El arquitecto independiente que admira a González

«El paso al campo de lo público como posible director, puesto que como actor ya lo he hecho durante mi actividad profesional, es enormemente sugerente por la alta capacidad de transformación que posee la actividad política», escribía el arquitecto Samuel Folgueral en 2010, después de haber sido elegido candidato a la Alcaldía de Ponferrada por el PSOE. Hijo de un capitán de la Marina Mercante y una profesora, nació en la capital berciana en 1964. Hizo la carrera en La Coruña y, al terminarla, empezó a trabajar con un arquitecto gallego.

A finales de los noventa, decidió volver a su localidad natal para fundar el estudio Sepia Técnicos y, con su trabajo, «vinculado prácticamente en exclusividad a la obra pública y al compromiso social», fue adquiriendo cierta fama. Casado y con dos hijos, su salto a la política podría haber sido con cualquier partido, ya que, a pesar de declararse admirador de Felipe González y ver a José Luis Rodríguez Zapatero como «el político leonés más atractivo», reconocía en una entrevista en «El Mundo» que ningún político es de su «cuerda» porque él es «independiente».

En las municipales de 2011, los socialistas no sólo no pudieron arrebatar la Alcaldía al PP, sino que también empeoraron los resultados previos. Además, Ismael Álvarez, el ex alcalde condenado por acoso sexual, irrumpió –de nuevo– en escena con su partido Independientes Agrupados por Ponferrada (IAP). El PP optó por gobernar en minoría y así lo ha hecho hasta que ha prosperado la moción de censura del PSOE e IAP. Gracias a ésta, Folgueral ha logrado dejar de ser un actor secundario y se ha convertido en director... y en coprotagonista de un vodevil que ha vuelto a poner en entredicho el liderazgo de Rubalcaba. De momento, Álvarez ha salido de escena, pero Folgueral quiere quedarse y, para ello, enarbola de nuevo la bandera de la independencia.