Política

El desafío independentista

Aznar pide que no se dé pábulo al órdago nacionalista en Cataluña

El expresidente del Gobierno José María Aznar ha pedido hoy no dar pábulo al “órdago” que plantean los soberanistas catalanes “como base para el diálogo”, y ha apelado, “por sentido de la responsabilidad”, a la defensa de la nación española.

Aznar ha aprovechado el acto de entrega del Premio FAES a la Libertad para dar uno de sus discursos políticos del año, en el que ha vuelto a cargar contra los planes de los nacionalistas catalanes, aunque en esta ocasión también ha arremetido con los populismos en España, y ha metido a ambos en el mismo saco.

Nacionalismo y populismo son “igualmente destructivos” para el expresidente, quien ha advertido de que “el fracaso estaría asegurado” si se acepta el “órdago” catalán y ha señalado que un diálogo con los nacionalistas debería empezar diciéndoles “con claridad cristalina” que sus pretensiones “lesionan de manera inaceptable los derechos de los ciudadanos”.

Una vez más, Aznar ha insistido en defender la vigencia de la Constitución, “el más poderosos instrumento de promoción de la justicia social” del que España ha dispuesto “jamás” y en cuyo marco se ha logrado en estos años “un país sencillamente extraordinario”.

Por eso ha advertido de la manera de actuar “antidemocrática e ilegal” de los nacionalistas catalanes y ha insistido en que se tiene que “garantizar la nación” española como una comunidad de derechos y obligaciones.

Cataluña es hoy “un paisaje de ruptura, de división y de frustración” ha lamentado Aznar, para quien la “gran obra del nacionalismo” es “romper, dividir y frustrar” y esa frustración, ha augurado, va a pesar “por mucho tiempo” en el ánimo de los catalanes.

Eso sí, en la misma semana en la que Artur Mas ha renunciado a celebrar la consulta soberanista como la había planteado, Aznar a invitado a los nacionalistas a “mirar” a quienes les habían “prometido que la independencia sería una suerte de golpe de Estado legal, sin riesgos y en Europa”.

También ha tenido un reproche para el PSOE -al que no ha citado expresamente-, al señalar que es “ridículo” plantear un cambio de la Constitución como la solución al problema catalán.

España, ha dicho Aznar, “no puede ser a la vez lo que quiere la mayoría y lo que pretenden las minorías rupturistas” y ha invitado, ante la “confusión” de este momento, a “pervivir en la normalidad”, defendiendo las instituciones y la Constitución, “el mejor instrumento para el progreso del país”.

Ha admitido en cualquier caso que hay que “mejorar cosas y reformar mucho”. “Pero sin dejar de ser lo que somos, porque lo que somos es bueno y nos ha permitido llevar a nuestro país al mejor momento de su historia sin comparación posible”, ha apostillado.

Por eso ha apelado a la responsabilidad de los dirigentes políticos: “Necesitamos la mejor política, la que trabaja para articular voluntades, para sumar personas y proyectos, para renovar la invitación a la concordia dentro de la ley”, ha dicho.

“Ni los rupturistas de la identidad ni los de la revolución quieren regenerar la democracia. Buscan lo de siempre, acabar con ella”, ha apuntado José María Aznar volviendo a criticar por igual a nacionalistas y populistas.

Antes, al reconocer la desafección de la sociedad ante la acción política, ha advertido de quienes hacen “corrupción de la política”, aprovechando la indignación de los ciudadanos para conseguir réditos partidistas.

“Sí, hemos cometido errores. La perfección al parecer, sólo está al alcance de los nuevos totalitarismos de soluciones mágicas, infalibles y además gratuitas”, ha señalado.

Por eso ha instado a renovar la confianza en la política, “no para hacer concesiones al populismo, sino para fortalecer la democracia, y no para extender la sombra de la sospecha sino para despejarla”.

El premiado este año por Faes, el ensayista e historiador Enrique Krauze, también ha aprovechado su discurso para alertar del populismo que, dice, ve crecer en España, como ocurrió en la Argentina peronista, la Cuba de Fidel Castro o la Venezuela “destruida por el chavismo”.

“La sensatez debe primar sobre la desesperación en España”, ha advertido Krauze.