Podemos
Colau quiere como candidato el 20-D al anti-Borbón del callejero barcelonés
Xavier Doménech es el ideólogo de la propuesta y comisionado de la Memoria Histórica. La alcaldesa pretende imponerle para mostrar su fuerza.
Xavier Doménech es el ideólogo de la propuesta y comisionado de la Memoria Histórica. La alcaldesa pretende imponerle para mostrar su fuerza.
La izquierda catalana está viviendo sus horas más tensas. Después del batacazo de las autonómicas con la marca Catalunya sí es Pot, se abierto un debate de final incierto. Iniciativa per Catalunya, dirigida por Joan Herrera y Dolors Camats, está intentando rehacerse del varapalo electoral y de la traición de Raül Romeva que los abandonó escuchando los cantos de sirena de Junts pel Sí de Artur Mas y Oriol Junqueras. Podemos está viviendo una profunda desintegración interna, con la dimisión de una buena parte de su cúpula, y Esquerra Unida i Alternativa, el socio pequeño de la coalición, está intentando poner paños fríos a unas relaciones que tienen en estos momentos altas temperaturas.
Las tres organizaciones concurrieron juntas a las autonómicas sin el concurso de quien encumbraron a la alcaldía de Barcelona: Ada Colau. El partido de la alcaldesa, Barcelona en Comú, dejó tirados a los que la apoyaron porque no quisieron formar parte de una ensalada de siglas ni de un proyecto con el que no se sentían identificados. Ahora, Colau quiere hacer valer su fuerza porque se sabe necesaria para que la candidatura de la izquierda catalana –más allá de los socialistas de Miquel Iceta– supere sus pobres expectativas y pueda ser decisiva el 20 de diciembre.
Todos los grupos se han visto en dos ocasiones. En el primer encuentro, llegaron a la conclusión de que era necesario superar el fracaso. «Nos juramos amor eterno», afirma un conocedor de estas conversaciones. En el segundo, se levantaron las hachas y se recreó un «remake» del tradicional baile catalán: el «Ball de Bastons», en el que los protagonistas bailan esgrimiendo sus bastones, que cruzan con los del contrario. O sea, empezó una negociación que no será fácil pero que tiene que llegar a buen puerto para que las generales no se conviertan en otro naufragio de una izquierda que comenzó bien en las municipales de mayo pero que está perdiendo fuelle.
Colau ha planteado sus condiciones. El candidato tiene que ser un independiente relacionado con los movimientos sociales, como los que la auparon a la alcaldía de Barcelona, y la candidatura debe tener una marca que pueda ser identificada por los ciudadanos. En definitiva, un nombre alejado de Catalunya sí es Pot. Y tiene nombre de la candidatura: Catalunya en Comú, y un hombre para liderarla: Xavier Domènech.
Domènech (Sabadell, 1974) es un hombre de confianza de Colau, que lo nombró comisionado de Memoria Histórica. Suya es la revisión de los nombres monárquicos-borbónicos de las calles de Barcelona que afectará a 16 calles . Es licenciado en Historia y profesor en la Universidad Autónoma de Barcelona y ha escrito varios libros. Entre ellos, «Lucha de clases, dictadura y democracia 1939-1977» y «Hegemonías, crisis, movimientos de resistencia y presos políticos 2010-2013». También es columnista habitual en diario.es.
Xavier Domènech no es un recién llegado a la política. De muy joven se integró en los Colectivos de Jóvenes Comunistas del Partit dels Comunistes de Catalunya. Más tarde se alejó de la organización y fue uno de los fundadores e impulsores de Procès Constituent, una plataforma que estaba liderada por la monja Forcades. El protagonismo de Forcades hizo que Xavier Domènech se acercara a Ada Colau y que liderara uno de los grupos más activos en los barrios barceloneses que le dieron la victoria. Curiosamente, en este momento, Domènech ya apostaba por una candidatura a las autonómicas con el nombre de Catalunya en Comú, el nombre que ahora Ada Colau rescata del olvido para convertirlo en la marca de la nueva izquierda en las generales. También Domènech tiene una buena relación con Podemos. Ha participado en encuentros, mítines y actos públicos con Íñigo Errejón y fue entrevistado en el programa «La Tuerka» por el mismísimo Pablo Iglesias, que lo presentó como «un historiador útil para los que hacemos política».
El nuevo hombre fuerte de la izquierda catalana considera que «el proceso constituyente como idea es el espacio donde se puede pasar de la resistencia a la ofensiva». Una ofensiva que Colau quiere imponer a sus socios antes del 6 de noviembre, fecha tope para presentar coaliciones electorales. De momento no hay acuerdo, pero no se esperan muchas resistencias. Joan Herrera, el líder de ICV, quería abanderar la lista de las generales, pero no está atravesando su mejor momento y Dolors Camats, con la que comparte dirección bicéfala, tampoco es del agrado de Colau. Las perspectivas electorales dan a estos grupos un par de diputados por Barcelona. El tercero se considera ya todo un reto. Herrera, sí o sí, se quedará fuera. Podemos en Cataluña, ni pincha ni corta. Colau les ha ganado la partida y Xavier Domènech será su candidato.
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