Entrevista

Cuca Gamarra: "Sánchez se victimiza y no responde de la corrupción"

La secretaria general del PP tiene claro que «no dimitirá». Resalta que no hay una persecución personal contra el presidente, sino una investigación policial y judicial que afecta a su Gobierno, a su partido y a su entorno

La número dos del PP mantiene, a horas de que Pedro Sánchez termine de deshojar oficialmente la margarita, que la carta sobre su presunta dimisión y la movilización de este fin de semana del PSOE es una farsa al servicio del partido y del interés personal del presidente del Gobierno.

¿Qué pensó al ver la movilización que se vio ayer en Ferraz para pedirle al presidente del Gobierno que no dimita?

Que un problema personal de un político, Sánchez, y de un partido, el PSOE, no pueden convertirlo en un problema de los españoles. Han montado una función teatral a costa de la estabilidad de España, en una estrategia de absoluta irresponsabilidad por parte de quien ostenta la responsabilidad de ser el presidente del Gobierno de España y, como tal, debería buscar la estabilidad de su país, no dañarla. Tenemos un presidente que se hace la víctima y que está utilizando el cargo que ocupa para obtener un beneficio personal y político.

En todo caso, ya en un análisis general, ¿esto no debería servir para abrir una reflexión general sobre si se están superando todos los límites en la confrontación partidista?

Quien se hace la pregunta, o dice que se la hace, de si merece la pena ser presidente del Gobierno de España no está a la altura de esa responsabilidad ni a la altura de los españoles a los que debe servir. El problema de Sánchez arranca cuando hace más de dos meses saltó el caso de corrupción que afecta al PSOE, que afecta a su Gobierno y que, por las distintas informaciones que hemos ido conociendo, afecta también a su esposa. Sánchez tiene un problema, pero también judicial, y en vez de dar explicaciones, que es lo que debe hacer, ha emprendido una huida hacia adelante con la que busca rédito político y victimizarse. No creo que a estas alturas esa estrategia le sirva ya de nada.

Como mañana presente su dimisión… tendrá que rectificar esta valoración. Como dirían coloquialmente, «comerse sus palabras».

Estamos, insisto, ante una operación de victimización y polarización para ocultar las investigaciones policiales y judiciales que están en marcha. Aquí no hay ninguna persecución personal contra nadie, solo hay unos procedimientos judiciales abiertos y el Estado de derecho actuando.

"No pueden convertir un problema personal de Sánchez en un problema de los españoles"

En el caso de Begoña Gómez, sobre esos procesos judiciales la queja de la izquierda es que los inicia un sindicato de extrema derecha y se sostienen solo en recortes de prensa.

Como ya le he dicho, todo responde a una estrategia de victimización para no dar explicaciones sobre la corrupción que acorrala a su Gobierno y que está siendo investigada por la Audiencia Nacional; y de la que acorrala a su partido, porque afecta a secretarios de organización socialistas. Y resulta que, además, las últimas actuaciones judiciales afectan también a las actividades profesionales de su mujer.

Con lo que hay sobre la mesa, ¿el PP vincula ya a la esposa del presidente del Gobierno con la corrupción?

Aquí de lo que estamos hablando es del presidente del Gobierno. Y es él quien tiene que dar explicaciones de todo aquello que le afecta en el ámbito de su Gobierno, en el ámbito de su partido y en el ámbito de su entorno más personal. Y en vez de hacer eso ha llevado a España a una situación de enorme inestabilidad. Será el Estado de derecho el que determine si hay algún tipo de responsabilidad en su entorno o donde sea. Pero, evidentemente, nadie está por encima de la ley y todos tenemos la obligación de cumplirla y de someternos a las actuaciones que se deriven de la investigación policial y judicial.

¿Manos Limpias le parece a usted un referente ético y de profesionalidad?

No es nuestro papel calificar a denunciantes que se valen de los instrumentos que nuestra democracia tiene habilitados. Estamos hablando de investigaciones policiales, de procedimientos judiciales que están abiertos en nuestro país y, por tanto, de la actuación del Estado de derecho, que debemos respetar. Y en esta situación, Pedro Sánchez, además de victimismo, muestra que ha asumido incluso el discurso de los independentistas que pone en cuestión la independencia judicial en nuestro país, habla de «lawfare» y de persecución judicial a los políticos, cuando, por el cargo que ocupa, debería ser el primero en defender que nuestro país es una democracia plena y que, por tanto, tiene un Poder Judicial independiente. Quien no lo hace de facto dimite en la defensa de la democracia.

¿Qué responsabilidad asume el PP en la división y en esta España de dos bloques que cada vez se acentúa más?

Esta es la España de Pedro Sánchez, esto es el «sanchismo». Y lo de estos días es un capítulo más de una estrategia política que busca la mayor polarización desde el convencimiento de que esa mayor polarización les beneficia. Pero la buena política, la del Partido Popular, la de Alberto Núñez Feijóo, es justo lo opuesto. Es la política que apuesta por la convivencia, por los puentes, por aquello que nos une. Que defiende la independencia de los poderes y defiende la necesidad de los contrapesos en democracia.

"La España de Sánchez es la de la división; la España de Feijóo es justo la opuesta"

¿Feijóo reclamará por alguna vía, moción de censura, por ejemplo, la Presidencia del Gobierno si finalmente dimite Sánchez?

No vamos a anticipar escenarios. Vamos a seguir defendiendo que hay otra política mejor para España y que estamos preparados para dársela. Un gobernante tiene que resolver los problemas de la gente y no convertir un problema personal en un problema del resto de los ciudadanos. Pedro Sánchez busca el ruido para generar un contexto de «todos somos iguales», pero no es así. No todos somos iguales y no tenemos por qué resignarnos a la constante ambición de un político por mantenerse en el poder. Cuando se ataca a jueces y periodistas por hacer su trabajo en libertad, de lo que quiere dimitir es de la democracia.

¿Creen que, pase lo que pase mañana, esto lleva a elecciones?

Insisto. No voy a anticipar escenarios, pero sí tengo muy claro que este camino que ha emprendido el presidente del Gobierno no es bueno para España. Es un movimiento táctico de quien piensa que así se refuerza y puede permanecer en el poder.

Pero, si hay dimisión, ¿reclamarán la convocatoria de elecciones?

Si se fuera a marchar ya lo habría dicho. En política hay una máxima, «ayer me fui, ayer dimití».

Entrando ya en las elecciones catalanas, ¿la victoria que anuncian todas las encuestas para Salvador Illa puede ayudar a terminar con el «procés»?

Si lo catalanes quieren pasar página del «procés» la única garantía la ofrece el PP. Salvador Illa está al servicio de Pedro Sánchez: los votos que reciba los utilizará para que Sánchez pueda permanecer en el Gobierno de la mano de los independentistas, ni más ni menos. Y esto implica que les garantizará que se mantengan en la Generalitat con independencia del resultado que obtengan.

¿Está diciendo que Illa renunciará a gobernar, saque los escaños que saque, para que los independentistas no dejen caer al Gobierno en Madrid?

No tengo ninguna duda. Sánchez siempre tiene que ceder algo para permanecer en La Moncloa, y esta vez será la Presidencia de la Generalitat.

"Illa cederá la Generalitat a los independentistas para que Sánchez se mantenga en el poder"

Eso de que Ferraz trate de imponerse al criterio del PSC ya se intentó en el pasado y Ferraz perdió el pulso.

Esto fue en el pasado, antes de Sánchez. Con Sánchez no será así, el «sanchismo» siempre pone todo a su servicio.

¿Cuál es el eje de su campaña en Cataluña? Le pregunto porque el debate en el País Vasco ha sido si fueron demasiado moderados.

Vamos a hacer una campaña constructiva y dirigida a todos aquellos que quieren pasar página del «procés», también a los que en otras elecciones han podido votar a otros partidos. El Partido Popular es la única opción para unir el voto del constitucionalismo.

Cuca Gamarra, Secretaria General del Partido Popular.
Cuca Gamarra, Secretaria General del Partido Popular. Gonzalo PérezLa Razón

Pero la realidad es que eso no se constata en las urnas, no ha pasado en el País Vasco ni las encuestas les dan un papel decisivo en Cataluña. ¿No les hace esto pensar que quizás tienen un proyecto antiguo para estas dos comunidades históricas?

Nuestra propuesta para los catalanes es el Plan Cataluña, un proyecto que lidera Alejandro Fernández y que lo que plantea es que el dinero se quede en los bolsillos de los catalanes o que también se use en la buena gestión de los servicios públicos, y que no se destine ni a más independentismo ni a más embajadas, sino a los problemas reales. Queremos bajar los impuestos, como hacemos allí donde gobernamos. Queremos eliminar el impuesto de Patrimonio o el impuesto de Sucesiones y Donaciones para que, al final, el dinero de la clase media se quede en los bolsillos de la clase media. Queremos apostar por una educación infantil gratuita de cero a tres años. Nuestro proyecto va dirigido a revertir todos los efectos negativos de la política independentista en la educación o en la Sanidad. Creemos que los catalanes no deben resignarse a la decadencia que les ha traído el independentismo.

¿Todo esto es más importante que centrar el debate en la oposición a la amnistía?

No son cuestiones incompatibles, son complementarias y necesarias. Hay que hacer frente a la amnistía, y nosotros hemos dejado clara nuestra oposición a la amnistía, de tal forma que nadie puede dudar de la firmeza de nuestra defensa del marco de convivencia que representan el Estatuto de Cataluña y la Constitución. Pero también tenemos un programa con respuestas para los problemas reales de los catalanes. No puede existir una política eficaz si no hay un marco de estabilidad y convivencia, que es el constitucionalismo que el Partido Popular defiende.

¿Qué Vox mantenga su escaño en el Parlamento vasco es un fracaso?

Lo que es un fracaso es que Bildu tenga veintisiete escaños en el País Vasco y haya estado a punto de ganar las elecciones. Un resultado histórico, al que ha ayudado Sánchez con su política de blanqueamiento de los herederos de Batasuna.

A su juicio, ¿Vox es un problema o una muleta necesaria?

El problema del PP no es Vox. Tenemos nuestro programa y trabajamos con la responsabilidad que nos exige ser la única alternativa real al Gobierno de Sánchez.

Pero con Vox en la ecuación no pueden tejer alianzas con otros partidos, como el PNV. Es lo que les impidió después de las elecciones generales sumar la mayoría de la investidura.

Nuestro objetivo es seguir creciendo y gobernar en solitario. España necesita un presidente del Gobierno que sea lo opuesto a Pedro Sánchez, que solo se deba a España y a los españoles, y que pueda gobernar en solitario. El «sanchismo» significa el poder a toda costa y que únicamente estén presentes en la política española los problemas de los políticos y el reparto de poder entre ellos, y eso es lo que queremos revertir; por eso aspiramos a un Gobierno en solitario y a que también los votantes de Vox confíen en nosotros.

"Aspiramos a que también los votantes de Vox confíen en nosotros para revertir esta etapa"

¿Qué piensa sobre el ruido que está generando Vox en los gobiernos autonómicos de coalición con su estrategia de abrir debates sobre el franquismo y cuestionar incluso si Franco fue un dictador?

Es un debate que no nos afecta en absoluto. Nosotros tenemos muy claro lo que fue el franquismo, una dictadura, algo que no está en discusión y está muy claro en la sociedad española.

Por último, podemos dar ya por enterrada en esta legislatura la renovación del Consejo General del Poder Judicial, ¿no?

Nosotros vamos a seguir trabajando para conseguir un Consejo General del Poder Judicial independiente. No vamos a renunciar a ello.

Pero podemos dar por perdido el acuerdo mientras siga este Gobierno de coalición.

Hay un marco de negociación abierto en estos momentos y no nos hemos levantado de la mesa. Pero tampoco hemos cambiado nuestro principio fundamental para estar en esa negociación, que sigue siendo el mismo: garantías de independencia del Consejo General del Poder Judicial ante el intento de control que pretende Pedro Sánchez. Y eso pasa por una renovación que vaya acompañada de una reforma en el sistema de elección, tal y como exigen las instituciones europeas.