Aviso a Mas: España es indisoluble y la ley se cumple

Cataluña y el desafío independentista que plantea el Gobierno de Artur Mas ocupó un lugar en el Debate del Estado de la Nación.

Cataluña y el desafío independentista que plantea el Gobierno de Artur Mas ocupó un lugar en el Debate del Estado de la Nación. El jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, no obvió el problema en su primera intervención ante el Plenario y para el final de la misma dejó un contundente mensaje en defensa de la Nación española, de la Constitución y de la ley vigente. A Artur Mas le dijo, sin citarle expresamente en ningún momento, que su Gobierno está abierto al diálogo con todas las comunidades, también con Cataluña. «Siempre, claro está, en el marco de la Constitución», subrayó. Rajoy ofreció a la Generalitat abrir conversaciones sobre «necesidades insatisfechas, carencias fiscales, económicas o competenciales». Y sobre otras «diferencias de criterio». Pero también recordó, para «evitar equívocos», que la Constitución señala que «la soberanía nacional reside en el pueblo español del que emanan los poderes del Estado», que la Constitución «se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española» y dice que «garantiza y reconoce la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran». Incluso citó que en su Título VIII, interpretado en diferentes ocasiones por el Tribunal Constitucional, fija la distribución de competencias entre comunidades y Estado. Y que en su artículo 149.1.32 establece que la convocatoria de consultas por vía de referéndum es competencia exclusiva del Estado. «Esto es la ley. No podemos desconocerla ni pasar por encima de ella. Comencemos por respetar la Constitución y luego hablaremos de lo que haga falta», sentenció el presidente. Desde la tribuna del Congreso, y mirando a Cataluña, defendió que existen ya espacios para el diálogo multilateral y bilateral, que él está dispuesto a explorar y rentabilizar porque está convencido de que si hay voluntad, «siempre se puede llegar a acuerdos sin más exigencias que las que nos impone el respeto a las leyes, a la razón y a la solidaridad». En cuanto a la reforma de la Carta Magna, sostuvo que hay que respetar las reglas que para ello establece la propia Ley Fundamental, y que antes de ir por ese camino hay que saber qué se quiere reformar, si es el momento oportuno para hacerlo y si hay el suficiente grado de consenso social y político.