El desafío independentista
30.000 banderas... con escudo
Una empresa de Madrid ha triplicado en el último mes la producción de todo un año de enseñas nacionales. «Se nos acabó el stock y tuvimos que hacer más», afirma su dueño.
Una empresa de Madrid ha triplicado en el último mes la producción de todo un año de enseñas nacionales. «Se nos acabó el stock y tuvimos que hacer más», afirma su dueño.
En las mesas de las oficinas de la empresa Sosa-Dias se amontonan las banderas de España. En las últimas semanas no han parado de fabricarlas, hasta prácticamente triplicar en un solo mes las que producen en un año entero. Y la gran mayoría tiene como destino Cataluña. No es de extrañar, pues el desafío independentista parece haber avivado el espíritu de esa mayoría silenciosa que, ante los constantes ataques y la masiva presencia de esteladas, ha decidido colocar la enseña nacional en su balcón como respuesta.
José Luis Sosa Dias es el presidente de esta compañía que lleva más de 30 años haciendo banderas y otros productos textiles publicitarios desde su sede de la madrileña localidad de Colmenar Viejo. Es la única empresa de toda España que está especializada en la estampación y antes de la crisis ya se alzaba como la tercera mejor de Europa del sector. Sin embargo, para comparar el aluvión de pedidos que les han llegado de banderas de España, este uruguayo tiene que recurrir al fútbol y a las victorias de la selección, los momentos en los que más suelen aumentar las ventas : «El año que ganó la Eurocopa teníamos un encargo de más de 5.000 sólo por si ganaba la final», recuerda. Y ahora, sólo en un mes, sus distribuidores les han pedido cerca de 30.000, casi las mismas que cuando España ganó el Mundial. «Hemos tenido que fabricar 24.000 y se nos acabó el stock que teníamos», asegura mientras explica que lo normal es que de su fábrica salgan entre 500 y 600 enseñas nacionales al mes. Un stock que habían preparado con tiempo en previsión de la avalancha de pedidos que les podían llegar. Pero se quedaron cortos.
Las más demandadas son las de 100x150 centímetros, de las que han vendido unas 16.000, aunque también han enviado a Cataluña 7.000 unidades de 210x140 y otras 7.000 de 100x70 centímetros. «Hemos tenido que trabajar más horas y alguna noche para llegar», asegura a LA RAZÓN en su fábrica, donde resuenan sin parar las máquinas de coser con las que sus empleadas rematan las banderas que están a punto de salir hacia su destino. Junto a ellas, las cajas repletas de enseñas se apilan al lado de los rollos de tela rojigualda. «Todas llevan el escudo», porque esta reciente demanda ha supuesto un cambio en los gustos de los que las compran en Cataluña: «Antes, un 80 por ciento de las que se vendían allí eran sin el escudo y un 20 por ciento, con él. Pero ahora, todas son con escudo», reconoce.
No paran y las máquinas siguen sonando como en una especie de contrarreloj, y eso que están acostumbrados a importantes pedidos, como por ejemplo la gigantesca bandera que ondea en la madrileña Plaza de Colón (de 21x14 metros), todas las que se usaron en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 o toda la decoración urbana con motivo de la boda del entonces Príncipe Felipe y Doña Letizia, en 2004. De hecho, sus modernas máquinas les permiten fabricar al día más de 22.000 metros lineales. Y al año, su producción supera el millón. Un proceso que empieza con un dibujo de la bandera, que es el que se pasará a un molde para estamparlo en la tela. Luego viene un primer secado, la fijación por vapor, el lavado, otro secado, el planchado, y los remates finales a mano, según el destino y uso que se le vaya a dar al producto.
Con esas 30.000 nuevas banderas creen que habrá suficientes y no esperan otra nueva avalancha de pedidos, ni siquiera por la celebración del Día de la Fiesta Nacional, el 12 de octubre. Eso sí, ante los próximos partidos de la selección española de fútbol (Albania e Israel) quiere tener preparado un stock suficiente por si vuelve esa euforia futbolística que llenó los balcones españoles de enseñas nacionales.
Pero en esta empresa no sólo hacen banderas de España. Fabrican las de todos los países y las de las comunidades autónomas. De hecho, reconoce que la producción de señeras es constante en su fábrica. Y esteladas... «Muy pocas, porque la mayoría de las que se ven por Cataluña son “Made in China”», afirma. ¿La diferencia? Además del menor precio, la calidad. «Una de esas no soportaría vientos de más de 30-35 kilómetros por hora. Se desintegraría».
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