España

Los disidentes de ETA rechazan el apoyo de Otegui a Sánchez

Reclaman la amnistía total frente a medidas penitenciarias parciales

Los disidentes de ETA, agrupados en el Movimiento Pro Amnistía y Contra la Represión, ATA, se han desmarcado, una vez más, de la línea oficial que marca Sortu y Arnaldo Otegui, cuando piden el acercamiento de los presos al País Vasco. “Igualar paz con aplicación de la legalidad penitenciaria ordinaria es, simplemente, aceptar la legitimidad del ocupante para pisotearnos. Porque la lucha es legítima, ¡amnistía total!”, afirman en un comunicado. Lo que está detrás de esta postura es la crítica al apoyo de EhBildu a la investidura de Pedro Sánchez” como si el PSOE no fuera igualmente un partido de derechas y artífice del régimen y del sistema”,

La transferencia de las competencias penitenciarias al País Vasco, acordada entre el presidente del Gobierno y el PSOE (se decía en el documento firmado que se traspasarían todas las que están pendientes), dará a los nacionalistas las llaves de las cárceles, como ocurre en Cataluña. De poco valen si no van acompañadas con el traslado a prisiones del País Vasco, en especial la de Zaballa, en Álava, de los reclusos etarras.

Los disidentes de la banda, que tienen en su poder al menos 60 pistolas y presos que les apoyan desde las cárceles, lo saben y no parecen dispuestos a dejar que nacionalistas y los de Otegui controlen este asunto, en el que está en juego el control de los reclusos, algunos de los cuales se han mostrado abiertamente en contra del final “pactado” de ETA al no haberse conseguido los fines estratégicos de “independencia y socialismo”.

Por ello, coincidiendo con la manifestación mayoritaria celebrada hoy en Bilbao, han mostrado su discrepancia al considerar que “los estados español y francés no utilizan la represión para castigar únicamente a unas personas determinadas, sino para extender el miedo a todos aquellos sectores que deseen rebelarse contra la opresión nacional y social que padece Euskal Herria y su clase trabajadora. Los estados español y francés utilizan la cárcel, la tortura y el asesinato para castigar la lucha contra la dictadura de sus imperios y sus clases dominantes”.

Lo que también subyace en estas palabras es el temor a que posturas acomodaticias, en las que se logren beneficios penitenciarios, acabe con los principios de la “revolución vasca”.

Todo esto suena a una historia apolillada, que defienden algunos nostálgicos; pero conviene recordar cómo “procesos de paz” tan cacareados como los de Irlanda y Colombia hoy están puestos en cuestión.

“La cárcel es un enorme contenedor de basura donde esconder todo aquello que deja al descubierto la farsa de este sistema corrupto. La cárcel es un asesino monstruoso donde esconder las miserias generadas por el capitalismo y, sobre todo, es una máquina devastadora para castigar a los militantes que se levantan para hacer frente a la opresión. Y para ello sitúan como amos de las llaves de las celdas (en el futuro el PNV) a militantes fascistas, cobardes lacayos de los poderosos, para que hagan aún más difícil la vida de los presos políticos”, afirman los disidentes en su comunicado.

Y agregan que si defienden la amnistía total es porque supone “la reivindicación de la superación de la opresión. La amnistía es la defensa de la legitimidad de la lucha. La amnistía es un grito contra la falsa paz y la asimilación.

Vemos con preocupación que en el tema de los represaliados se está imponiendo el concepto burgués de lo que es “la paz”, que, en realidad, más que buscar una salida para la situación de los represaliados, busca que la correlación de fuerzas se incline más hacia el lado de nuestros enemigos o, al menos, que la situación se mantenga como está”, en clara referencia al apoyo de EhBildu a la investidura de Pedro Sánchez.