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Sánchez se escuda en la abstención y Díaz le afea sus bandazos y derrotas electorales
El ex líder promete exigir la dimisión de Rajoy y la presidenta andaluza que se irá si no “remonta” los resultados del PSOE
Duro debate de los candidatos del PSOE a las primarias, con un tono contundente y de enfrentamiento entre Pedro Sánchez y Susana Díaz, que anticipa un contexto poscongresual muy complicado para resolver la fractura
Duro debate de los candidatos del PSOE a las primarias, con un tono contundente y de enfrentamiento entre Pedro Sánchez y Susana Díaz, que anticipa un contexto poscongresual muy complicado para resolver la fractura. Patxi López hizo un buen papel, logrando en varios momentos romper la polarización del cara a cara para colocar sus mensajes pro unidad y para marcar distancias, atacando a sus rivales en la contienda.
Desde el minuto inicial hasta el de “oro” que cierra el debate, Pedro Sánchez se ha escudado en la abstención a Mariano Rajoy para contraponer su proyecto al de Susana Díaz, tanto es así que deslizó el anuncio de que el PSOE pedirá la dimisión de Mariano Rajoy si él gana las primarias. Para el ex líder, el PSOE se debate entre “curar o cronificar” esta posición en la investidura, mientras que la presidenta andaluza criticó que a esa situación se llegó por tener sólo 85 diputados. “¿Quién le interesa más al PP: el candidato de las dos derrotas electorales o la candidata que le gana y le saca 10 puntos?”, se preguntó. Fue entonces cuando la presidenta emitió un anuncio con doble intención hacia Sánchez: “Si el PSOE no remonta electoralmente conmigo, me iré sin hacer ruido y sin fracturar más al partido”.
En este sentido, Díaz también aseguró que los ciudadanos no votaron al partido porque éste no es reconocible: “No sabían si éramos el PSOE de la bandera de España más grande que la de Aznar en Colón o el de la plurinacionalidad, el que pactó con Ciudadanos o el que defiende trabajar “codo con codo” con Podemos”. En varios momentos del debate la presidenta criticó los “bandazos” y “vaivenes” de Sánchez. “Yo no digo que seas voluble, creo que cambias de opinión según te conviene”, le espetó a Sánchez.
Al margen de esto, el debate sobre el modelo político ha estado centrado en las consultas a los militantes y su relación con los dirigentes. En este apartado, el diputado vasco ha hecho un guiño a Sánchez, al defender que un secretario general elegido por los militantes sólo puede ser revocado por las bases.
El Comité Federal del 1 de octubre ha estado muy presente en este último tramo del debate. Sánchez ha acudido a las palabras del presidente de la Gestora, Javier Fernández, para defender que lo que ocurrió fue que le derrocaron y que fue para descabalgarlo de Ferraz y dejar gobernar al PP.
Sánchez, que ha dicho que lo que pasó ese día fue “muy duro en términos políticos y personales”, ha alertado de que en estos últimos meses ha visto una “involución en el discurso democrático” del partido. Ha citado los “poderes ejecutivos” que se le dado a la Gestora, el “cuestionamiento” de la participación del PSC en el Congreso y de las consultas a la militancia, una herramienta con la que se ha vuelto a comprometer.
El ex secretario general ha defendido que hay que regularlas para que “no ocurra lo que ocurrió en Andalucía”, donde Susana Díaz aprobó un acuerdo de investidura con Ciudadanos en el que “no contó” ni con el Comité Director del PSOE andaluz.
Sin embargo, la presidenta de la Junta de Andalucía, que no ha respondido a esta acusación, ha respondido defendiendo que “no se ha dicho la verdad respecto a las consultas”, porque el 1 de octubre sobre lo que se votó fue sobre un “congreso en 15 días”.
Además, ha arremetido contra Sánchez al criticar que hable de “un partido más horizontal” que respete la voluntad de los militantes después de que él destituyera a Tomás Gómez, que había sido “elegido libremente por los militantes” y disolvió a su dirección “por una posible encuesta”.
Díaz ha garantizado que, si gana estas primarias, respetará siempre la voluntad de los militantes y para demostrar que Sánchez, en su opinión, no lo he hecho, ha defendido que ella nunca cambiará una lista votada por los militantes, como pasó en Pontevedra, Orense y Palencia. Y ha continuado defendiendo que ella “nunca hubiese puesto una urna detrás de una cortina”, como hizo Sánchez en el Comité Federal del 1 de octubre.
En lo que sí han coincidido los tres es en defender que, si ganan, trabajarán por la unidad, aunque cada uno se ha arrogado la capacidad de hacerlo mejor. Sánchez, además, ha pedido a sus compañeros que se comprometan a ser leales si pierden estas primarias.
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