Coronavirus
Grande-Marlaska: “Pueden hacer falta más medidas pese a llegar al pico”
La entrevista se fue cerrando por teléfono a golpe de actualidad durante el fin de semana. Por encima de todo coloca la prudencia, pero entre líneas se lee que la alarma puede prorrogarse.
¿De qué manera tendrán que implicarse las Fuerzas de Seguridad en garantizar este cierre más estricto de la actividad económica?
–Todas las Fuerzas de Seguridad, todas –Policía Nacional, Guardia Civil, Mossos D’Esquadra, Ertzaintza, Policía Foral y todas las policías locales– están realizando un trabajo extraordinario, como siempre, en la compleja misión que se les ha encomendado, que no es otra que proteger la salud y la seguridad de todos y velar por el cumplimiento de las medidas que ha dictado el Gobierno. Lo hacen con dedicación y profesionalidad, y así lo seguirán haciendo en esta nueva fase que arranca ahora. Tenemos a disposición de la ciudadanía los efectivos necesarios para hacer cumplir las nuevas medidas adoptadas, que no quepa ninguna duda. De todos modos, no está de más seguir apelando a la responsabilidad y solidaridad de todos.
–¿Por qué se adopta ahora esta decisión, que pedían ya algunas comunidades la semana pasada?
–Estamos tomando la decisiones precisas y necesarias en cada momento, según nos van señalando, como no podía ser de otra forma, las autoridades científicas y médicas. El objetivo primordial de estas nuevas medidas no es otro que entre todos ayudar a los profesionales sanitarios, que son el verdadero frente y vanguardia de esta lucha, y evitar la sobresaturación de los hospitales y muy especialmente de las unidades de UCI. Hasta ahora, con las medidas adoptadas, habíamos reducido los desplazamientos, con los contagios que podían llevar aparejados, en un 70 por ciento los días de entre semana y entorno a un 80 por ciento los fines de semana. Pero lo que queremos ahora es llevar esa cifra de reducción de los desplazamientos hasta el 85 por ciento en los próximos días.
–Cada día, cuando se difunden las cifras de contagios y de fallecimientos por COVID-19, uno tiene la sensación de que esto se nos ha ido de las manos. ¿El Gobierno está desbordado por el alcance de la crisis?
–No, todo lo contrario. Es verdad que la situación es muy compleja, obviarlo no sería sensato ni obedecería a la realidad porque es una crisis sanitaria a la que no nos habíamos enfrentado nunca. Buena prueba de ello es que ha tenido que decretarse el estado de alarma y se ha tenido que pedir su prórroga al Congreso. La situación no es sencilla, exige muchas actuaciones, pero estamos trabajando en ello desde el minuto cero. Y hemos seguido siempre los criterios esenciales que establecen las autoridades médicas, sus análisis y sus previsiones. No sólo recopilando datos del día a día, sino trabajando con escenarios que pueden darse en los próximos días y tomando las medidas necesarias. Y todo ello compartiéndolo con las comunidades autónomas para la necesaria coordinación.
–En las previsiones y escenarios que maneja internamente el Gobierno, ¿cuándo empieza a bajar el número de fallecimientos y contagios?
–Los criterios de la autoridad sanitaria establecen que ya rozamos el pico. Hay que diferenciar el contagio, el momento de los síntomas y el momento de la notificación como caso de COVI-19.
–¿Eso quiere decir que no será necesario prorrogar el estado de alarma, después de hacerlo más estricto?
–Hay que esperar antes de anticipar escenarios. Las decisiones las van a ir marcando los acontecimientos a corto plazo porque nos movemos en previsiones de días. Una cosa es el pico del contagio, y otra, los efectos del contagio y de la enfermedad en el sistema de salud pública. Estar en el pico no quiere decir que no hagan falta más medidas, pero no necesariamente. Ahora mismo estamos en el momento de hacer el seguimiento directo para tomar decisiones.
–¿Qué es lo que más les preocupa en estos momentos de la evolución de la pandemia?
–Que el sistema de salud no colapse. Tenemos un sistema envidiable, a la vanguardia a nivel mundial, y nos estamos enfrentando a una crisis sanitaria de primer nivel. Por eso nuestra principal preocupación es garantizar que no colapse.
–¿En qué explican que haya tantas víctimas en España a diferencia de otros países? Hay más que en China.
–En China la epidemia se centró y se perimetró en una región concreta, en Hubei, cuya población tiene unas cifras no muy superiores a las de nuestro país. Hay que tener prudencia con las comparativas globales, no está habiendo homogeneidad en la recogida de datos ni se están siguiendo los mismos criterios. Es algo de lo que sólo podremos sacar conclusiones cuando todo haya pasado y hayamos contenido la pandemia a nivel mundial. Quiero remarcar, además, que en España hemos tomado unas medidas de las más drásticas del mundo hasta el momento, y ese esfuerzo colectivo ha evitado miles de contagios. También hay que tener en cuenta que, gracias a nuestra calidad de vida, somos un país con una media de edad muy avanzada. Hay que esperar para poder hacer una comparativa real entre países.
–¿Por qué no se ha planteado antes la posibilidad de mandar aviones del Ejército español a traer material sanitario de China? Esto hubiera evitado retrasos y polémicas como la de los test que no son válidos.
–Las decisiones se toman según las necesidades y según cómo evoluciona la situación. Los aviones de Defensa irán y se trasladarán a donde sea necesario y se movilizarán todos los medios públicos que haga falta. A día de hoy ya se ha establecido un puente aéreo con China y también hemos habilitado un canal de distribución y control de la producción de determinados proveedores de China, a fin de garantizar que tengamos todos los EPI (equipos de protección individual) y medios necesarios ante cualquier contingencia.
–El ministro Illa anunció la semana pasada una compra importante de material, pero precisó que se esperaba que llegara en cuestión de semanas. ¿Se puede esperar tanto? ¿Oficialmente no les consta que en algunos hospitales haya ya problemas de falta de material?
–Hay el material necesario y suficiente para ofrecer todos los servicios, y así va a seguir siendo. Ya está empezando a llegar todo el material que pueda ser necesario para hacer frente a las necesidades actuales de nuestros sanitarios. Ayer llegó un envío; y seguirán llegando más en los próximos días. Ya se ha firmado un contrato que supera lo 500 millones de euros, sobre la base de la lista de empresas que ha recomendado el Gobierno chino, al que vale la pena agradecer su esfuerzo y colaboración.
–Usted dice que hay «el material necesario», pero todos los días vemos a sanitarios quejándose de que no les llega. Y la oposición y algunas comunidades les acusan de falta de previsión. ¿Mienten?
–Nosotros hemos tenido la necesaria y precisa capacidad de prevención. Esos juicios de valor, que no son sobre hechos, sobran. Son oportunistas. El Gobierno ha actuado según lo que la «lex artis» de Sanidad viene a establecer y conforme a lo que había que hacer en el momento concreto, antes las circunstancias existentes, y en términos de racionalidad. Hemos cumplido con las previsiones que las autoridades sanitarias establecieron desde el primer momento. No es el momento de oportunismos y he de decir que algún líder de los partidos de la oposición se ha desmarcado de esos juicios oportunistas, lo cual es de agradecer.
–La OMS declaró la emergencia mundial ante la expansión del virus. Sanidad anunció que estudiaba limitar actos públicos en los focos del virus. Y aquí se celebró después el 8-M y tantas otras concentraciones. Por sus conocimientos jurídicos. ¿puede prosperar la querella contra la autorización del 8-M?
–Reiterando mi máxima consideración a las resoluciones judiciales, ese día se realizaron miles de concentraciones públicas de todo tipo, sociales, religiosas, deportivas y políticas. Llama la atención que se circunscriba todo a la manifestación por el día de la mujer, una carga ideológica muy poco compatible con los derechos fundamentales, incluida la salud pública. E insisto en que no existía ninguna consideración en contra formalizada por autoridad médica.
–¿Será posible salvar el verano?
–El verano está cerca, quedan dos-tres meses, y a mí no me gusta ser visionario. Hay que partir de la base de que no hay precedente de una crisis sanitaria como ésta y, sin duda, vamos a salir todos de ella distintos de lo que éramos. Los efectos tendremos que ir superándolos poco a poco. Con cohesión, con unidad y con empatía entre unos y otros. Ahora lo importante, y en eso tenemos puestos todos nuestros esfuerzos, es garantizar que el sistema de salud pública no colapse. Estamos controlando la pandemia, estamos llegando al pico, hay que estabilizar el desarrollo y la propagación del virus. Y luego habrá que generar un escenario para que podamos salir adelante y que esto sea sólo un paréntesis. Para ello estamos tomando las medidas necesarias para que una vez que hayamos superado esta crisis sanitaria podamos acelerar la recuperación social y económica.
–¿Cuál es el principal reto al que se enfrentan en el estado de alarma las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado?
–Para ellos lo más duro es enfrentarse cada día cara a cara a la tragedia y a la realidad social. A la crisis sanitaria, a la cantidad de enfermos que llegan a los hospitales, a las situaciones que hay en algunas residencias. Pero su única preocupación es garantizar que lo importante se cumple, es decir, que los ciudadanos no se mueven si no es por una causa excepcional como determina el artículo 7 del Real Decreto del estado de alarma. También están dedicados a garantizar que el personal sanitario puede desarrollar su trabajo en condiciones de máxima seguridad y que los bienes de primera necesidad llegan al lugar de destino. Todos los efectivos están en activo, se han suspendido todos los permisos.
–¿Con los efectivos movilizados será suficiente? Le pregunto por las bajas que se están produciendo también por el virus. ¿Hará falta tirar de la reserva o de la academia?
–Ahora mismo la situación está controlada. Pero cualquier posibilidad se valorará si fuera necesario. Los efectivos que están aislados, lo están para protegerse a ellos mismos y a la propia sociedad.
–¿Les han faltado medios de protección?
–Tienen todo el material necesario y preciso. En días anteriores ha sido más complicado contar con ese material para todos los colectivos que están en contacto con el virus. Hemos visto las dificultades que había para encontrar un mecanismo de aprovisionamiento razonable porque todo el mundo se está movilizando ante una pandemia global. Pero, aunque en el pasado ha habido más dificultades, en todo momento han tenido los EPI necesarios. Y ahora hemos repartido 1.125.000 mascarillas en los últimos días, y en este fin de semana nos llegaron 1.175.000 mascarillas más. Además, como le he dicho, ya hemos establecido el mecanismo de aprovisionamiento desde China con carácter de continuidad. Y también hemos implicado a la industria nacional.
–El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha instado a Interior a remitir medios de protección a los policías.
–Más allá de las resoluciones judiciales, que nos merecen todo el respeto, existiendo otra desestimatoria de la misma pretensión formalizada por otro sindicato policial, y dictada por el mismo tribunal, nuestro deber no es otro que garantizar que las Fuerzas de Seguridad desarrollen sus funciones con la máxima seguridad. Y ése es nuestro compromiso de ayer, hoy y siempre.
–¿Está funcionando la colaboración con los Mossos en una situación tan excepcional como ésta?
–Hay un buen nivel de cooperación y coordinación, como ya he tenido ocasión de subrayar ante situaciones de otra naturaleza. Y en estos momentos la cooperación se mantiene en los mismos términos de lealtad, a partir del principio de que las decisiones en materia de control se adoptan desde el Ministerio del Interior, pero en colaboración y coordinación efectiva con la consellería de Interior.
–¿Es muy pronto para saber si el confinamiento está produciendo un repunte de las agresiones machistas?
–Las situaciones de confinamiento dificultan poder conocer el agravamiento de la violencia machista. Pero esto es lo que ha determinado que, a partir del 12 de marzo, con anterioridad al estado de alarma, desde el Ministerio de Interior se adoptaran medidas para hacer seguimientos extraordinarios sobre el conjunto de expedientes que tenemos abiertos en VioGén (sistema de seguimiento integral en los casos de violencia de género). Hay más de 3.000 contactos directos diarios con víctimas, atendiendo a la evaluación del riesgo, si es bajo, medio, alto o extremo, y también hay contravigilancias de las víctimas de violencia de género que están en el sistema. Las Fuerzas de Seguridad están haciendo un trabajo extraordinario porque la situación también lo es, y una de nuestras prioridades máximas es, por supuesto, la lucha contra la violencia machista.
–¿La oposición se está comportando lealmente?
–No voy a entrar ahora en controversias ni en confrontaciones. Mejor vamos a decir que sí, que está siendo leal, y que todos estamos remando en la misma dirección para conseguir que la propagación del virus termine lo antes posible.
–¿También Torra?
–El presidente de la Generalitat ha ido mejorando, tomando conciencia de lo importante de la coordinación, algo que sí han hecho desde el principio las instituciones catalanas, que están a la altura de las circunstancias.
–¿Qué le parece que desde el independentismo catalán se esté alimentado el discurso de los agravios contra el Estado español?
–Estoy convencido de que es algo anecdótico y de que el independentismo catalán no entra en esas valoraciones en momentos actuales.
–¿ERC y EH Bildu pueden seguir siendo socios fiables? No están cuando vienen malas.
–Sólo pienso en el futuro de la sociedad española en estos momentos. En que todos vamos a salir diferentes, pero en que salgamos de ésta cuanto antes, lo más fuertes posible, y con las ganas necesarias para seguir construyendo país.
–¿Cataluña tiene las mismas medidas de seguridad y el mismo trato que el resto de comunidades?
–Sí, claro.
–No le parece tan evidente a Torra, por eso le pregunto.
-Por eso dije antes lo que dije.
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