Derrumbe de Zaldibar
La familia de Joaquín Beltrán: «No podemos llevar flores a un vertedero»
Coincidiendo con el primer aniversario del derrumbe han pedido que no se selle la escombrera hasta que no se encuentren los restos del operario sepultado hace un año
Coincidiendo con el primer aniversario del derrumbe del vertedero de Zaldibar, en el que perdieron la vida Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán, la familia de este último cuyo cuerpo continúa bajo los escombros, ha organizado esta tarde una concentración en Zalla, el que era su pueblo natal.
La familia ha exigido que no se selle el vertedero de Zaldibarhasta no encontrar los restos del operario sepultado hace un año para poder “traer a Joaquín de vuelta a casa”, porque “no podemos llevar flores a un vertedero”.
La concentración, a la que han asistido la mujer del trabajador, Elena, y sus hijos, Fran, Laura y Pablo, ha concluido con un minuto de silencio en una plaza en la que destacaban los ramos de flores colocados junto a varias pancartas de recuerdo al vecino de Zalla desaparecido.
En un comunicado al que ha tenido acceso LA RAZÓN, han querido “honrar” la memoria de Joaquín y de Alberto Sololuze y también la de “otro Joaquín” al que no quieren que “se olvide”, Joaquín Serantes López, que perdió la vida sepultado en el derrumbe del vertedero de Bens, en A Coruña, “sellado sin hallar sus restos”.
Asimismo, han querido agradecer el apoyo de todos los movimientos ciudadanos, los medios de comunicación, por “entender y respetar” sus sentimientos y trasladar “la dura realidad de lo acaecido”, y a la opinión pública, “que ha sabido empatizar con nuestro dolor”.
CRONOLOGÍA DE UNA TRAGEDIA
La actividad de las excavadores continúa en busca del cuerpo de Joaquín que sigue bajo tierra un año después de que fuera sepultado bajo los escombros del vertedero de Zaldibar. Fue el pasado 6 de febrero de 2020 cuando miles de toneladas de residuos se derrumbaron en cuestión de segundos sepultándole a él y a su compañero, Alberto. Desde entonces, el paisaje de los alrededores ha cambiado pero algo sigue igual: no hay responsables de una de las mayores tragedias medio ambientales y el proceso judicial está, un año después, todavía en instrucción.
«Están cada vez más desanimados. Las Navidades están muy recientes y ahora llega el aniversario», cuenta a LA RAZÓN fuentes cercanas a la familia de Joaquín Beltrán. «También están preocupados porque se van acabando las zonas de búsqueda y sigue sin aparecer», describen. La búsqueda de los restos del operario no se ha interrumpido en todo este tiempo. Los trabajos se centran en estos momentos en la zona denominada B4, y si esta labores de búsqueda no finalizan con éxito, se procederá a rastrear las zonas B1b y B1c. «En la zona B1b es dónde se encuentra el lavadero, una estructura de hormigón, hasta donde se cree que pudo acudir para resguardarse. El problema es que se encuentra a 28 metros de profundidad», explican estas mismas fuentes que sitúan en el mes de marzo o principios de abril la fecha de fin de las labores de búsqueda, «siempre y cuando la lluvia lo permita».
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