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Atención a los pasos de Urkullu

Atención a los pasos de Urkullu
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Una muestra más de ambigüedad calculada. La tradicional estrategia del PNV en su doble manera de actuar. Desde que Íñigo Urkullu llegó a la presidencia del gobierno vasco, las relaciones entre Ajuria Enea y La Moncloa han sido fluidas. Mariano Rajoy y el Lehendakari han tenido una buena sintonía personal, dado el talante moderado de Urkullu, algo diferente al de sus antecesores. Las cifras económicas de Euskadi nada tienen que ver con la quiebra asfixiante de Cataluña, por lo que diríase que el llamado nacionalismo democrático estaba en línea. Pero su adhesión a la marcha proetarra, tras la prohibición del juez Eloy Velasco, demuestra que las cosas no están tan claras. De nuevo, el palo y la zanahoria.

Desde Ajuria Enea y por boca de algunos dirigentes peneuvistas como Andoni Ortazar y Joseba Eguibar, se insiste en que su presencia junto a los «abertzales» de Sortu no es en defensa de los presos de ETA, sino a favor de la paz. El propio Urkullu ha solicitado una entrevista al presidente del Gobierno para explicarle su plan de política penitenciaria, y el encuentro se producirá cuando Rajoy regrese de su viaje a Estados Unidos, aunque su agenda internacional es enormemente apretada, con citas en Davos, Bruselas y Turquía. No obstante, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría mantiene contactos con el actual portavoz del gobierno vasco, Josu Erkoreka, a quien bien conoce de su etapa al frente del grupo parlamentario en el Congreso.

Ante la deriva secesionista de Artur Mas, con quien Íñigo Urkullu no tiene una especial simpatía, sería lamentable que el PNV volviera a las tesis de Lizarra, en un momento de debilidad de la banda y éxitos antiterroristas del gobierno. Por ello, este viraje nacionalista parece obedecer a una estrategia electoral, con el objetivo de arañar voto «abertzale». La actual situación de ETA, con fisuras entre los presos y las filas de su brazo político, aconsejan prudencia. No vaya a ser que la búsqueda de la paz, provoque de nuevo la guerra.