Política exterior
«El ébola nos preocupa pero no nos inquieta»
Los 639 militares españoles en África tienen estrictos protocolos de seguridad
Durante los últimos años, las Fuerzas Armadas españolas han aumentado su presencia en África, sobre todo en el área del Sahel, hasta convertirse en el segundo país con más militares desplegados después de Francia. Hasta hace poco, el enemigo a batir era el terrorismo yihadista y los grupos rebeldes que amenazaban la estabilidad de esta zona, crucial para la seguridad de Europa. Pero ahora se enfrentan a un nuevo enemigo: el virus del ébola. En el vecino continente hay desplegados 639 efectivos españoles (entre militares y guardias civiles) y, de ellos, unos 325 desempeñan su función en zonas que podrían considerarse de riesgo (Mali, Senegal, Costa de Marfil, República Centroafricana o Gabón).
La confirmación del primer contagio en Mali (una niña que falleció el pasado viernes) ha servido para que los diferentes contingentes españoles no bajen la guardia, pero no para que se alarmen ya que, como aseguró el ministro de Defensa, Pedro Morenés, el viernes en la capital maliense, Bamako, «tienen todas las garantías y unos protocolos muy estrictos para evitar contagios», lo que no impidió que les exigiese «un plus de responsabilidad». Y eso que no han tenido ningún incidente sanitario.
Ellos, los que realmente están sobre el terreno, tienen claro que no hay que asumir riesgos y actuar con cabeza. «Nos preocupa pero no nos inquieta», decía en Dakar (Senegal) el capitán Velasco ante el avión «Hércules» con el que los 55 efectivos del «Destacamento Marfil» apoyan a la operación francesa «Barkhane» (con vuelos logísticos a países como Mali, Chad o Niger). Sus compañeros en la capital senegalesa dejaban claro que «ni mucho menos es una preocupación ni hay nerviosismo».
Uno de los motivos de esta falta de alarmismo es que el departamento que dirige Pedro Morenés lleva desde el pasado mes de marzo, tras la confirmación del brote en Sierra Leona y Guinea Conakry, enviando instrucciones concretas a todos los efectivos en misión en alguno de estos países africanos.
Ya entonces remitió a todos los contingentes un protocolo de actuación elaborado por el Servicio de Epidemiología e Inteligencia Sanitaria del Instituto de Medicina Preventiva de la Defensa «Capitán Médico Ramón y Cajal». Se trataba de una serie de normas tanto de prevención como de actuación en caso de posible contagio. Unas instrucciones que se ampliaron y se hicieron más estrictas tras las repatriaciones de los dos religiosos y el aumento de casos en la zona. El 22 de septiembre, la Inspección General de Sanidad de la Defensa, dependiente de la Subsecretaría de Defensa, remitía el «Protocolo de actuación frente a enfermos sospechosos de enfermedad por Fiebre Hemorrágica Vírica por el Virus del Ébola», un documento en el que se marcaban «las normas de actuación para la prevención de aparición de casos secundarios y control de enfermos sospechosos». Y es el que actualmente siguen los militares y guardias civiles en zona de operaciones.
Saben lo que tienen que hacer y no viven alarmados. Ni siquiera en Mali, en alerta tras la muerte de la pequeña de dos años. Allí hay 118 efectivos españoles que participan en la misión de entrenamiento de la UE (EUTM-MALI), repartidos entre el Cuartel General de Bamako (17) y el campo de entrenamiento de Koulikoro (101). Algunos de ellos aseguraron a este periódico que pese a la aparición del virus y los rumores que hablan de que la niña podría haber pasado por la capital, no han variado los protocolos que tenían ni ha cundido el pánico ni el miedo a posibles contagios. «Todo está igual. Tomamos precauciones y seguimos las pautas higiénicas marcadas», aseguran. Otros, también tranquilos, preferían esperar a los informes del Ministerio de Sanidad maliense sobre este caso por si pedía más controles, pero reconocían que «la situación no ha variado. Sabemos que tenemos que evitar situaciones de riesgo y andar con cuidado, pero no hay ninguna novedad». En lo que realmente piensan es que en poco más de mes y medio concluye su misión.
A 3.000 kilómetros de allí, en Bangui, la violenta capital de República Centroafricana, hay 101 efectivos españoles desplegados en el marco de la misión EUFOR-RCA. Allí, la situación y la respuesta sobre el virus es prácticamente la misma: “No hemos cambiado nuestra actuación, aunque estamos alerta y preparados. La preocupación es la normal, más bien poca, dado que aquí no ha habido casos por ahora”.
Así que lo más novedoso fue el la petición –o exigencia– de Morenés en su visita a la Escuela de Mantenimiento de la Paz de Bamako: ese «plus de responsabilidad» y que «cumplan las normas y usen los equipos de protección» si se diese el caso.
Protegidos en España y el exterior
Tanto en territorio nacional como en zona de operaciones los militares saben cómo actuar. De hecho, han sido los efectivos de la Brigada de Sanidad y de la UME los que han enseñado a los sanitarios cómo actuar y, sobre todo, cómo ponerse los trajes de protección.
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