El metaverso

Entiendo que Pedro Sánchez se vaya a Kenia y Sudáfrica para no tener que asistir al debate de Presupuestos tras el varapalo recibido por el Banco de España, la Airef, el Instituto de Estudios Económicos, el Círculo de Empresarios, Funcas y el FMI por irreales y cortoplacistas, alertándonos de que la economía entrará en recesión técnica en el último trimestre de este año por la caída del PIB.

Es más gratificante, mucho más, estar de gira internacional acompañado de un séquito de 68 personas, aunque ésta sea breve, de 36 horas, que escuchando que si el Gobierno ha perdido el rumbo económico, que si son unas cuentas alejadas de las proyecciones macroeconómicas con el mayor gasto público de nuestra historia.

Mucho más gratificante que oír las contrapartidas que conllevan su aprobación como la rebaja penal del delito de sedición, el incremento del cuponazo vasco, las selecciones vascas de surf y pelota o el acercamiento de presos etarras. No hay color entre la realidad y el metaverso.

Ocho millones de españoles no pueden pagar sus facturas de luz y gas, el 27,8% de la población española está en riesgo de pobreza, pero Sánchez, en sus delirios de grandeza, mantiene una estructura de Gobierno y de asesores dos veces más que la que tuvo Mariano Rajoy, viaja con el doble del séquito con el que viajaba Rajoy, gasta mucho más que Rajoy, aumenta un 35% el gasto en publicidad. ¿Esta diferencia es por una cuestión de inteligencia? ¿Gasta el más tonto y ahorra el más listo? o es que ¿Rajoy estaba al servicio del país y con Sánchez es el país es que está a su servicio? No importa, en el metaverso la culpa de lo que pasa y de lo que se gasta es de Feijóo, Ayuso y Liz Truss.