Irak

Diez atentados inminentes frustrados en 731 días de alerta 4

Mañana se cumplen dos años desde que se elevó la alerta por amenaza terrorista en España.

Con la celebración del World Pride se han incrementado aún más los niveles de seguridad
Con la celebración del World Pride se han incrementado aún más los niveles de seguridadlarazon

Mañana se cumplen dos años desde que se elevó la alerta por amenaza terrorista en España.

Las Fuerzas de Seguridad han evitado, en los dos años de nivel de alarma antiterrorista, una decena de atentados yihadistas «inminentes», aunque esta cifra podría ser mayor ya que algunos de los arrestados podían tener la intención de perpetrar una acción criminal y no hay constancia de ello.

Este tipo de terrorismo, según expertos consultados por LA RAZÓN, tiene mucho de imprevisible en el caso de los actores solitarios (no de las células organizadas). Lo que hacen los agentes de la Policía y la Guardia Civil, con los que colabora el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), en numerosas ocasiones, es pedir al juez la orden de detención nada más detectar que la radicalización del individuo o individuos hace temer un atentado inminente.

Algunos de los casos no se revelan por razones operativas, o porque aún continúan las investigaciones sobre el entorno o la red a la que pertenecían los arrestados. Sin embargo, en otras ocasiones, como ha ocurrido el último detenido en Madrid, si se informa a la opinión pública.

Expertos consultados por este periódico recomiendan huir de optimismos y críticas a faltas de coordinación, porque los resultados están ahí. Plantear este tipo de situaciones puede provocar que en caso de que se produzca un atentado en el territorio nacional caigamos en los errores cometidos en el pasado.

Los agentes antiterroristas trabajan con toda la intensidad posible. No es una casualidad que en los últimos días de la operación desarrollada en Madrid, los Policías del Servicio de Información estuviesen permanentemente acompañados de compañeros de los Grupos Especiales de Operaciones (GEO) por si había que evitar un atentado en cuestión de segundos.

Éstas son algunas de las operaciones en las que se sospechaba que los detenidos planeaban atentados: en agosto de 2015 se produjeron14 detenciones en las localidades de San Martín de la Vega (Madrid) y en Fez, Casablanca, Nador, Al Hoceima y Driouech, en Marruecos. Se les acusaba de formar parte de una red de captación y envío de combatientes al Daesh en Siria e Irak pero también tenían planes para atentar en España..

En abril del año pasado, la Guardia Civil localizó un depósito de armas en Ceuta. En una caja enterrada se encontraron seis armas de fuego, diez armas blancas y 811 cartuchos de diferente calibre. También había una bandera del Estado Islámico y un pen drive con diferentes objetivos de la Ciudad Autónoma. Se dijo que la información era antigua pero los objetivos estaban ahí.

En octubre, la Policía Nacional y agentes de Marruecos detuvieron a cuatro individuos de nacionalidad marroquí, dos en España, en Ceuta y Altea (Alicante), y dos en Marruecos, en Tetuán y Castillejos que formaban parte de dos células del Estado Islámico que constituían una amenaza real para la seguridad de ambos países. Un mes después, los detenidos son dos, en Madrid y Barcelona, y estaban preparados para atentar. También en noviembre, fue detenido un presunto yihadista en Aranjuez que estaba preparado para cometer atentados entre la población civil y había tomado como modelo a los yihadistas que perpetraron la masacre del 11 de marzo en Madrid.

Estas son, según las citadas fuentes, algunas de las operaciones en las que, en un plano de prevención absoluta, se han evitado atentados inminentes durante los dos años de la alerta 4, que el lunes cumple dos años de forma ininterrumpida.

Durante este tiempo, las Fuerzas de Seguridad han detenido a 173 presuntos yihadistas y, sobre todo, han mantenido un alto nivel de exigencia y tensión en su labor disuasoria, preventiva y de reacción, informa Efe.

Este segundo aniversario coincide en el tiempo con la celebración en Madrid de la fiesta mundial del Orgullo Gay, que atraerá a la capital hasta el próximo fin de semana a dos millones de personas y que pondrá a prueba un dispositivo de seguridad que lleva muchos meses de preparación.

Durante estos dos años, las Fuerzas de Seguridad han demostrado su eficacia y han actuado bajo el principio, que ahora imitan otros países, de prevención, de actuar a la menor sospecha de que el presunto yihadista iba a entrar en acción, según destacan expertos consultados por LA RAZÓN. Además, con ello se han logrado cortar procesos de radicalización y de captación que podrían haber ido a más.

La labor policial y judicial no ha cesado, con centenares de pesquisas abiertas y de personas investigadas y con el ojo puesto también en los combatientes españoles que han viajado a zonas de conflicto, cuyo número se mantiene en torno a los 200, muy por debajo de los países de nuestro entorno.

España, objetivo de los yihadistas por su doble condición de país occidental y por la reivindicación histórica de la recuperación de Al Andalus, ha mantenido el nivel de alerta 4 –de una escala de 5– porque no ha detectado circunstancias para rebajarlo.

En las evaluaciones que se hacen semanalmente tampoco se ha constatado la necesidad de elevarlo a pesar de los graves atentados que en estos dos años han sacudido Francia, Reino Unido, Bélgica o Alemania, así como loss perpetrados fuera de las fronteras europeas.

Los nuevos métodos yihadistas, como el uso de camiones en grandes aglomeraciones, han supuesto la adopción de nuevas medidas de Seguridad en acontecimientos como las cabalgatas de Reyes, las procesiones de Semana Santa o las celebraciones futbolísticas.

El mantenimiento del nivel 4 de amenaza requiere un nivel de exigencia muy costoso para el Estado y sus Fuerzas de Seguridad, que están siendo capaces de combatir con eficacia la amenaza yihadista.

De hecho, los servicios policiales realizaron durante 2016 en España un total de 69 detenciones de personas sospechosas de estar implicadas en las actividades de los grupos terroristas de carácter yihadista, lo que supone la segunda cifra más alta de arrestos de la última década.

Los servicios antiterroristas españoles estiman que el 80 por ciento de los casos de reclutamiento van dirigidos hacia al Daesh y el restante 20 por ciento hacia Al Qaeda u otros grupos, según el Centro Memorial de Víctimas.