Elecciones 24-M
Tripartitos, cuatripartitos y pentapartitos contra el PP
La irrupción de nuevas fuerzas obliga a pactos que dificultarán la gobernabilidad de parlamentos y ayuntamientos
Si algo ha caracterizado a estas elecciones autonómicas y municipales ha sido la fuerza con la que han entrado las formaciones que se estrenaban en unos comicios. En muchos casos, han obtenido unos resultados que hasta hace poco sólo estaban al alcance de los partidos tradicionales, como por ejemplo los ocho concejales con los que se ha hecho Barcelona en Común, marca liderada por Ada Colau. En otros, con una representación más reducida, se han convertido en la llave para formar gobierno. Pero, sobre todo, la gran afluencia de partidos y lo repartido de los votos hacen que en numerosos ayuntamientos y parlamentos autonómicos sea necesario reeditar ejecutivos tripartitos e incluso cuatripartitos para alcanzar la mayoría absoluta. Por ello, una vez conocidos los resultados, comenzaron las conversaciones en busca de unas alianzas que, en muchos rincones de España, derivarán en ejecutivos fragmentados. Eso siempre que estas marcas tan dispares se pongan de acuerdo, pues en el caso de que en los consistorios no se acerquen posturas, la Ley obliga a que gobierne la lista más votada.
Pero los partidos ya tienen la calculadora en la mano y buscan esa representación conjunta de la «mitad más uno» para alejar del poder a la formación que ha obtenido mejores resultados, en la mayoría de casos el PP. Es lo que ocurre en cinco autonomías, en las que puede llegar a darse el caso de gobiernos formados por entre tres y cinco partidos.
Aragón es una de ellas y en su Parlamento han entrado siete partidos diferentes. Pese a que el PP de Luisa Fernanda Rudi se ha hecho con 21 concejales (muy lejos de los 34 que suponen mayoría absoluta), la unión de fuerzas de izquierda desbancaría a los populares. Aquí, el pacto que más fuerza cobra es el de los socialistas de Javier Lambán (18 concejales) con Podemos (14) y la Chunta (2), sumando 34 escaños, que serían 35 si se sumase IU. Ni siquiera el tripartito PP-PAR-C’s (32) lograría la mayoría absoluta.
Algo similar ocurre en Baleares, donde los 20 escaños que han perdido PP y PSOE se reparten entre el resto de partidos. Ocho formaciones logran representación y todo apunta a una alianza PSOE-Podemos-Más por Mallorca, que sumaría los 30 concejales necesarios que garantizan la mayoría absoluta. Incluso serían 34 si se unen Más por Menorca y Gente por Formentera.
Navarra es otro de los ejemplos. Ninguna formación logra los 26 escaños necesarios y las opciones pasan por un pacto entre nacionalistas y formaciones de izquierdas (GBai-Bildu-Podemos-IE), que lograrían esos 26 escaños. Ni siquiera uniendo fuerzas UPN, PSOE y PP lograrían superarlos. Y la opción de pactar con Podemos no agrada a los regionalistas.
Otra coalición de izquierdas es la que aspira a gobernar en la Comunidad Valenciana, donde la mayoría absoluta se sitúa en 50 concejales. Los 31 escaños del PP y los 13 de Ciudadanos no son suficientes, por lo que el matrimonio PSOE-Compromís-Podemos (55) coge cada vez más fuerza. Y más de lo mismo en Cantabria, donde todo apunta, salvo desacuerdo de última hora, que gobernará el tripartito de PRC-PSOE y Podemos, que logran 20 (la mayoría absoluta son 18).
En cuanto a los ayuntamientos, la situación es prácticamente la misma en muchos de ellos. Aquí, al no presentarse Podemos, son las centenares de marcas afines a la formación de Pablo Iglesias las que han cambiado el mapa y a las que muchos miran para formar gobierno. Así, entre los casos más destacados está Valencia, donde un tripartito de izquierdas (Compromis-PSOE y Valencia en Común) aspira a alzarse con el poder. O Barcelona, donde si Ada Colau suma sus 11 concejales a los del PSOE, ERC y la CUP superarían por uno la mayoría absoluta. En Sevilla, lo mismo: el PP de Juan Ignacio Zoido venció (12 concejales), pero no logra la mayoría absoluta (16), que sí alcanzan PSOE-Participa Sevilla-IU.
Una historia que se repite en muchos otros ayuntamientos, como Cádiz, Alicante, Pamplona, Las Palmas, Zaragoza...
¿Y si no se pacta?
El día 13 habrá alcaldes, sí o sí
- AYUNTAMIENTOS
Es la opción más fácil y que menos quebraderos de cabeza implica, tanto para los partidos como para los propios ciudadanos, que, sí o sí, tendrán un alcalde el próximo día 13 de junio, tal y como marca la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) en sus artículos 195 y 196.
En concreto, la normativa marca que «las corporaciones municipales se constituyen en sesión pública el vigésimo día posterior a la celebración de las elecciones» (13 de junio), salvo que se haya presentado algún recurso contra los concejales, por lo que se constituiría el cuadragésimo día posterior a los comicios.
En el caso de que nadie lograse la mayoría absoluta, la ley establece que «es proclamado alcalde el concejal que encabece la lista que haya obtenido mayor número de votos. En caso de empate, se resolverá por sorteo».
- COMUNIDADES
En este caso, la ley no obliga a que, ante la falta de acuerdo, gobierne la lista más votada. Y el ejemplo más claro y reciente es Andalucía. Tras las elecciones y una vez constituidos los parlamentos, el partido más votado tiene 15 días para proponer a un candidato a presidente. Una vez designados, se elige una fecha para la primera sesión de investidura, que deberá superar por mayoría absoluta. Si no lo logra, dos días después se celebrará otra, aunque en esta ocasión bastaría con mayoría simple. A partir de ahí, se abre un plazo de dos meses para seguir votando cuantas veces se quiera, pero pasado este tiempo se deberá disolver el Parlamento y convocar nuevas elecciones. En todas las comunidades, salvo en Castilla-La Mancha, se repite este proceso.
- CASTILLA-LA MANCHA,
La excepción. La reforma electoral que aprobó esta comunidad no sólo redujo de 49 a 33 los escaños, sino que marca la obligación de que, si los partidos no alcanzan un acuerdo en el plazo de dos meses, será la lista más votada la que gobierne.
✕
Accede a tu cuenta para comentar