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Pamplona

«Encierro»: los toros saltan a la pantalla

«Encierro»: los toros saltan a la pantalla
«Encierro»: los toros saltan a la pantallalarazon

Seis de julio. Chupinazo. Empieza la fiesta. Pamplona se tiñe de rojo y blanco para vivir San Fermín.

Seis de julio. Chupinazo. Empieza la fiesta. Pamplona se tiñe de rojo y blanco para vivir San Fermín. La Feria del toro. La capital navarra se llena de diversión y desenfreno, pero la auténtica esencia de estos ocho días de julio en fiesta la sienten los protagonistas de «Encierro»: los corredores. Tensión. Miedo. Nervios. Adrenalina. Satisfacción. Una y otra vez. Cada mañana, a las ocho en punto, con el cohete, las emociones, masculladas durante días e incluso semanas, se disparan. Es el sino del corredor: intentar las mejores carreras. Ahora, con las tres dimensiones, los espectadores pueden vivir también el «Encierro». La carrera, con todos sus ingredientes.

«La idea era extraer la riqueza tradicional del encierro y plasmarla en la pantalla; y conseguirlo no fue difícil porque me dejé llevar por las emociones», explica el director de la película documental, el holandés Olivier Van Der Zee. Todo un experto en rodajes en 3D que no dudó en recoger la idea de Enrique Urdánoz, productor de la obra. «Soy de Pamplona, he corrido el encierro y me dedico al mundo audiovisual; era casi una obligación para mí hacer un documental sobre San Fermín», confiesa.

Ahí está la clave. El alma máter del proyecto nació y creció mamando desde dentro los Sanfermines. Gracias a este importante detalle, «Encierro» cobija por igual al habitual en Pamplona como al extranjero. El toro no entiende de nacionalidades. Una universalidad que se refleja a través de dos leyendas vivas de la carrera pamplonica como el galés Noel Chadler y el neoyorquino Joe Distler. Dos fieles habituales a San Fermín que aparecen en la película. Junto a ambos, el pastor del encierro Miguel Reta, el corredor madrileño Paco Sánchez, el periodista Javier Solano y los pamploneses Julen Madina y Miguel Ángel Eguíluz. Cada uno con una profesión y una vida distinta, pero todos enamorados de un sentimiento: la pasión por el toro.

«Viven durante todo el año el amor y el respeto hacia este animal», explicó el director. «Cuando corres delante del toro, sientes una simbiosis entre el animal y tú, es como estar flotando, en ocasiones te da la sensación de que eres tú el que llega a templar el trote y la embestida del burel», narra el corredor Miguel Ángel Eguíluz. «Toro y hombre pasan a ser un mismo ser», detalla el pamplonés.

Y es que, además de las vivencias y sensaciones humanas, «Encierro» recuerda la peligrosidad del animal de lidia; un ejemplar nada indefenso. «La película ofrece una visión real de las carreras», detalló Eguíluz. «Salir indemne y victorioso de ese reto es el mayor logro diario en San Fermín, porque el toro, en cinco segundos, te parte en dos», sostiene el corredor. Esta verdad siempre presente de las cornadas aparece en el documental, porque forma parte del encierro, pero sin llegar al morbo ni al abuso de la sangre. Eso sí, la realidad es que la muerte puede llegar. Lo sabe muy bien Jose Antonio Jimeno, padre de Daniel, último corredor fallecido en la manga de la capital navarra. Su crudo testimonio también está presente en la película.

Tres años de encierros y más de cincuenta horas de rodaje recogidos en 80 minutos que, desglosado por tramos, disecciona el recorrido completo de la carrera de los toros hasta llegar a la plaza. «La intención es mantener la tensión de tres minutos durante más de una hora para lograr que el espectador sienta lo mismo que el corredor», concluye, convencido, el productor. Vaya si lo han conseguido.