PSOE

El PSOE se fija en Bolivia como modelo de Estado plurinacional

La nueva dirección alienta la ficción del pacto con Podemos y Ciudadanos para recuperar el foco de la oposición al PP

Pedro Sánchez ha reunido hoy a la nueva ejecutiva del PSOE
Pedro Sánchez ha reunido hoy a la nueva ejecutiva del PSOElarazon

La nueva dirección alienta la ficción del pacto con Podemos y Ciudadanos para recuperar el foco de la oposición al PP.

El nuevo PSOE que ha salido del 39º Congreso Federal concibe España como una «nación de naciones». Una auténtica revolución respecto a los postulados territoriales que el partido ha defendido hasta ahora en su Declaración de Granada, por lo que los socialistas buscan a nivel mundial modelos que puedan reproducir en su propuesta de Estado «plurinacional». En esta búsqueda, el equipo de Pedro Sánchez se ha fijado en Bolivia. Así lo señaló, en declaraciones a Onda Cero, la vicesecretaria general, Adriana Lastra, cuando preguntada por algún país que ejemplifique esta «plurinacionalidad» señaló que «Bolivia es una nación de naciones, es un Estado plurinacional». Rápidamente, la número dos del PSOE también rescató el caso de Baviera, alegando que «es un Estado libre asociado en Alemania», pero «nadie dice que los bávaros no sean alemanes». No obstante, destacó que cada país «es un mundo» y cada Constitución «distinta».

Una vez recuperadas las riendas del PSOE, Pedro Sánchez tiene claro que –además de la oposición– debe liderar la agenda política para capitalizar el protagonismo que ha perdido su partido durante los meses de interinidad de la gestora. La recuperación del rol de interlocutor válido pasa por llevar la iniciativa de la acción de desgaste al Gobierno y, para visibilizar la debilidad de un Ejecutivo en minoría, los socialistas necesitan irremediablemente atraer a quien mantiene al PP en el poder: Ciudadanos. La empresa es complicada y los socialistas apelan al «optimismo» y a la «fe» para que los naranjas cambien de opinión. «Renunciar a que Ciudadanos forme parte de las soluciones para este país es dar la batalla por perdida antes de empezar», explicitó el portavoz socialista, Óscar Puente. A esto hay que sumar, además, que el nuevo rumbo que ha asumido el PSOE no gusta en la formación de Albert Rivera y que sigue plenamente vigente el veto mutuo con Unidos Podemos.

Sin embargo, en Ferraz están dispuestos a mantener viva esta ficción, que ya se reveló fallida en la investidura de Pedro Sánchez, como estrategia para apuntalar su rol de líderes de la oposición. «¿Qué vamos a hacer sino hasta las elecciones?», se pregunta un cargo de la nueva dirección. Para ello, los socialistas van a impulsar de manera «inmediata» la puesta en marcha de un «espacio de encuentro» con las fuerzas del cambio para introducir reformas concretas que revoquen las políticas del PP. El PSOE quiere conformar a partir de ese espacio «una alternativa de Gobierno, pero si no fuera posible o mientras esa alternativa se va conformando, el Partido Socialista hará una oposición de Estado», reconoció Puente, exhibiendo que ni el propio partido está convencido de que salga adelante. Aunque Ferraz mira de forma «prioritaria» a Unidos Podemos y Ciudadanos también está abierto a que –en función de las iniciativas– entren en juego otros partidos. Lo que sí quiso dejar claro el portavoz socialista es que la aritmética de esa «alternativa de Gobierno» no se «sustentará» en partidos que defienden la independencia. El primer botón de muestra de si el entendimiento parlamentario es posible se producirá este jueves cuando los socialistas impulsen la votación de la proposición de Ley para cesar al Consejo de RTVE.

La mesa de coordinación estará liderada por la nueva portavoz socialista en el Congreso, Margarita Robles, cuyo nombramiento –que hoy deberá ratificarse en la reunión del grupo en la Cámara baja y que ya adelantó LA RAZÓN el domingo– se formalizó junto al de sus compañeros en la dirección. Adriana Lastra será la portavoz adjunta y Rafael Simancas el secretario general del Grupo Socialista. Como adjuntos a Simancas estarán Meritxell Batet, Pere Joan Pons y los susanistas Felipe Sicilia e Isabel Rodríguez. En el Senado, Ander Gil asumirá la portavocía y en Europa la recuperará Iratxe García, que ya desempeñó este cargo durante la primera etapa de Sánchez al frente de la dirección.