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Aznar: «El PP tiene que ser garantía del impulso reformador que necesita España»

Pide un nuevo sistema fiscal y estabilizar el Estado autonómico en una conferencia del Club Siglo XXI

Aznar, ayer en un momento de su intervención en el Club Siglo XXI
Aznar, ayer en un momento de su intervención en el Club Siglo XXIlarazon

El expresidente del Gobierno ha asegurado en la conferencia que ha ofrecido esta tarde en el club Siglo XXI que debemos "dejar claro que no está abierta la discusión sobre la Nación española ni sobre su soberanía".

No se cabía en la sala que el Club S. XXI había habilitado para la conferencia que impartió ayer el ex presidente del Gobierno, José María Aznar. Después de las críticas que lanzó en una entrevista en Antena 3 contra el Gobierno de Mariano Rajoy en la que pidió bajar ya los impuestos, cumplir un programa y llevar a cabo una acción política más decidida frente a la «languidez», nadie quiso perderse sus nuevas declaraciones. En esta ocasión estuvo arropado por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Industria, José Manuel Soria, quienes entraron en la sala flanqueando al ex presidente junto a Ana Botella. En representación del PP acudió el vicesecretario de Organización y Electoral del PP, Carlos Floriano.

Aznar empleó un tono más suave durante el marco de conferencias organizado por el ex ministro Eduardo Zaplana con motivo del 35º aniversario de la Constitución y subrayó que cuando habla lo hace porque está «convencido» de que es lo que debe hacer.

Recordó que el mandato que en 2011 dieron los españoles al Partido Popular fue para la «recuperación de un camino interrumpido», un camino que, según dijo, debe dirigirse a revitalizar los compromisos fundamentales que definieron la Transición, pero «no puede limitarse a evocarlos o recordar, hay que construir».

El ex presidente fijó un «profundo» programa de reformas que a su juicio debe acometer el Ejecutivo de Rajoy con el fin de «dar continuidad al proyecto nacional que formuló el PP ante los españoles y en el que los españoles se reconocieron». Entre otras medidas, volvió a defender una bajada de impuestos alegando que «nuestro sistema fiscal no se adapta a la sociedad de hoy», por lo que «es necesario cambiarlo» y «ponerlo al servicio del empleo y del crecimiento, no al servicio de las administraciones». También apremió a reformar las administraciones públicas ordenando «eficientemente» el reparto de competencias. Indicó que reformar no es sólo evitar que hagan lo que deben sino «hacer posible el crecimiento, el desarrollo económico y el empleo».

En cuanto al sistema territorial, subrayó que hay que dejar claro que «no está abierta la discusión sobre la Nación española ni sobre su soberanía», e insistió en que cualquier acuerdo nuevo «se haga para reforzar la Nación y no para debilitarla». Aznar subrayó que defender un compromiso no es defender lo que a uno le gustaría que fueran las cosas sino defender lo que se pactó. «Quien rompe los pactos debe asumir que si se reconstruyen no será en los términos de dicte la minoría».

Ante el órdago soberanista de Artur Mas, dijo rotundamente que el esfuerzo de los españoles para alcanzar el compromiso que equilibra unidad y diversidad en el Estado autonómico «no puede ser malbaratado por la gravísima deslealtad de algunos». «Y en nuestra Constitución, tanto como en la decidida voluntad de convivencia de los españoles, hay resortes suficientes para evitarlo», sentenció.

Además, apostó por «renovar y fortalecer el funcionamiento» del sistema democrático y el respeto al Estado de Derecho. Según dijo, esas reformas significan «mucho más que el adelgazamiento del aparato público o el incremento de la eficacia administrativa».

Asimismo, urgió a «estabilizar definitivamente la estructura territorial», de forma que se «supere el vaciamiento creciente de lo común y se asegure la igualdad de oportunidades, la igualdad de derechos y la solidaridad de todos los españoles».

Y en medio de los numerosos casos de corrupción que salpican la vida política española, defendió la necesidad de llevar a cabo reformas para «asegurar el cumplimiento de la ley y la honradez en la gestión de lo público». Según dijo, «sin ley no hay democracia».

«Son reformas que ya están en marcha»

El ministro de Industria, José Manuel Soria, defendió que el Gobierno de Mariano Rajoy ya está llevando a cabo las reformas que ayer planteó el ex presidente José María Aznar en la conferencia pronunciada en el Club Siglo XXI de Madrid. Al término de la conferencia, en la que Aznar reiteró su apuesta a favor de un reformismo de «alta intensidad» que dé «continuidad al proyecto nacional» iniciado en su etapa de Gobierno, Soria contestó que le pareció «bien» e «interesante» lo expuesto por el ex presidente. A preguntas de los periodistas, Soria se limitó a constatar que, en su opinión, todas las medidas que planteó Aznar, incluyendo una nueva reforma fiscal, «son las reformas que el Gobierno ya ha puesto en marcha».

Cinco objetivos

1. "Dejar claro que no está abierta la discusión sobre la Nación española ni sobre su soberanía";

2. "Renovar y fortalecer el funcionamiento del sistema democrático y el respeto al Estado de Derecho"

3. "Estabilizar definitivamente la estructura territorial";

4. "Flexibilizar y estabilizar la economía"

5. "Recobrar la posición internacional de España"