Lucha contra ETA
A prisión el etarra que propuso atentar contra un sindicato de funcionarios de prisiones
“Sería un mensaje claro poner un coche bomba en la sede” del sindicato Acaip, escribió en 2002
Apeztegia ha sido detenido gracias a una carta suya incluida en los “papeles de Francia”
“Sería un mensaje claro poner un coche bomba en la sede de dicho sindicato en Madrid, al menos si siguen mostrando ese comportamiento con los presos políticos vascos (...) para meter el miedo en el cuerpo a los carceleros”. Esta carta escrita desde la cárcel en julio de 2002 por el etarra Karlos Apeztegia, e incluida en los “papeles de Francia” (la ingente documentación remitida hace escasos meses por las autoridades galas junto a todas las evidencias de prueba incautadas en sus operaciones contra la banda terrorista) ha sido determinante para llevar de nuevo a la cárcel a Apeztegia, que se encontraba en libertad desde 2013 y que fue detenido el pasado martes en Hernani (Guipúzcoa) a raíz de este hallazgo. El juez de la Audiencia Nacional Diego de Egea acordó ayer la prisión provisional y sin fianza del etarra por riesgo de fuga y ante la gravedad del delito que le imputa, integración en organización terrorista, y las penas a las que se enfrenta, que pueden alcanzar los doce años de prisión. Todo ello, razona el instructor, crea un “fundado temor” de que pueda sustraerse a la acción de la justicia “mediante su huida u ocultación”. “A mayor gravedad de los hechos y de la pena -recalca- más intensa cabe presumir la tentación de la huida”.
El magistrado esgrime precisamente en su resolución esa carta manuscrita, en la que Apeztegia apostaba por “enviar un mensaje claro a los carceleros” por las “palizas a compañeros de varias cárceles”. Ese mensaje se resumía en que “cada vez que peguéis una paliza a uno de nuestros compañeros pegaremos contra vosotros”. “Son del sindicato de carceleros fascistas de Acaip”, asegura, contra cuya sede en Madrid propone atentar.
La misiva fue incautada el 9 de mayo de 2003 en Saintes (Francia) en la operación que llevó a la detención de los etarras Ainhoa García Montero, Aitor García Justo, Asier Aranguren y Thierry Idart.
“Sería un mensaje claro poner un coche bomba en la sede de dicho sindicato en Madrid, al menos si siguen mostrando ese comportamiento con los presos políticos vascos (...) para meter el miedo en el cuerpo a los carceleros”. Esta carta escrita desde la cárcel en julio de 2002 por el etarra Karlos Apeztegia, e incluida en los “papeles de Francia” (la ingente documentación remitida hace escasos meses por las autoridades galas junto a todas las evidencias de prueba incautadas en sus operaciones contra la banda terrorista) ha sido determinante para llevar de nuevo a la cárcel a Apeztegia, que se encontraba en libertad desde 2013 y que fue detenido el pasado martes en Hernani (Guipúzcoa) a raíz de este hallazgo. El juez de la Audiencia Nacional Diego de Egea acordó ayer la prisión provisional y sin fianza del etarra por riesgo de fuga y ante la gravedad del delito que le imputa, integración en organización terrorista, y las penas a las que se enfrenta, que pueden alcanzar los doce años de prisión. Todo ello, razona el instructor, crea un “fundado temor” de que pueda sustraerse a la acción de la justicia “mediante su huida u ocultación”. “A mayor gravedad de los hechos y de la pena -recalca- más intensa cabe presumir la tentación de la huida”.
El magistrado esgrime precisamente en su resolución esa carta manuscrita, en la que Apeztegia apostaba por “enviar un mensaje claro a los carceleros” por las “palizas a compañeros de varias cárceles”. Ese mensaje se resumía en que “cada vez que peguéis una paliza a uno de nuestros compañeros pegaremos contra vosotros”. “Son del sindicato de carceleros fascistas de Acaip”, asegura, contra cuya sede en Madrid propone atentar.
La misiva fue incautada el 9 de mayo de 2003 en Saintes (Francia) en la operación que llevó a la detención de los etarras Ainhoa García Montero, Aitor García Justo, Asier Aranguren y Thierry Idart.
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