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Análisis del giro de Ciudadanos: "Hemos caído en la partitocracia"

Tres de los fundadores de Ciudadanos reflexionan sobre el cambio de rumbo y aunque critican la «inmoralidad» de Sánchez creen que hay que apoyar la investidura y recuperar pulso en Cataluña.

Arcadi Espada, Albert Boadella y Félix de Azúa
Arcadi Espada, Albert Boadella y Félix de Azúalarazon

Tres de los fundadores de Ciudadanos reflexionan sobre el cambio de rumbo y aunque critican la «inmoralidad» de Sánchez creen que hay que apoyar la investidura y recuperar pulso en Cataluña.

Corren malos tiempos para la formación que lidera Albert Rivera. Tras estar en el ojo del huracán después de que el francés Manuel Valls rompiera definitivamente con el partido naranja, ayer varias dimisiones trajeron, de nuevo, al partido a la primera línea política.

LA RAZÓN habla con tres de los fundadores de la formación para analizar su nuevo rumbo estratégico que prioriza el «no» a Sánchez y el giro a la derecha. Son partidarios de cerrar un gobierno con el PSOE, aunque critican la «irresponsabilidad» e «inmoralidad» del líder socialista, Pedro Sánchez.

Para el periodista Arcadi Espada la salida de Toni Roldán es «la prueba» de que los naranjas atraviesan una crisis ya que las decisiones estratégicas de la dirección «no son asumidas por todos». En su opinión este enésimo desequilibrio no significa que Ciudadanos sea «irrelevante» o «prescindible» –como ocurrió con UPyD– sino que la militancia debería poner en marcha un proceso «transparente» de debate y plantear ahí sus «batallas». «Los partidos son organizaciones vivas en las cuales no se puede esperar que todo el mundo piense lo mismo. Lo que deberían hacer las personas descontentas, las frustradas es plantearlo dentro del partido con toda claridad y con toda publicidad», explica.

De opinión similar es el dramaturgo Albert Boadella, que está «encantado» con esta serie de renuncias en la Ejecutiva y en el la formación. «Que un partido tenga movimiento de gente que está de acuerdo y gente que no está de acuerdo y abandona es muy interesante». El liderazgo de Rivera, los pactos, su transformación en un partido veleta...son varios los errores que habría cometido el partido en los últimos meses.

El «no» a Sánchez es el más criticado entre sus fundadores. Félix de Azúa es contundente: «Rivera debería haber cerrado un gobierno con el PSOE a pesar de la inmoralidad de Sánchez. A veces no hay más remedio que favorecer a quien menos lo merece para evitar males mayores». En su opinión, la de Navarra hubiera sido una plaza interesante en la que plantar cara. «Ningún partido tiene la menor honestidad intelectual, solo codicia. Que también haya caído en esta partitocracia Ciudadanos me parece deprimente», dice.

También Espada es partidario de favorecer la investidura de Sánchez con sus 57 diputados, pese a «las alianzas absolutamente lamentables» que ha tejido el líder socialista. «Un pacto con el PSOE donde Albert Rivera apostase directamente por el poder para ejercerlo sería la mejor solución para este momento crítico y desmoralizador». Algo más crítico es Boadella que recuerda que los de Rivera hacen honor a su condición de bisagra «dependiendo de donde formen Gobierno». De hecho, «hemos visto que en las distintas comunidades han ido variando y cambiando de socio. Con los únicos que no han pactado son con los nacionalistas». Ahora bien, entiende la negativa de Rivera a no pactar con Sánchez ya que «sabe que le dejará en la estacada. No es una posición contra con los socialistas sino contra Sánchez», puntualiza.

La apuesta del partido por convertirse en un referente nacional y no solo catalán desencadenó en la salida de Inés Arrimadas de Cataluña para ser la portavoz de la formación en el Congreso. Un estrategia un tanto arriesgada dada la debacle de los naranjas en las generales en comparación con las autonómicas de 2017. «El partido necesita un liderazgo importante y carismático en Cataluña, su talón de Aquiles», concluye Boadella.