Cercanía y anglicismo

Hemos de acostumbrarnos al numeral «primero» cuando hablamos de noticias que afectan al Rey, o cuando analizamos sus discursos. Acaba de asumir la Corona y todo lo que hace o dice lo es «por primera vez». Sin embargo, no es, en este caso, la primera que se dirige a sus compañeros de armas, aunque sí su primera Pascua Militar y destaca en todo su discurso el pronombre de segunda persona del plural, «os hablo», «hablaros», «agradeceros»... en el que denota la cercanía y la camaradería que siente hacia quienes le están escuchando, los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil. Un discurso, además, que resalta el cariño por una institución en la que se formó y forjó los años de su juventud y a la que solo puede recordar con afecto y con agradecimiento.

Por lo recibido entonces, sí, pero –fundamentalmente– por el hoy, por la cantidad de misiones que están llevando a cabo por todo el mundo y que están dejando muy alto el pabellón de España, hecho que es reconocido por la mayoría de los españoles que sitúan a las FFAA y a la Guardia Civil en cabeza de las instituciones mejor valoradas. Comete un anglicismo innecesario que esperemos que corrijan sus asesores en intervenciones futuras de este calibre: «teatros de operaciones», cuando lo que suponen las misiones internacionales es mucho de peligro y poco de teatro. De nuevo, y como hizo en su discurso navideño, toca temas de actualidad (la abdicación, el 150º aniversario del Ejército del Aire, la nueva organización de las Fuerzas Armadas) lo que va a ser, a mi juicio, una constante en sus discursos. Y, por último, se muestra muy cercano a las preocupaciones y anhelos de los componentes de estas Instituciones tan importantes para la Defensa y la Seguridad de España. Un discurso de un hombre (militar) de su tiempo.