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El juez envía a prisión a «Santi Potros» por el «elevado riesgo de fuga»

Fue arrestado ayer por su implicación en un atentado en Barcelona y un intento de asesinato en Madrid

El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ha dictado prisión incondicional para el exdirigente etarra. Andreu ha tomado esta decisión por el elevado riesgo de fuga que existe, que se incrementa por la “inminencia” de la celebración de los juicios por estos atentados.

No le ha durado mucho la alegría a Santiago Arróspide Sarasola, «Santi Potros», y ha disfrutado de la libertad, con gestos de chulería incluidos, durante mes y medio. Todo ello ha sido posible gracias a la investigación realizada por la Policía Nacional y la Guardia Civil, en su labor permanente de esclarecer los atentados cuya autoría completa se desconoce.

El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ha dictado prisión incondicional para el exdirigente etarra Santiago Arrospide Sarasola, Santi Potros, por su implicación en dos atentados perpetrados en 1986 y 1987 en Madrid y Barcelona, sobre los que se ha negado a declarar ante el magistrado.

Andreu ha tomado esta decisión por el elevado riesgo de fuga que existe, que se incrementa por la “inminencia” de la celebración de los juicios por estos atentados, así como por la elevada pena a la que podría ser condenado.

“Dicha posibilidad de elusión de la acción de la justicia -afirma el juez- se presenta también posible por cuanto no deba obviarse que la organización terrorista ETA cuenta aún con activos personales y medios suficientes para procurar la huida y ocultación de sus miembros, tal y como se ha constatado en ocasiones anteriores”.

El dispositivo policial

Ayer por la mañana, en un dispositivo conjunto, agentes de ambos cuerpos detuvieron al etarra en Lasarte (Guipúzcoa), que acogió la presencia de los miembros de las Fuerzas de Seguridad con la natural sorpresa. Calculaba que faltaban varias semanas antes de que la Justicia, después de la decisión del Tribunal Supremo de que no se contabilizasen las condenas cumplidas en Francia, ordenara su detención. Pensaba que tenía tiempo para meditar sobre lo que iba a hacer, pero no.

El arresto se realizó a las 9:49, en cumplimiento de una orden de detención y puesta a disposición emitida por el Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional en el marco de un procedimiento seguido por ese Juzgado. El sumario en cuyo ámbito se ha procedido al arresto de «Santi Potros» tiene su origen en un atentado que en 1987 cometió el «comando Barcelona» de ETA mediante la colocación de un coche-bomba al paso de un vehículo oficial de la Guardia Civil en una plaza de la Ciudad Condal.

En la acción criminal resultó muerta una persona que se encontraba en los alrededores del lugar en el que explosionó el coche-bomba. Sufrieron heridas los agentes de la Benemérita ocupantes del vehículo, así como otras personas que estaban en las proximidades.

La célula terrorista, que fue la que perpetró la masacre de Hipercor, estaba integrada, entre otros, por Domingo Troitiño Arranz y Rafael Caride Simón. Documentación encontrada en Francia vincula a Arróspide Sarasola con este atentado, que no habría sido posible sin el apoyo logístico que, a través del cabecilla arrestado, recibieron los pistoleros desde territorio galo.

Gracias a la misma documentación, los especialistas antiterroristas han podido establecer la relación de «Santi Potros» con el intento, en 1986, de atentado contra el entonces fiscal general del Estado, Luis Alfonso Burón Barba, en la calle Vallehermoso de Madrid. Lo intentaron hasta en siete ocasiones, pero los agentes encargados de la seguridad de Burón habían modificado los recorridos.

En este caso, entre los papeles de Arróspide apareció uno con una referencia directa al fiscal general como objetivo de la banda.

A este cabecilla –era el jefe de los «comandos ilegales» de ETA, integrados por elementos fichados– no se le ocurrió otra cosa que ir con su archivo, escrito en papel, sin claves ni encriptación, de un sitio a otro. Y claro, cuando le arrestaron, le cogieron, como vulgarmente se dice, con el «carrito del helado».

Ello provocó un gigantesco enfado entre los otros jefes terroristas, que le castigaron con la expulsión de ETA pero no del «Colectivo de Presos» (EPPK), después de que los papeles hubieran facilitado decenas de detenciones.

«Santi Potros» fue trasladado ayer mismo a Madrid y puesto de inmediato a disposición de la autoridad judicial que ha ordenado su detención.