Podemos gana en Cataluña con el revulsivo Colau y Mas se estrella

Sólo una legislatura ha aguantado CiU como la fuerza más votada en Cataluña en unas elecciones generales. Cuatro años, un suspiro, si se tiene en cuenta que tardó 34 en arrebatar al PSC este privilegio. En 2011, CiU se aprovechó del desgaste que el tripartito ejerció en los socialistas para quitarle la victoria. Entonces, Artur Mas peleaba por el pacto fiscal.

Mas se ha pasado de frenada, ha roto con Unió –que se queda sin representación en el Congreso–, ha abandonado el discurso moderado del pujolismo y ha aprobado una resolución rupturista con la CUP. Se ha equivocado de estrategia y En Comú Podem, la marca catalana de Podemos, le ha ganado (12 escaños a 8). Y lo ha hecho con una apuesta clara por el referéndum que hasta hace poco defendía Convergència. El revulsivo de Ada Colau, desaparecida en las catalanas, ha adjudicado a Podemos el flanco de la izquierda. Por delante de ERC, que con 9 diputados, queda en un respetable segundo puesto y se impone, por primera vez a CDC, que obtiene 8 escaños, los mismos que el PSC, aunque menos votos. Mas sale erosionado para negociar su investidura con la CUP. El PSC resiste como segundo en el área metropolitana de Barcelona. Ciutadans, con 5, se hunde respeto al 27-S. Y el PP se queda con 5.