Perú
25 años luchando contra la pobreza
Hace 25 años, el 11 de noviembre de 1988, fue creada la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), adscrita al Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, con el objetivo de contribuir a la erradicación de la pobreza y el hambre en el mundo, y para conseguir un progreso humano sostenible en los países en desarrollo.
Gracias al trabajo realizado durante el último cuarto de siglo, la Agencia ha conseguido posicionarse como una herramienta fundamental para la contribución de España al desarrollo internacional, y sobre todo, como el principal órgano encargado de canalizar la solidaridad de la sociedad española.
Para celebrar el XXV Aniversario de la AECID, ayer se inauguró una exposición en el Centro Cultural Conde Duque de Madrid, bajo la presidencia de Su Majestad la Reina. Sin dudarlo, Doña Sofía es la mejor embajadora de la cooperación española. Aprovechando sus desplazamientos para cumplir con compromisos internacionales, Su Majestad ha visitado frecuentemente los proyectos de nuestra cooperación en un gran número de países.
Fue precisamente en uno de esos viajes cuando Doña Sofía conoció al economista bangladeshí Mohamed Yunus, fundador del Banco Grameen de Microcréditos, y se interesó enseguida por su innovador método para combatir la pobreza con préstamos de muy pequeña cuantía. En pocos años, Su Majestad se convirtió en una de las principales abanderadas de las microfinanzas en todo el mundo, una idea por la que Yunus recibió el Premio Nobel de la Paz en 2006.
Estos 25 años de cooperación han hecho posible muchos logros y contribuciones de la sociedad española en favor del desarrollo internacional. Entre estas contribuciones están los avances en las investigaciones de la malaria a través del centro de investigación en Mozambique, los logros en salud y habitabilidad gracias a las intervenciones en materia de agua y saneamiento en América Latina, el fortalecimiento institucional y el fomento de los sistemas democráticos en los países socios, el impulso a la igualdad de oportunidades para mujeres y hombres, la preservación del medio ambiente y a la vez el fomento del desarrollo rural y la seguridad alimentaria.
La acción humanitaria es también uno de los puntos fuertes de la cooperación española. Sus intervenciones en casos como el huracán Mitch, el tsunami de 2004, los terremotos en Perú, Irán, o el más reciente de Haití; las inundaciones, las crisis alimentarias como la del Cuerno de África o la actual del Sahel y las crisis causadas por conflictos, como en Siria o Malí, son experiencias en las que la solidaridad de la ciudadanía española con las poblaciones afectadas ha estado representada por la Agencia.
En el ámbito cultural, la Agencia ha trabajado estos 25 años bajo el convencimiento de que la cultura es un motor más del desarrollo. A través de sus centros culturales repartidos por América Latina y el África subsahariana, la Aecid ha favorecido la creación cultural y formado a los actores culturales locales para hacer del sector cultural en cada país una nueva oportunidad de desarrollo.
La Aecid ha contribuido, asimismo, a reforzar el tejido de la sociedad civil española y a conformar una ciudadanía más informada y comprometida con el desarrollo humano sostenible y con las causas y consecuencias de la pobreza a través de sus acciones de Educación para el Desarrollo.
Todos estos resultados no habrían sido posible sin el trabajo conjunto con otros actores, entre los que las Organizaciones No Gubernamentales de Desarrollo (ONGD) ocupan un lugar muy destacado, y en el que también juegan un rol indispensable las comunidades autónoma, las entidades locales, las universidades, los sindicatos y las empresas.
*Secretario General de Cooperación Internacional para el Desarrollo
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