido empresarial español. Y gracias a su labor, ha recibido el Premio a la Mejor Aceleradora de Empresas. Carlos Mira, su director, explica que lo primero que necesita una empresa para aumentar su tamaño es tener una base sólida y la aspiración de crecer. En el caso del «middle market», añade, en CRE100DO han identificado cinco factores clave: situación financiera sana, clientes satisfechos, directivos y empleados comprometidos, diferenciación respecto a la competencia y aspiración de crecer en excelencia y tamaño.

Principales barreras

En el lado contrario de la balanza, Mira revela que los principales techos a los que se enfrentan las empresas españolas a la hora de crecer son la falta de un proyecto ambicioso, basado en la excelencia, en una «razón de ser de la empresa» atractiva para clientes, empleados y que aporte valor a la sociedad; la carencia de un CEO y de un equipo directivo capaces de liderar ese proyecto de empresa y de una propiedad que crea en el proyecto y lo apoye. Además, el director de CRE100DO puntualiza que, actualmente, la restricción más significativa a la hora de crecer es no contar con el talento necesario, una visión compartida, una cultura motivadora en la que todos puedan prosperar y un liderazgo adecuado.

De igual modo, revela que en nuestro país existen otras barreras, como la utilización de las fuentes de financiación, ya que en España no se ha generalizado el uso de otras distintas a la bancaria. De hecho, cree que se deberían fomentar, así como que se tendrían que reducir los costes asociados a los instrumentos de financiación adicionales a los bancarios.

En este mismo sentido, otro factor que limita el crecimiento es el bajo nivel de innovación, que en España se encuentra «muy por debajo del de otras economías europeas, al no percibirse como una fuente de creación de valor. Por ello, habría que potenciar una cultura de innovación en los empresarios y trabajadores».

Mira también destaca como freno para el aumento de tamaño el «gap» existente entre el sistema educativo español y las necesidades actuales de la empresa, e insta a adecuar los programas educativos a los puestos de trabajo demandados, especialmente en la nueva «sociedad del conocimiento».

Por último, el director de CRE100DO sostiene que las empresas españolas se enfrentan a umbrales regulatorios que suponen una carga económica y de gestión tras superar un determinado tamaño, por lo que cree que se deberían modificar los requerimientos que limitan el crecimiento.

Todas las empresas que pueden entrar a formar parte del programa de CRE100DO tienen que presentar crecimientos sostenidos y beneficios en los tres últimos años. Pero existen requisitos más cualitativos, como que la compañía cuente con un proyecto de empresa claro y definido y que su participación en el programa genere un efecto tractor por ser referencia para otras compañías.