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Encuesta NC Report

La corrupción impulsa a Feijóo a los 159 escaños

El PSOE sufre su mayor caída, con hasta 16 diputados menos. Sumar confirma su derrumbe y Podemos podría superarlo

Encuesta electoral junio 2025 LRLa Razón

La corrupción hace por primera vez un agujero de entidad al PSOE, acostumbrado hasta ahora a ser como una balsa que resiste todos los temporales. Hoy podría perder entre 14 y 16 escaños de haber elecciones generales. Los socialistas llegarían a dejarse más de 1,7 millones de votos, quedándose en una horquilla de entre 105-107 diputados. En la actualidad ocupan 121 asientos en el Congreso de los Diputados.

En oposición, el PP experimenta un crecimiento de entre 20 y 22 escaños, lo que les coloca en la horquilla mágica de los 157-159. La aspiración del equipo de Feijóo en las generales de 2023 era alcanzar los 150. En votos, conseguirían 335.126 más que en 2023. Pero también crece Vox, incluso en más votos que los populares, hasta 465.136, que en diputados suponen 9-10 por encima de los 33 actuales. La suma de PP y Vox se dispara a los 199-222 escaños, con una mayoría absoluta que está situada en los 176.

En paralelo Sumar confirmaría su derrumbe, hasta el punto de que por primera vez a Podemos se le concede la oportunidad de quedar por encima de la plataforma que ha liderado hasta ahora la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

Valoración de líderesLR La Razón

En concreto, Sumar pierde casi dos millones de votos y entre 24-25 escaños. Sus expectativas se reducirían a 6-7 diputados frente a los 31 que consiguieron en el último examen en las urnas. En su conjunto, PSOE y Sumar se quedan sin más de 3,7 millones de votantes, y en escaños perderían unos 40. Una debacle que hace más ostentosa la posición de los morados, que, con una candidatura propia, entrarían en el Congreso de los Diputados con una representación de entre 7 y 8 escaños, haciéndose con 1.380.297 votos. Es decir, trescientos mil más que Sumar.

El panorama demoscópico que retrata este sondeo es desolador para un presidente del Gobierno que se ha mantenido encapsulado el fin de semana en Moncloa y que, según el mensaje oficial, está completamente dedicado a la agenda internacional: la cumbre de la OTAN de La Haya y el Consejo Europeo.

Esta agenda internacional y el choque con Donald Trump en el gasto en defensa es su vía de escape ante la ausencia de decisiones para responder a la crisis acentuada por las novedades conocidas sobre el caso de los amaños de contratos públicos que se ha llevado por delante a los dos últimos secretarios de Organización del PSOE, José Luis Ábalos y Santos Cerdán.

En una visión más general, la encuesta confirma que, en la órbita de los socios, quienes salen mejor parados, dentro de un contexto complicado, son los dos que más diferencias están marcando con el PSOE: Podemos, por el lado de izquierda; y Junts, en el flanco independentista. ERC perdería un escaño, quedándose en 6, con 109.047 votos menos. Y Junts aguantaría en sus actuales siete diputados, con 9.141 votos más.

En la partida vasca no hay novedades con respecto a su representación actual ni para el PNV ni tampoco para EH-Bildu.

Las cifras no dan ni de lejos para repetir la actual mayoría de investidura, y certifican también que el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE no tiene ningún aliciente para usar la vía del adelanto electoral como medio de escape del bloqueo político y de su crisis reputacional.

Hoy es un día importante porque están citados ante el magistrado Leopoldo Puente el exministro Ábalos y su exasesor Koldo García. Los movimientos del primero han hecho crecer los temores socialistas a que pueda llegar a un pacto con Fiscalía Anticorrupción que implique tirar de la manta. En principio, en el núcleo socialista están más tranquilos con respecto a Koldo García, pero las gestiones y contactos por parte de las defensas se mantuvieron ayer abiertos y, en este marco de traiciones y pulsos dentro del trío Ábalos-Koldo-Cerdán, es arriesgado dar nada por hecho.

Trasvase de votosLRLa Razón

Con el recurso de las elecciones taponado, Ferraz se aferra al Comité Federal del 5 de julio y a los cambios en el equipo directivo del partido que allí anuncie el presidente. También al argumento de que este es un problema circunscrito al trío Cerdán-Koldo-Ábalos, que no tiene nada que ver ni con el Gobierno ni con el partido.

Sin embargo, la corrupción está teniendo también ya un impacto considerable en el análisis de los trasvases de votos entre partidos. El PP mantiene la fidelidad de su votante en el 88 por ciento, pero es significativo que la fuga a Vox alcanza el 6,7 por ciento. La tensión política y la crisis institucional dan oxígeno a Santiago Abascal, con el matiz de que un PP que llegara a colocarse en los 160 escaños no tendría que aceptar un gobierno de coalición.

La fidelidad del votante socialista baja hasta el 68,7 por ciento. Los votantes de izquierda no parece que acepten como válida la explicación de la conspiración político-mediática contra el presidente del Gobierno ni el argumentario que está utilizando Moncloa para defenderse. Un 12,8 por ciento se les va a la abstención. Pero hasta un 9,8 por ciento asegura que hoy votaría al PP.

Vox guarda bien su granero, con una fidelidad del 84,6% y una fuga del 9,9 por ciento al partido de Alberto Núñez Feijóo.

Los votantes de Sumar que hoy repetirían opción caen al 26,1 por ciento, frente al 37,9 por ciento de lealtad hacia Podemos.

Los datos de este sondeo, elaborado en una semana que ha estado condicionada por el informe de la UCO que provocó la dimisión de Cerdán y su salida del Congreso, coinciden con encuestas internas que manejan estos días los partidos políticos y sobre las que están construyendo sus estrategias.

Es una foto demoscópica más coyuntural si cabe que nunca porque está sometida al estrés que está provocando la investigación policial y judicial en pleno proceso de desarrollo.

A la izquierda sí le ocupa y le preocupa que «haya ladrones y puteros»

La demoscopia coincide en negar el apriorismo de Moncloa de que están siendo capaces de contener el coste electoral de la corrupción por la vía de mantener viva la victimización del presidente del Gobierno. A la izquierda sí le ocupa y le preocupa que entre los suyos haya ladrones y puteros. Los sondeos también confirman que la derecha tiene una oportunidad de capitalizar la situación, al mantenerse en ascendencia mientras espera que la crisis del PSOE continúe debilitándolo, sin prisa, por parte de Alberto Núñez Feijóo, para actuar. La clave que queda por resolver es si Moncloa tiene todavía capacidad a medio plazo de amortiguar el efecto de la corrupción con una repuesta de limpieza y regeneración. Los analistas avisan que esto sería más fácil de haberse cerrado ya el círculo de los casos y de las informaciones relacionadas con los mismos. De momento, para la izquierda es más dañina la desmovilización que la fuga de votantes. Y también una división que, a día de hoy ,se antoja muy difícil de corregir, principalmente por la posición adoptada por Podemos. Ante un rosario de investigaciones y situaciones extravagantes de los protagonistas de este escándalo, las estructuras del PSOE avisan de que los comicios autonómicos y locales están más cerca que las generales y que todo esto les puede arrastrar.