Política

Restringido

56 veces empleo

La Razón
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En 10.714 palabras ha condensado el presidente del Gobierno el estado de todo un año transcurrido desde el último debate. Y sus primeras palabras han sido para remontarse al inicio de su mandato, su investidura, para enlazar aquella situación desesperada con la que –a su juicio– se plantea para el último año de su mandato. Y, en ese primer mensaje, dos palabras clave: «empleo» (que repitió en 56 ocasiones) y «prioridades» (en 5 ocasiones, tres de ellas en las primeras 20 líneas). Anudar este concepto positivo, «empleo», con el negativo y realista «paro», que utilizó 11 veces, alguna incluida en el sintagma «sangría del paro», y el uso del vocablo «economía», hiperónimo que agrupa a las anteriores, son una muestra fehaciente de que el discurso iba a girar –en lo fundamental– en los aspectos económicos, pues las alusiones a España (en 37 ocasiones), la familia (23 recurrencias) y otras como corrupción, justicia, Educación y Sanidad (las tres en 5 ocasiones), quedan muy lejos de la frecuencia empleada para los términos económicos. Entendemos que un discurso de este tipo, y en el año en el que se produce, mira más a los compromisos electorales que a abarcar todos los temas, pero siempre echamos en falta más presencia de conceptos como investigación (una vez) o cultura (ninguna), la base para asentar un país moderno.

El discurso lo finaliza con una serie encadenada de cuatro infinitivos, elegidos muy conscientemente, pues demuestran «acción» frente a los sustantivos, que demuestran «concepto»: «Ha llegado la hora de acelerar la marcha, completar la recuperación, extenderla a todos los hogares españoles y construir las nuevas oportunidades que precisan nuestros jóvenes». Interesante proclama, en un discurso bien hilvanado desde el punto de vista sintáctico, como punto de partida frente al año que demostrará si el mensaje ha calado o se ha quedado en mera retórica parlamentaria.

* Prof. Titular de Lengua Española URJC