«Ataúdes de guardias» para patrullar contra el narcotráfico en el Campo de Gibraltar

Asociaciones de Guardias Civiles denuncian los «coches chatarra» que les han enviado para combatir el narcotráfico en la Línea. El «nuevo» dispositivo son Nissan Patrol de 1994 que no tienen airbag ni abs.

La situación del Campo de Gibraltar se ha convertido para los guardias civiles y sus familias en el «nuevo País Vasco». La gravedad de la situación ha llevado incluso a los agentes a dejar a sus familias viviendo en otras ciudades por miedo a represalias a la espera de que pase el tiempo requerido para pedir un destino fuera de la zona. Es el territorio hostil de la costa andaluza.

Las asociaciones de guardias civiles habían reclamado una mejor dotación de vehículos, entre otras cosas, adaptados a la situación de riesgo para poder combatir el narcotráfico con el que se enfrentan a diario. Según los agentes, a medida que se fue agravando la situación hace seis meses les prometieron refuerzos «con garantías» pero, la respuesta ha sido unos vehículos «chatarra». Y es que, los tres puestos de mayor conflictividad en la zona de la bahía han recibido unos vehículos Nissan Patrol de 1994, que pertenecían al GRS que además acumulan miles de kilómetros. En concreto disponen de dos coches en San Roque, dos en la Línea y uno en Guadiaro. Dichos vehículos, al ser de fabricación antigua no cuentan con dispositivos de seguridad pasiva, ni abs, ni airbag ya que entonces eran un lujo que pocos españoles se permitían y menos aún la Guardia Civil.

«Esta es una muestra más de que desde el Ministerio del Interior siguen sin querer enterarse de las necesidades que tenemos los guardias civiles en puntos como este del Campo de Gibraltar», destacan desde la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC).

«Siguen empeñados en mandarnos los desechos que nadie quiere, ataúdes para los guardias civiles que sufren las embestidas premeditadas de narcotraficantes», denuncian.

Fuentes de Independientes de la Guardia Civil de Algeciras y Cádiz recuerdan que estos vehículos se regalaban a Senegal y Mauritania hace diez años y destacan que se sienten «indefensos» porque los vehículos que emplean los del narcotráfico son muy superiores.

El modus operandi del narcotráfico para huir de los agentes son las embestidas en carretera. Cuando los agentes van a interceptar un vehículo cargado de droga aparece uno lanzadera del narcotráfico que directamente les embiste cortándoles el paso, con total violencia. Recuerdan el caso del pasado 3 de julio cuando un vehículo lanzadera conducido por narcotraficantes embistió a una patrulla de la guardia civil. Los dos agentes resultaron heridos pero, salvaron la vida gracias a que el todoterreno del Cuerpo estaba en un estado «aceptable» y tenía dispositivos de seguridad de calidad algo que no ocurre a todas luces con los vehículos que han llevado ahora. «Si en vez de llevar ese vehículo hubieran llevado uno de los que acaban de recibir como dotación en los Puestos de La Línea Concepción, de donde eran los agentes heridos, y San Roque hoy posiblemente estaríamos hablando de lesiones muy graves». Y advierten de que un mismo agente ha sufrido ya dos embestidas en menos de un mes.

Desde IGC, destacan que «enviándonos estas chatarra no podemos trabajar ni con seguridad ni con ganas» y lamenta que no se tomen medidas «hasta que muera un guardia». Según fuentes de IGC de Algeciras y Cádiz el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska fue informado de las condiciones de los vehículos en su visita y destacó que se trataba de una medida temporal. Pero las asociaciones de guardias aseguran que «temporal» puede responder a meses en el calendario ministerial y el riesgo no espera. «Tenemos el peor material de toda Europa».

AEGC destaca que «hará responsables» de cualquier lesión que sufran los guardias civiles por tener que trabajar con esos «pésimos medios que atentan contra nuestra propia Norma de Prevención de Riesgos Laborales». «Son ustedes los que están permitiendo este despropósito que puede ocasionar un fatal desenlace para los agentes» si hacen servicio con coches en unas condiciones pésimas de seguridad. «¿Saldrían ustedes a perseguir a narcotraficantes con esos vehículos? ¿Llevarían a sus hijos, a su familia en coches como estos?», preguntan al ministro.

AEGC dirigió incluso una carta al titular de Interior e indican que no han tenido respuesta aún. Las mismas fuentes destacan que están «desesperados y desmoralizados» por el olvido de «cada inquilino del ministerio del Interior y de la dirección general» y lamentan que la respuesta que les han enviado para combatir el narcotráfico sea en forma de vehículos lo que tildan de «dejadez institucional». «Lo peor es la inseguridad de todos», tanto de guardias civiles y policías. Cabe recordar que incluso los clanes agredieron a agentes del GAR que no estaban de servicio cuando salían de comer tras identificarles. «Ya se sale con mucho miedo, pero el amor propio de los agentes por trabajar y hacerlo bien es lo que hace que nos dejemos la piel para luchar contra esta gente», indican desde IGC. Asimismo destacan la «excelente» colaboración que existe entre guardias y policías destinados en la zona.