Gobierno de España
El «no» de Pedro Sánchez le aísla de los asuntos de Estado
El líder del PSOE permanece sin agenda pública, mientras Rajoy y Rivera ya trabajan para «cerrar» los Presupuestos y el techo de gasto
El líder del PSOE permanece sin agenda pública, mientras Rajoy y Rivera ya trabajan para «cerrar» los Presupuestos y el techo de gasto
El bloqueo en el que sigue instalado el PSOE comienza a repercutir en su visibilidad e influencia institucional. Mientras que los equipos económicos de PP y Ciudadanos –al margen de sus conversaciones para la investidura– ya trabajan para «cerrar» los Presupuestos y el techo de gasto, los socialistas se mantienen al margen de la toma de decisiones de los grandes asuntos de Estado. El ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, y el responsable económico de Ciudadanos, Luis Garicano, ya han iniciado el acercamiento y han mantenido sus primeros encuentros para contrastar datos y comentar conclusiones, mientras que su homólogo socialista, Jordi Sevilla, sólo se ha pronunciado para pedir que se deje gobernar a quien logre articular más apoyos parlamentarios. El PSOE sigue atrapado en la formación de Gobierno, mientras que PP y Ciudadanos ya se han puesto a trabajar por España.
La próxima semana la situación de aislamiento de Pedro Sánchez se hará más patente si cabe, ya que está previsto que Mariano Rajoy y Albert Rivera vuelvan a reunirse para avanzar en sus conversaciones. Una cita que dejará en evidencia al líder socialista –con el que, por el momento, no hay fijada una nueva entrevista– que permanece en la capital, aunque sin agenda pública. Desde el entorno del secretario general del PSOE reconocen a LA RAZÓN que Sánchez está «pendiente de los acontecimientos» y «abierto» a un nuevo encuentro con el presidente en funciones. «Si nos llama, hablaremos», apuntan, aunque inmediatamente matizan que la gobernabilidad no va a descansar en el Partido Socialista. «Ni abstención ni gran coalición. ¿Si no nos vamos a abstener cómo vamos a entrar en un gobierno del PP?», se cuestionan.
Ante la falta de compromisos públicos, el líder del PSOE ocupará sus días en la sede federal de Ferraz tratando asuntos internos. Estas mismas fuentes señalan que aprovechará para adelantar trabajo, reunirse con miembros de su equipo y de la Ejecutiva y planificar los meses venideros. No en vano, el partido tiene un Congreso en ciernes que comenzarán a preparar en cuanto se forme gobierno.
Mientras todas las miradas se centran en el PSOE y la presión se redobla sobre Ferraz para que los socialistas abandonen la indefinición y se muevan hacia izquierda o derecha para facilitar un ejecutivo cuanto antes, los socialistas han vuelto a azuzar el fantasma de las presiones externas para que se abstengan.
La historia no es nueva. Sánchez ya criticó en su intervención ante el Comité Federal en diciembre que «los poderes económicos intentaron condicionar y hasta someter al PSOE», sin éxito, para que los socialistas favorecieran un gobierno del PP. «Yo, personalmente, pasé el Rubicón frente a sus pretensiones cuando declaré la incompatibilidad del PSOE con el PP y su máximo dirigente, Mariano Rajoy. De ahí los ataques de la derecha». Esta declaración fue posteriormente desmentida por el propio Sánchez que, con un ataque de amnesia selectiva y visiblemente nervioso, dijo no sólo no recordar estas palabras, sino que reconoció que eran mentira y que éstas presiones nunca se habían producido. Fuentes de su equipo tuvieron que matizar después que se refería a haber recibido «nuevas presiones», sin descartar las anteriores. Ahora, el ex presidente del Congreso, Patxi López, ha vuelto a la carga y, en una entrevista en la Cadena Ser, denunció que éstas llamadas han vuelto a reactivarse ante el clima de inestabilidad por la falta de Gobierno. López se preguntó por qué nunca hay presión sobre otros cuando existe la posibilidad de que gobierne el PSOE o «por qué el Ibex siempre presiona» para que sean los socialistas quienes faciliten un gobierno de derechas. En este tono conspiratorio, el ex lendakari también acusó al PP de chantajear al PSOE para que faciliten su investidura. «¿O Rajoy o terceras elecciones? Eso es un chantaje», señaló. Lo cierto es que, por el momento, el PSOE no se mueve de su «no» para no «blanquear» a Rajoy y este inmovilismo le está excluyendo de los asuntos de Estado.
El portavoz de Podemos en el Senado, Ramón Espinar, advirtió ayer al PSOE de que «si no cambia su actitud» y no decide si mantiene al presidente en funciones, Mariano Rajoy, en La Moncloa o intenta explorar una alternativa de gobierno progresista, habrá que repetir de nuevo las elecciones generales. «El PSOE tiene que decidir si quiere gobernar con el PP, con Podemos o ir a unas terceras elecciones», afirmó Espinar en una entrevista en «Los Desayunos de TVE» en la que insistió en que «es incompatible no querer gobierno del PP, gobierno con Podemos y no querer elecciones». En Podemos se muestran esperanzado ante la posibilidad de que Rajoy «fracase» y el PSOE aproveche la «oportunidad» de formar un gobierno progresista junto a ellos.
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