Conflicto de Gibraltar

El «ministro» de Exteriores de Mas llama a Picardo para darle su apoyo

Mas y su secretario de Asuntos Exteriores, Roger Albinyana
Mas y su secretario de Asuntos Exteriores, Roger Albinyanalarazon

El secretario de Asuntos Exteriores de la Generalitat de Cataluña, Roger Albinyana i Saigí, ha trasladado en los últimos días al Ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, el interés del Gobierno autonómico catalán por participar en los actos conmemorativos del tercer centenario del Tratado de Utrecht. Y no se trata de un contacto aislado ya que, según ha podido saber este periódico de fuentes conocedoras del asunto, varios miembros de Convergencia Democrática de Cataluña han entablado contactos con miembros de la Administración Picardo con el objeto de informarse del contenido de las celebraciones y de ver el encaje institucional que el Gobierno autonómico catalán podría tener en ellos.

Tratado de Utrecht

En concreto, Albinyana ha manifestado su interés por participar en el seminario sobre el Tratado de Utrecht que tendrá lugar los días 10 y 11 de octubre en la Garrison Library de Gibraltar. En este seminario también participará Sir Graham Watson, que desde 1994 es miembro del Parlamento Europeo por la circunscripción de del Suroeste de Inglaterra (que incluye a la colonia británica). Watson es ademas, desde 2011, presidente del Partido de la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa, partido político integrado en el grupo parlamentario europeo de igual nombre en el que se integran no solo Convergencia Democrática de Cataluña sino también el Partido Nacionalista Vasco. Este es precisamente el ámbito en el que entablaron conocimiento tanto Picardo,como Watson y Albinyana.

El nombramiento, tras las últimas elecciones autonómicas, de Roger Albinyana i Saigí como Secretario de Asuntos Exteriores de la Generalitat ha sido el último ascenso en la que hasta ahora está siendo una de las carreras más meteóricas en la historia reciente de CDC. Barcelonés de tan sólo 33 años, Albinyana cursó el programa de liderazgo Vicens Vives de ESADE y desde entonces ha ocupado puestos de creciente relevancia tanto a nivel europeo como autonómico. En 2002 formó parte como observador de la Convención para el Futuro de Europa encargada de la redacción del Tratado Constitucional Europeo. Desde 2004 a 2008 fue presidente de la Juventud Liberal Europea y a continuación, y hasta 2010, dirigió la fundación privada Circulo de Estudios Soberanistas. Miembro de Convergencia desde 1997, coordinador de Relaciones Internacionales desde 2011 y miembro del Comité Ejecutivo Nacional desde 2012. Bajo su responsabilidad como Secretario de Asuntos Exteriores y la Unión Europea están, además de la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo, la polémica red de «embajadas» catalanas y las Delegaciones del Gobierno de la Generalitat ante la Unión Europea, Francia, Reino Unido, Alemania y Estados Unidos.

Plan de acción del Gobierno

Sus contactos con las autoridades del Peñón están teniendo lugar al mismo tiempo que el Gobierno de España pone en marcha una batería de medidas destinadas a frenar la actitud beligerante de la administración Picardo, que culminó la semana pasada con el vertido en aguas soberanas españolas de aproximadamente 70 bloques de hormigón espigado de hierro que han arruinado, quizá irreversiblemente, un caladero en el que faenaban nuestros pescadores. Entre las diversas medidas de índole fiscal, medioambiental y logística, destaca –como informó ayer este diario– la posibilidad de que buques de la Armada efectuen patrullas y fondeos en las inmediaciones de la Roca, retomando de esta manera una tradicional manifestación de voluntad de soberanía sobre las zona marítimas en litigio que, después de llevarse a cabo durante cuarenta años, cesó durante la primera legislatura socialista, siendo titular de Exteriores Fernando Morán.

El Gobierno de España contempla también la posibilidad de redefinir la Zona Aérea de Algeciras (una medida que afectaría a todos los vuelos civiles del aeropuero de Gibraltar) e imponer una «tasa de congestión» que afectaría a los vehículos que cruzaran la verja.