Independentismo

¿Cuándo se conocerá la sentencia del “Procés”?

En estos momentos los siete magistrados que conforman el tribunal siguen con las reuniones perfilando el que será el texto definitivo de la resolución.

El tribunal que juzga el «procés», durante una sesión en el Supremo
El tribunal que juzga el «procés», durante una sesión en el Supremolarazon

En estos momentos los siete magistrados que conforman el tribunal siguen con las reuniones perfilando el que será el texto definitivo de la resolución.

Todavía no hay fecha concreta. En estos momentos los siete magistrados que conforman el tribunal siguen con las reuniones perfilando el que será el texto definitivo de la resolución. Se espera que, en todo caso, se conozca antes del próximo 16 de octubre, ya que ese día se cumplen los dos años de prisión provisional de dos de los acusados, Jordi Cuixar y Jordi Sánchez, que es el tiempo máximo que un procesado puede estar privado de libertad sin que se conozca la sentencia. Si llegado ese día los magistrados no se han pronunciado, deberán dejarles en libertad o prorrogar la situación en que se encuentra, hasta un máximo de otros dos años. Esta última posibilidad es más bien escasa, según fuentes jurídicas.

El juez Llarena, tres años pegado a los escoltas por el «procés»

En octubre de 2017, Pablo Llarena asumió la instrucción del «procés» por turno de reparto. No podía imaginar entonces que su vida iba a experimentar un giro de 180 grados, sobre todo en lo que se refiere a su vida personal. A medida que ha ido avanzando el procedimiento ha ido aumentando la presión por parte de los radicales independentistas, con continuas amenazas y situándole como uno de sus «objetivos».

En su día a día, Llarena ya no puede ir solo a ningún lado, ni con sus familiares o amigos. Siempre tiene la «compañía» de cuatro escoltas cuando se encuentra fuera de Madrid y en esta ciudad también se ve obligado a mantener ese servicio de seguridad. «Por increíble que parezca, se ha convertido en algo habitual tener que proteger a un juez de ciudadanos que se dicen y consideran demócratas, igual que antes se les protegía de los asesinos terroristas», afirma un jurista que bien le conoce y que, por razones obvias, desea mantener el anonimato.