Corrupción política
Corrupción: el gran lastre del PP: así ha hecho mella en el partido
Los casos que han salpicado al partido han hecho mella en el electorado. Lezo fue un punto de inflexión que remató la sentencia de la Gürtel.
Los casos que han salpicado al partido han hecho mella en el electorado. Lezo fue un punto de inflexión que remató la sentencia de la Gürtel.
Ciudadanos nace alimentado por las sombras corrupción que acecharon al PP desde el principio de la década de los años diez de este siglo. Un partido que en las generales de 2015 logra hacer mella entre el electorado popular. La bandera de la anticorrupción es esgrimida por los de Rivera, sabedores de la enorme sensibilidad de los votantes de la derecha con este tema. Uno de los principales problemas del país, pero que ha sido engrandecido por los medios para desgastar al PP en las generales de 2015 y 2016 e intentar hundirlo en 2019, cuando Rivera quedó por detrás de Casado por solo 200.000 votos.
Pero las acusaciones de corrupción hacia los populares no solo están en el relato de Cs de los últimos cuatro años, también en el discurso de Podemos.
Estas dos fuerzas, nacidas tras el último gobierno de Zapatero y el primero de Rajoy, se nutrieron de votantes de PSOE y PP. El PSOE sufrió por su nefasta gestión de la crisis de 2008, mientras que el PP tuvo que pagar un elevado precio por las ovejas negras en sus filas.
El momento álgido de los efectos de las campañas mediáticas de la corrupción tiene al PP en su diana, recordemos el estallido del caso Bárcenas en los primeros meses de 2013. El PP contaba en diciembre de 2012, antes de aparecer los papeles de Luis, con una expectativa de voto del 34,2%. Cayó al 29,7% en marzo, el más «caliente» del affaire Bárcenas, pero se recuperó en seis meses, logrando el 35%. La detención de Rato en la campaña de las municipales de 2015 sentenció al PP, qué perdió más alcaldías y autonomías que nunca .
Pero el ciclo político presente se inicia en abril de 2017, Ignacio González, ex presidente de la Comunidad de Madrid es arrestado. Es este otro punto de inflexión en la percepción que se tiene del PP. Los populares estaban en uno de sus mejores momentos: hacía seis meses que Rajoy había sido investido y su expectativa era del 36,8%, mientras que la de Cs, del 11,8%. Los grilletes en las manos de González desencadenaron la mayor tormenta política en el centro derecha; durante los siguientes 13 meses, los populares perdían apoyos a pasos agigantados, y los recogía Cs, que no dejó de crecer. Todo termino en mayo de 2018, con la moción de censura, en la que el PP se hallaba en el 25,5% y Cs en el 24,9%. La relación de causa efecto entre la sentencia de la Gürtel, en mayo de 2018, y la moción de censura es la última constatación de lo susceptible que es el PP a la agitación de la corrupción. Luego llegaría el 28-A, con prácticamente un empate entre PP y Cs, y un tercer elemento, Vox, dispuesto a reivindicar parte del pastel del centro derecha, arrebatando al PP el voto más conservador y a Cs el más nacionalista.
Y si a alguno le quedaba dudas de que el 10-N vamos a ir a votar, que sepa que habrá repetición electoral. La imputación de Aguirre y Cifuentes vuelve a dar oxigeno al PSOE y a Cs.
En la serie histórica del CIS de los últimos dos años se observan dos picos muy elevados, los de abril y julio, que recogen el ambiente previo y posterior a la sentencia de Gürtel. En los siguientes tres trimestres se contuvo, alcanzándose este julio uno de sus índices más bajos: al 25,1% le preocupaba la corrupción. Las consecuencias de que la corrupción vuelva a ser un arma electoral para Cs y PSOE, les permitiría mejorar resultados. A los naranjas les facilitaría revertir su caída y a los socialistas mejorar su posición.
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