Terrorismo yihadista

Atentar en occidente sin esperar a recibir el permiso de los jefes de la banda

Daesh ordena a sus terroristas que pasen a la acción y que no se fíen de nadie, ni siquiera de los imanes

Portada del número 202 de la revista "Al Naba"
Portada del número 202 de la revista "Al Naba"larazon

Daesh ordena a sus terroristas que pasen a la acción y que no se fíen de nadie, ni siquiera de los imanes.

Daesh ha ordenado a sus actores (lobos) solitarios y células en occidente, que, si tienen un objetivo definido, deben atentar sin esperar ningún tipo de permiso; esta instrucción se debe a las “dificultades de comunicación” que tiene la banda yihadista. La transmisión del mensaje la ha realizado a través del número 202 de la revista “Al Naba”, que se difunde a través de diversos canales telemáticos.


De esta manera, los cabecillas terroristas dan vía libre para que los yihadistas cometan, según su criterio, los atentados que estimen oportunos, pero siempre contra los cruzados (cristianos).
En un artículo en el que se explica qué ataques se deben comunicar a los “príncipes”, subraya que “en los países cruzados, sin necesidad de consultar con el imán (lo que puede constituir un peligro), se debe procurar infligir el mayor daño posible a las personas y a los interese económicos”. Por lo que se ve, los de Baghdadi tampoco se fñían mucho de los imanes. “A veces, pedir permiso es peligroso porque existe monitoreo de las comunicaciones”, advierten
En cualquier caso, se subraya la importancia de que los “muyahidines oculten sus intenciones, sus planes de trabajo. El peligro está en revelar esos planes e intenciones. Hay que mantener la seguridad”. “El discurso excesivo es una difamación de todo ser humano virtuoso, sobre todo si es mouyahidin por amor de Dios”, agregan.
Destacan la importancia de que los terroristas aprovechen los entrenamientos en los campamentos, pero siempre manteniendo el secretro y sin comentar nada, ni siquiera con los compañeros. “Lo importante es aprender a usar las armas y los explosivos”.
Agregan que lo que hay que hacer es “usar las armas, enseñar a manejarlas así como los explosivos. Lo esencial es trabajar y desterrar a los curiosos con ganas de coleccionar la información que no les concierne. No hay que dar información a quienes no la necesitan, aunque sean confiables y experimentados”.
El contenido de la revista pone de manifiesto que Daesh tiene prisa para que sus terroristas cometan atentados en occidente; y, a la vez, que se mantengan las medidas de seguridad internas con el fin de evitar filtraciones a los servicios de información. Por no fiarse, no se fían ni de sus clérigos. La peligrosa de esta banda es conocida y tristemente demostrada, pero parece haber tomado la decisión de dar un paso adelante para que sus atentados tengan la mayor repercusión mediática.
En la misma revista se dan instrucciones de cómo utilizar los teléfonos móviles para acceder con seguridad a las redes sociales.